Unicaja y Liberbank avanzan en su proyecto de fusión cuando apenas quedan cuatro días para cerrar el acuerdo antes de que finalice el año. Fuentes financieras confirman que ambas entidades han llegado ya a un acuerdo para su futura gobernanza, uno de los principales obstáculos durante estas últimas semanas de negociaciones.
La intención es convocar a los consejos en los próximos días para anunciar el cierre definitivo de la operación, que tiene que llegar antes del 31 de diciembre si las entidades no quieren tener que partir de cero en futuras negociaciones. Al terminar el año, la nueva auditoría tendría que tomar como referencia las cuentas del cierre de 2020, y no las del primer semestre que se están estudiando en la actualidad.
Según explican las fuentes consultadas, las conversaciones estaban bastante encalladas en la estructura directiva que presentaría el nuevo banco fusionado, ante la perspectiva del momento en el que Manuel Azuaga, actual presidente de Unicaja con 73 años, decida retirarse, con lo que Manuel Menéndez, CEO de Liberbank, ganaría más influencia.
Acuerdo en revisión
El acuerdo al que se habría llegado es que Menéndez se someta en 2023, cuando Azuaga deje la presidencia ejecutiva al alcanzar los 75 años, a una 'votación' del consejo del nuevo banco resultante para analizar la posición del cargo de CEO.
Aunque los consejos aún deben aprobar el acuerdo definitivo, las fuentes consultadas indican que la sensación sobre las negociaciones es positiva y "se sigue trabajando en cerrar la operación antes de que termine el año", aunque en este tipo de procesos nunca se puede dar nada por seguro hasta la luz verde definitiva.
Los últimos datos apuntan a un peso del 59,5% para Unicaja y del 40,5% para Liberbank. La entidad fusionada pasará a ser el quinto mayor banco de España (teniendo en cuenta la nueva CaixaBank) con unos 110.000 millones de euros en activos.
Según explican los analistas, está previsto que el consejo de la entidad se reparta en la misma proporción que el capital, dejando claro que Ángel Rodríguez de Gracia, actual CEO de Unicaja, también tendrá un cargo de peso en la entidad combinada, que llegará, si finalmente se aprueba la fusión, con una plantilla de 9.972 empleados (6.274 de Unicaja Banco y 3.698 de Liberbank) y una red de 1.608 sucursales (1.029 de Unicaja y 579 de Liberbank).
Según cálculos de UBS, las entidades asumirían unos costes de restructuración de 290 millones de euros, para alcanzar unas sinergias de 97 millones.
Precisamente, uno de los objetivos de la fusión es mejorar la eficiencia en un entorno macroeconómico complejo y un escenario de tipos de interés en mínimos que complica, y mucho, la mejora de márgenes vía ingresos. Además, con la fusión de CaixaBank y Bankia en el horizonte, ganar masa crítica resulta clave para seguir compitiendo en el sector.