Santander investiga la visita de un grupo de empleados a un club de striptease en Londres aprovechando un viaje de trabajo y si estos ejercieron presión sobre trabajadores más jóvenes para que también fueran al lugar. Para ello, la entidad española contrató a la firma de abogados Gibson Dunn.
Según recoge el Financial Times, los hechos ocurrieron el pasado mes de febrero, después de que el equipo de mercados de capitales de deuda del banco se reuniera en la sede británica del grupo para celebrar reuniones departamentales.
En concreto, siete miembros masculinos del equipo, entre los que se encontraban tres altos directivos y cuatro empleados junior, acudieron al Nags Head Gentlemens Club de Aldgate.
El hecho trascendió porque un trabajador del grupo denunció al departamento de cumplimiento normativo su preocupación por el viaje y por el hecho de que el personal junior se hubiese sentido presionado para asistir.
El bufete de abogados entrevistó a hasta 15 personas que habían participado en la salida nocturna, incluidos los siete individuos que fueron al club. Así, concluyó que no se había ejercido una presión explícita sobre los miembros del personal junior.
"Nos tomamos muy en serio los asuntos vinculados con la conducta de los empleados y seguimos procesos muy rigurosos para conocer los hechos y tomar las medidas adecuadas. Esta investigación y las medidas que se han tomado son confidenciales, por lo que no podemos hacer más comentarios", declaró Santander en un comunicado.