Su nombre completo es Kincardine Offshore Windfarm Ltd (Kowl). Está situado a unos quince kilómetros de la costa sureste de Aberdeenshire (Escocia), en profundidades que van desde los 60 hasta los 80 metros. Y ha sido Cobra Wind, la filial del grupo ACS, la encargada de la ingeniería, diseño, suministro, construcción y puesta en marcha.
“El proyecto Kincardine no es solo el más grande del mundo. También ha sido una base fantástica para otros proyectos de empresas conjuntas entre Cobra y Flotation Energy,”, afirma José Antonio Fernández, sénior mánager de Cobra Group.
Proyectos que Fernández enumera: “Nuestro éxito en la Ronda 4 con el proyecto Morecambe de 480 MW. Nuestras ofertas de 7 GW en la ronda de arrendamiento Scotwind. Y nuestro proyecto flotante White Cross de 100 MW en el suroeste son signos de nuestra confianza en Escocia y el Reino Unido. Y queremos hacer más”.
El parque eólico ha sido desarrollado por Kincardine Offshore Wind, una subsidiaria de Pilot Offshore Renewables. Las estimaciones hablan de una generación de hasta 200 Gwh de electricidad limpia al año. Es decir, que generará electricidad suficiente para abastecer a unos 55.000 hogares. Así son las estimaciones de ABS, la sociedad que clasificó el proyecto.
Además de ser el parque eólico flotante más grande del mundo, otra novedad es que utiliza las turbinas eólicas de mayor capacidad jamás instaladas en plataformas flotantes. El proyecto consta de cinco turbinas Vestas V164-9.5 MW y una turbina V80-2 MW, cada una instalada en plataformas semisumergibles WindFloat diseñadas por Principle Power. Las cinco cimentaciones eólicas flotantes fueron fabricadas por el consorcio Navantia-Windar en España.
Momento crucial
El proyecto Kincardine se inició en 2014 por Allan MacAskill y Lord Nicol Stephen. Ambos son ahora directores de Flotation Energy plc. Fue en 2016 cuando Cobra se convirtió en el principal inversor de Kowl.
“La finalización de Kincardine llega en un momento crucial para determinar el liderazgo de Escocia en el sector flotante de altamar. Kincardine Offshore Windfarm ha demostrado que las turbinas eólicas más grandes y avanzadas disponibles se pueden instalar en plataformas flotantes en el desafiante entorno del mar del Norte”, resalta Jaime Altolaguirre, director del proyecto Kowl. Y añade: “El proyecto demuestra que el viento flotante puede desempeñar un papel vital en la lucha contra el cambio climático no solo en Escocia y el Reino Unido, sino también en todo el mundo”.
Aberdeen será la base de operaciones y mantenimiento del parque eólico. “Utilizaremos empresas con sede en Escocia con capacidades probadas en el mar del Norte, aprovechando su experiencia en el mantenimiento de plataformas y semisumergibles en altamar durante los últimos 50 años”, concreta Altolaguirre.
Aaron Smith, director comercial de Principle Power, destaca que “Kincardine está demostrando la preparación y el potencial comercial de la tecnología flotante. Con el 80% de los recursos eólicos marinos del mundo en áreas de aguas profundas, las tecnologías flotantes como WindFloat abren varias geografías nuevas para aprovechar el suministro ilimitado de energía limpia que contienen”.
Por su parte, Nils de Baar, presidente de Vestas Europa Central y del Norte, subraya que “una vez más hemos demostrado que las turbinas más potentes del mundo se pueden instalar en subestructuras flotantes.Estamos preparados para la siguiente fase de energía eólica marina flotante a escala comercial”.
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