La fusión entre dos bancos obliga inevitablemente a los clientes de la entidad que desaparece a vivir una pequeña transición hacia la que permanece. Uno de los cambios que más cuesta interiorizar a los exclientes es el paso de la web y la aplicación móvil antiguas a las del nuevo banco, un proceso que puede resultar complicado para aquellos que están menos acostumbrados a utilizar los canales digitales, especialmente los de mayor edad.

Para facilitar esta transición tras integrar Bankia, CaixaBank ha designado a un equipo de 1.500 trabajadores que se encargará de ayudar a los clientes procedentes de la antigua entidad a realizar sus gestiones en la web o la aplicación del banco con sede en Valencia y resolver sus dudas, según ha podido saber EL ESPAÑOL-Invertia.

Estos empleados, seleccionados por la entidad para realizar esta función de acompañamiento, estarán ubicados en las oficinas de CaixaBank y en ocasiones podrán tener a cargo más de una sucursal, aunque, en todo caso, nunca tendrán que realizar desplazamientos superiores a 25 kilómetros.

Un plan de seis meses

El banco ha seleccionado a 1.500 empleados para realizar estas funciones en el marco de un plan que estará vigente entre el próximo mes de enero y julio del año que viene. Con todo, a lo largo de su desarrollo se irán calibrando las necesidades de cada oficina, de forma que si en alguna se detecta que ya no es necesario seguir ofreciendo el servicio se retirará al empleado de esas funciones.

Tras la integración de Bankia, CaixaBank cuenta con un total de 5.415 sucursales -tiene en curso el cierre de unas 1.500- y la gran mayoría contará con este servicio. Para organizar el proyecto habrá un coordinador por cada cuarenta empleados con estas funciones, según informan fuentes sindicales.

Apertura de la oficina Store de CaixaBank en Iturrama (Navarra).

Las mismas explican que los trabajadores seleccionados para formar parte de este equipo serán informados de ello entre esta semana y la próxima y en unos días se celebrará una formación online para presentar el proyecto. Se incorporarán a estos puestos el próximo 2 de enero.

Con este plan, CaixaBank va cerrando los últimos flecos de la fusión con Bankia, un proyecto que se fraguó en el verano de 2020 y se selló jurídicamente en marzo de este año. Hace casi un mes, el banco ejecutó la parte más sensible de la operación, que es la integración tecnológica, de forma que los antiguos clientes de Bankia lo son totalmente de CaixaBank desde el pasado 15 de noviembre.

Últimos flecos

Ahora al banco solamente le queda pendiente la salida de la totalidad de los empleados que se han adherido voluntariamente al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) -unos 6.452 en total- y la reubicación de los 708 que han pedido ser recolocados en empresas del grupo, concretamente en CaixaBank Tech, la filial tecnológica que gestiona la infraestructura de IT de la entidad y desarrolla proyectos relacionados con la transformación digital.

Además, deberá culminar el cierre de las 1.500 sucursales a las que prevé bajar la persiana en el marco de esta reestructuración, un proceso que ya ha iniciado y que derivará en una reconversión de la red del banco hacia el modelo de oficinas Store. De hecho, tras este redimensionamiento, un cuarto de las sucursales con las que cuenta será de este tipo, unas 925, casi el doble de las que tiene en la actualidad.