La idea que maneja el Gobierno para aplicar quitas a los préstamos avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) no ha sentado nada bien en el sector bancario, mucho menos tras plantearse que sean las propias entidades las que tendrían que asumir parte de esas quitas.
El sector ha empezado a mostrar su recelo a esta medida dentro del plan de ayudas que prepara el Ejecutivo, e incluso la propia patronal empresarial CEOE, siempre a favor de todo lo que implique evitar una crisis de solvencia empresarial, ha dejado entrever que centrar las ayudas en las empresas que se beneficiaron de los ICO el pasado año puede crear una situación injusta respecto a otras que no recurrieron a la medida, pero que ahora también necesitan ayudas.
"Hay que recordar que los ICO solo suponen el 20% del crédito en el sector", ha explicado el vicepresidente de la CEOE, Íñigo Fernández de Mesa, durante la presentación del informe 'La gestión de la morosidad bancaria en la crisis del coronavirus' de la Fundación de Estudios Financieros.
A su juicio, condonar deuda a una empresa por tener un préstamo ICO puede situar en una situación injusta a otra que cuente con otro tipo de crédito. Y advierte: "Puede ser una llamada al incumplimiento de los compromisos financieros". Por eso, insiste en su mensaje de que la mejor fórmula que debe explorar el Gobierno es la de las ayudas directas a las empresas.
En el mismo sentido se manifiesta el autor del informe, el exdirector general del FROB Antonio Carrascosa Morales, que aboga por "no penalizar" a las empresas más previsoras. "Se habla de posibles condocnaciones de créditos avalados por el ICO y una pega fundamental es que discrimina a empresas que están menos endeudadas y que han podido hacer un esfuerzo de incremento de sus recursos propios para hacer frente a la crisis y ahora se verían penailzadas", explica.
Desde el sector bancario también llevan tiempo mostrándose a favor de las ayudas directas. Durante su participación en el encuentro, el presidente de la Asociación Bancaria Española (AEB), José María Roldán, dejó claro que "no podemos desvestir un santo para vestir a otro", en referencia a esas posibles quitas que tendría que asumir la banca. "Tenemos que preservar la fortaleza del sector bancario, porque lo vamos a necesitar en la recuperación económica", insiste.
Capacidad hasta que lleguen las ayudas
Roldán también ha defendido la necesidad de ayudas directas, siguiendo el paso que han marcado otros países europeos. Sin embargo, y también en referencia a las quitas de deuda, considera que la ampliación de los plazos de carencia y devolución de los préstamos del ICO permiten llevar a cabo el proceso "sin prisa pero sin pausa". Algo en lo que no coinciden desde CEOE, que han tachado de "urgente" la puesta en marcha de estas ayudas que, tal y como adelantó la ministra de Economía, Nadia Calviño, se presentarán previsiblemente en marzo.
Desde la patronal bancaria subrayan, además, que es necesario mantener la sana competencia entre iguales y no tratar de forma desigual a empresas de un mismo sector según tengan una posición de liquidez u otra. "Se debe lograr que las ayudas no sean medidas de compensación pura y dura, sino que apoyen una verdadera reactivación económica en el sector privado", ha añadido.
En relación al potencial aumento de la morosidad bancaria por las ayudas de liquidez puestas en marcha por el Gobierno, Roldán no se ha mostrado preocupado y ha asegurado que es parte de la gestión habitual de los bancos. "Haremos lo de siempre, gestionar la mora de manera proactiva para minimizar los problemas de los clientes y el impacto en el balance bancario", ha apostillado.