El consenso de analistas coincide. Banco Sabadell presentará pérdidas en el cuarto trimestre del año. Además de los costes del plan de eficiencia que se incluirán en ese periodo de resultados, la entidad tendrá que sumar otros 300 millones de euros en provisiones asociadas a las ventas de carteras tóxicas realizadas en los últimos meses de 2020.
Así lo estiman los analistas de Renta 4 Banco, que recuerdan que “Sabadell vendió cartera de dudosos por menor precio, no tendrían las provisiones necesarias y tienen que realizar más para cubrirlo”.
De las últimas operaciones conocidas por el mercado, destaca la venta a finales de año de la cartera ‘Higgs’, de 600 millones de euros, al fondo Lone Star por un precio de 170 millones de euros.
La operación ha permitido a la entidad mantener a raya el riesgo de dudosos frente a la crisis, junto a otras ventas en los últimos meses como las de las carteras 'Explorer' y 'Aurora'. Esta última, otro conjunto de tóxicos procedente de la CAM, se vendió por unos 130 millones al fondo estadounidense KKR (con un valor en libros de unos 500 millones de euros).
Las provisiones asociadas a las ventas de estas carteras durante los últimos meses de 2020 impactarán de forma significativa en la cuenta de resultados. Un cargo que, según los analistas, elevará el coste de riesgo del Sabadell por encima de la guía inicial, aunque esperan que el dato recurrente se sitúe en la parte baja de esa guía, “entre 85 y 90 puntos básicos”.
Los expertos anticipan, además, que la entidad continuará la senda de estas operaciones en los próximos meses. "Siempre hay margen para más ventas, en la medida en que sigue teniendo activos tóxicos susceptibles de ser vendidos”.
Según sus últimas cuentas, Sabadell contaba a cierre del tercer trimestre con riesgos dudosos por valor de 6.127 millones de euros, con unas provisiones de 3.460, lo que implica una cobertura del 56,5%. Los activos inmobiliarios problemáticos ascendían a 1.520 millones de euros, con 541 millones para provisionarlos. Una cobertura del 35,6%. Es decir, el total de activos problemáticos ascendía a 7.647 millones con provisiones por valor de 4.001 millones, lo que supone una sólida cobertura del 52,3%.
Nuevas metas
Tras la ruptura de las negociaciones para su fusión con BBVA, Banco Sabadell dio el pistoletazo de salida a una nueva etapa que pretende encarar con el balance lo más saneado posible, ante un 2021 que se presenta duro en términos de morosidad para todo el sector.
Además de su nuevo plan estratégico, que previsiblemente presentará antes de que finalice el primer trimestre del año, la entidad lleva meses sondeando el apetito inversor por este tipo de carteras. Unas operaciones que se han reactivado tras meses paralizadas por el impacto de la crisis, con el sector siendo muy consciente de los descuentos que deben aplicar para atraer a fondos interesados.
Al cargo de esa rebaja de precios que impacta en provisiones, en contra del beneficio del banco se sumará también el coste del plan de eficiencia lanzado por la entidad, que se incluirá en los resultados del cuarto trimestre. Banco Sabadell ya ha dado luz verde a la hoja de ruta acordada con los sindicatos para la salida de 1.817 empleados en España, mediante prejubilaciones y bajas voluntarias.
El objetivo de la entidad es ahorrar unos 115 millones de euros en costes anuales y, según indicaron en su momento, la financiación del ajuste se llevará a cabo mediante plusvalías de las ventas de parte de la cartera ALCO, con un impacto neutro en capital.
Es decir, los gastos de explotación extraordinarios, que Renta 4 cifra en otros 300 millones de euros, junto a las mencionadas provisiones asociadas a la venta de carteras, además de la aportación al Fondo de Garantía de Depósitos, sitúa la estimación de resultados del Sabadell en pérdidas de 133 millones de euros en el cuarto trimestre. Una cifra que coincide con la que maneja el consenso de analistas recopilado por Refinitiv, de unos -137 millones de euros.
Esto no implica que Banco Sabadell vaya a cerrar 2020 en números rojos. Si se cumplen las previsiones, el banco habrá sobrevivido al año del coronavirus con un beneficio neto total de unos 29 millones de euros, según Refinitiv.
Los expertos anticipan que las pérdidas del cuarto trimestre servirán, de hecho, como un punto y aparte seguido para que la entidad ponga en marcha su camino en solitario… al menos de momento.
Aunque aún falta el visto bueno del Banco Central Europeo (BCE) y de la junta de accionistas para el nombramiento formal de César González-Bueno como nuevo consejero delegado, en sustitución de Jaume Guardiola, el directivo ya trabaja en las líneas maestras del nuevo Sabadell. El segmento empresarial y, sobre todo, la digitalización del negocio minorista, serán los pilares del plan en el que, sin duda, también ocupará un lugar privilegiado la venta de activos y de carteras tóxicas.