La reforma del Santiago Bernabéu avanza. Será a finales de 2022, o principios de 2023, cuando el nuevo coliseo blanco se vista de largo después de tres años y medio de obras. Unas obras que se han visto favorecidas por la falta de espectadores en los estadios debido a la pandemia. De ello ha sacado partido FCC, la empresa encargada de su desarrollo.
La constructora, cuyo máximo accionista es el magnate mexicano Carlos Slim, también está obteniendo otro tipo de beneficios. Esta vez, en el plano económico. Al cierre del tercer trimestre de 2021, el área de construcción de FCC aportó un 9,3% del Ebitda. En concreto, fueron 75,6 millones de euros. Se trata de un 73,8% más que en el mismo periodo del 2020: 43,5 millones.
Dicha área se centra en el diseño y construcción de grandes obras civiles, industriales y de edificación en una veintena de países. Es decir, grandes obras ferroviarias, túneles, puentes y estadios de fútbol. Entre estos últimos, la reforma del Santiago Bernabéu.
Los ingresos del área, de enero a septiembre, han aumentado un 8,7%, llegando a la cifra de 1.209,7 millones de euros. Latinoamérica y Estados Unidos han sido los mercados que más han crecido: un 125,6%. Han pasado de 68,1 millones a 153,6 millones. Después, Europa sin contar España: un 10,5% (de 257,6 millones a 284,6 millones).
En el caso de España, el incremento ha sido del 9% (de 599,6 millones a 653,7 millones). Según FCC, esto ha sido debido “al incremento en el ritmo de contribución en la remodelación del estadio de fútbol Santiago Bernabéu, así como en otras obras menores de reciente adjudicación en el ámbito público”.
¿Cuál ha sido esa contribución? Atendiendo a la memoria del Real Madrid, la inversión contabilizada en el ejercicio 2020/21 ha sido de 166 millones de euros. “Esta cantidad incluye los costes financieros capitalizados durante el periodo de construcción”, especifican. Y añaden: “La inversión acumulada desde el 30 de junio de 2021 asciende a 279 millones de euros”.
Conviene recordar que la inversión prevista en el coliseo merengue rondaba los 575 millones de euros. Según El Confidencial, esa cifra habría aumentado hasta los 725 millones. En julio de 2020, y según la memoria del club presidido por Florentino Pérez, se realizó la segunda disposición del préstamo por 275 millones. La primera, en julio de 2019, había sido de 100 millones. Eso hace un total de 375 millones de préstamo dispuesto a 30 de junio de 2021.
FCC, experta en estadios
Una de las características que ha definido a FCC desde el aterrizaje de Carlos Slim fue su apuesta por obras emblemáticas. Y, los estadios, lo son. La jugada no le está saliendo nada mal. Porque la reforma del Santiago Bernabéu es una muesca más en su trayectoria.
En su haber, la construcción de otro estadio en la ciudad de Madrid: el Wanda Metropolitano. Y, en Barcelona, el estadio levantado en Cornellá-El Prat del Espanyol. Dos obras que acabaron recibiendo sendos galardones: la primera fue elegida como mejor estadio del año por los premios ‘Industry Awards’ de World Football Summit; la segunda, se hizo acreedora del Stadium Business Award 2010.
Más allá de estos tres estadios, la experiencia de FCC salta fronteras. Así, el Allianz Arena donde juega el Bayer de Múnich, o los estadios del Salzburgo, Innsbruck y Klagenfurt (en Austria) también llevan su firma. Como los de Varsovia, Gdansk y Poznan, en Polonia. En total, 25 instalaciones deportivas.
Y puede haber una 26. La asamblea de socios del FC Barcelona aprobó la financiación del denominado como ‘Espai Barça’. Una obra que va más allá de la remodelación del Camp Nou, ya que alcanza también al nuevo Palau Blaugrana y Petit Palau, además de una pista de hielo y un campus.
El proyecto ya había sido votado por los socios en 2014, aunque la mala situación económica del club lo ha ido retrasando. A pesar de ello, diversas compañías ya mostraron su interés en la remodelación del estadio de fútbol. Entre ellas, FCC. Pero también Acciona, Sacyr y Ferrovial. De ganar la compañía de Carlos Slim, podría decir aquello que los cuatro estadios más representativos de Madrid y Barcelona llevan su sello.