La construcción tampoco es ajena a los efectos de la pandemia en nuestro país. La superficie visada en proyectos de ejecución de obra nueva acumula una caída del 21% entre enero y septiembre de este año, es decir, 3,5 millones de metros cuadrados menos, según refleja el primer Barómetro de Arquitectura y Edificación puesto en marcha por el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE).
En número de viviendas, el impacto de la pandemia se traduce en 11.046 viviendas visadas menos que en el mismo periodo del año anterior, en el que se visaron 78.835 unidades. Los datos agregados de los Colegios Oficiales de Arquitectos constatan igualmente una disminución de la superficie rehabilitada residencial del 7,61% que alcanza el 38% en el caso de la superficie rehabilitada no residencial.
Con 67.789 viviendas visadas entre enero y septiembre, las cifras acumuladas se asemejan a las de 2016, pero quedan muy lejos de las 144.594 del año 1960, cuando empiezan a recogerse datos de visado de vivienda nueva en España. Menos de la mitad. Hasta septiembre se han dejado de visar en España 11.046 viviendas en relación con el mismo periodo del año anterior
El presidente del CSCAE, Lluís Comerón, ha alertado durante la presentación del primer barómetro de las consecuencias económicas y sociales que tiene la "interrupción" de la actividad en el sector provocada por la pandemia para garantizar el acceso a la vivienda y la adecuación del parque residencial a las necesidades de la ciudadanía. "En 2019, se visaron la mitad de las viviendas del peor momento de la historia del visado desde que se tienen registros: el año 1984", ha afirmado.
En este sentido, Comerón ha enfatizado que "es el momento de aprovechar el potencial del sector para contribuir a salir de la crisis, impulsando la necesaria transformación de nuestras viviendas, pueblos y ciudades para mejorar el bienestar de las personas y la sostenibilidad del planeta". En concreto, ha apostado por la rehabilitación, la regeneración y renovación urbanas y la construcción de obra nueva allí donde sea preciso.
El sector, preocupado
Este barómetro también ha servido para medir el sentimiento de los arquitectos ante la situación actual. El 46% de los encuestados por el CSCAE prevé un impacto prolongado de la crisis económica y considera que 2021 será peor o mucho peor. Ese pesimismo aumenta entre aquellos profesionales que trabaja en el ámbito de la obra nueva (52,63% frente al 47,67% de quienes trabajan en el ámbito de la rehabilitación).
Debido al impacto de la crisis de la Covid-19, la actividad profesional cayó para el 60% de los encuestados en el segundo trimestre del año, siendo esta disminución ligeramente superior en el caso de la obra nueva (63,63%) frente a quienes trabajan en rehabilitación (59,97%).
Con un gran déficit en la rehabilitación de viviendas para acercarnos a los países europeos comparables (que renuevan entre el 1,5-2% del parque cada año), desde el CSCAE reclaman que son necesarias medidas fiscales de urgencia que funcionen como puente y cuyo anuncio activaría automáticamente la inversión.
Entre otras, la posibilidad de desgravar las inversiones realizadas en rehabilitación, un IVA superreducido para todo el ámbito de la rehabilitación (incluidos los proyectos), la rebaja del IBI en la rehabilitación integral de viviendas y la eliminación del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO).