Farolillo rojo para Abengoa. La compañía ha anunciado este lunes que no ha podido conseguir los 20 millones de euros que en su día prometió la Junta de Andalucía ni una nueva prórroga para seguir intentando conseguirlos, la clave para cerrar la refinanciación acordada por la compañía con sus acreedores.
Esto ha generado que la banca acreedora anule el proceso de reestructuración de su deuda y empuje a la compañía a una situación crítica, con un nuevo concurso de acreedores y la quiebra sobre la mesa. En una comunicación remitida a la CNMV, Abengoa explica que ha sido imposible seguir extendiendo el plazo de prórroga para conseguir cerrar la refinanciación, porque no se ha podido conseguir estos 20 millones de euros.
"La sociedad informa que los acreedores financieros no han otorgado los consentimientos solicitados por la Sociedad para extender de nuevo el plazo para el cierre y ejecución del acuerdo de reestructuración (el “Acuerdo de Reestructuración”)", explica la compañía con sede en Andalucía.
"Desde la referida fecha y hasta el 19 de febrero pasado se ha ido extendido el plazo de cierre de la operación al haberse obtenido en cada posible vencimiento los consentimientos necesarios al efecto, habiendo trabajado la Sociedad, en todo momento y en paralelo, en la búsqueda de posibles alternativas ante la no aportación de 20 millones de euros por la Junta de Andalucía".
"Sin embargo, no habiéndose obtenido un nuevo consentimiento para la extensión del plazo, el Acuerdo de Reestructuración ha quedado automáticamente resuelto de modo que la operación de financiación en su día anunciada no puede ser ya ejecutada".
Negociaciones
"Dado que la resolución automática del Acuerdo de Reestructuración provoca que dejen de estar en vigor tanto los consentimientos relacionados con el aplazamiento y renuncia de pago de determinados intereses como los waiver y restricciones establecidos en el citado acuerdo respecto de los vigentes instrumentos financieros y de deuda de la Sociedad y su grupo, el Consejo de Administración de Abengoa celebrará de forma inmediata una sesión en la que, en cumplimiento de sus deberes fiduciarios, tomará las decisiones que le correspondan para proteger los intereses de Abengoa y de su grupo de sociedades, teniendo presentes así mismo a todos sus grupos de interés", ha indicado la compañía.
El pasado 6 de agosto de 2020 la compañía anunció un preacuerdo que suponía el tercer rescate de Abengoa desde que entró en preconcurso en 2015. Los acreedores y las Administraciones públicas se comprometieron a inyectar más de 500 millones entre avales y liquidez. La Junta de Andalucía comprometió 20 millones, pero finalmente no inyectó capital.
Durante las últimas semanas, el Grupo ha estado negociando a varias bandas para obtener estos 20 millones, imprescindibles para cerrar el rescate. Incluso tras negociar con cinco fondos, Abengoa logró el compromiso de uno de ellos para inyectar 35 millones de euros.
No obstante, el ICO estaría bloqueando el rescate porque prefiere esperar a firmar el salvamento hasta que se celebre la junta promovida por varios minoritarios, fechada para el 4 de marzo. En esta tesitura, Abengoa no logró un nuevo plazo para seguir aplazando la aprobación del rescate ya pactado con la banca acreedora.
Esta situación abre un nuevo escenario y abona el terreno para un cambio en la gestión. Los minoritarios que se han opuesto al rescate quieren expulsar del consejo al actual presidente de Abengoa, Juan Pablo López-Bravo, y a la otra consejera Margarida Smith con el objetivo de poner sobre la mesa otro plan de salvamento.
Nuevo equipo
Clemente Fernández, expresidente de Amper, sería el nuevo CEO propuesto por este grupo. En noviembre ya consiguieron destituir al anterior consejo apoyado por Gonzalo Urquijo y esperan volver a realizar un movimiento similar en la Junta de Accionistas de la próxima semana.
No obstante, todo podría precipitarse tras la anulación del plan de rescate y la convocatoria urgente del Consejo de Administración. Todas las opciones están abiertas.