BBVA ha reiterado este martes su intención de recomprar acciones por el 10% de su capital en cuanto se cierre la venta de su filial de Estados Unidos y sujeto "al precio de la acción y las condiciones de mercado". Además, deberá esperar para hacerlo a obtener las autorizaciones regulatorias correspondientes.
La entidad ha celebrado hoy su junta general de accionistas por vía telemática debido a la situación sanitaria y en ella el consejo ha propuesto la aprobación de los acuerdos necesarios para implementar el plan de recompra de acciones.
Carlos Torres, presidente de BBVA, ha reiterado durante la misma que la intención del banco es abonar un dividendo con un payout de entre el 35% y el 40% con cargo al ejercicio 2021. Respecto al año pasado, el banco ya anunció su intención de pagar 0,059 euros por acción.
Emisiones indirectas cero en 2050
Por otra parte, la entidad se compromete a reducir a cero sus emisiones de carbono directas (las de su propia actividad) e indirectas (las derivadas de la actividad de sus clientes) en 2050 en el marco del plan Net Zero 2050.
Torres ha recordado que la entidad ya es neutra en carbono en emisiones directas, es decir, las que se derivan de su propia actividad. "Queremos serlo también en emisiones indirectas, es decir, teniendo en cuenta el impacto en emisiones que tienen nuestros clientes", ha anunciado el presidente de la entidad.
Para Torres, este compromiso es "un hito muy relevante" que supone que el banco se alinea "con el escenario más ambicioso del Acuerdo de París, es decir limitar el incremento de las temperaturas a 1,5ºC respecto a los niveles anteriores a la revolución industrial".
"Con ello adelantamos en 20 años el escenario base del Acuerdo de París de 2ºC. Tendremos que poner mucho de nuestra parte y también dependemos de nuestros clientes en todos los sectores, a quienes acompañaremos en su transición hacia un futuro más sostenible, con planes y objetivos concretos", ha añadido.
El banco anunció recientemente que reducirá a cero su exposición a actividades relacionadas con el carbón, que es el combustible fósil que más contribuye a las emisiones globales de CO2, con un 40% del total, dejando de financiar a empresas en esas actividades antes de 2030 en los países desarrollados y antes de 2040 en el resto de países.