“Si esta crisis del coronavirus hubiese ocurrido hace solo un año, Bankinter ni se habría planteado la posibilidad de deshacerse de Línea Directa”. Esta afirmación de un gestor de fondos nacional evidencia el temor que aún existe en el mercado a que el banco naranja pierda su principal palanca de crecimiento en términos de rentabilidad y eficiencia en los últimos años.
Mucho más en un momento de crisis como el actual en el que la aportación del negocio bancario ha sufrido un frenazo brutal cambiando la tendencia de los últimos años.
Había sido precisamente ese crecimiento puro de banca, por encima del asegurador, el que había dado el empujón definitivo para lanzar la segregación de Línea Directa. Según datos de Bankinter, esta 'unidad' pasó de suponer un 34% sobre el beneficio total del Grupo en 2014 a un 19% en 2019, frente al peso del 81% en el negocio bancario, que creció desde el 66% que suponía hace seis años.
Sin embargo, la crisis ha dado un vuelco de 180 grados a esta tendencia y el seguro vuelve a recuperar su papel protagonista como 'salvavidas' frente al coronavirus. Según las cuentas del primer semestre, en las que Bankinter ya separa las del negocio bancario del asegurador, la parte puramente financiera aportó 61,8 millones de ganancias al Grupo, un 82% menos que un año antes.
Frente a este desplome del beneficio, derivado principalmente de mayores provisiones, el negocio de Línea Directa aportó 59 millones de euros, con un crecimiento del 12% hasta junio.
Es un hecho. A pesar de la pérdida de peso de los últimos años frente al negocio bancario, la aportación de Línea Directa al beneficio de Bankinter ha sido siempre clave en los ingresos por comisiones del Grupo y, sobre todo, en términos de rentabilidad, contribuyendo a que el banco naranja se mantenga líder de las cotizadas del sector por esta variable.
Según las cuentas separadas de la firma, el volumen de primas emitidas se ha mantenido estable durante los peores meses de la crisis, acumulando un total de 452 millones de euros. Destaca el crecimiento experimentado en Hogar (+7,8%). Vivaz, la aseguradora de Salud de Línea Directa, también ha cerrado el semestre con 75.000 pólizas, un 51% más.
Crecimiento en la pandemia
Es más, el margen de solvencia de Línea Directa se sitúa en el 238%, el ROE alcanza el 34% y el ratio combinado mejora en 2,4 puntos y se queda en el 85,7%.
Hasta junio, el número de riesgos asegurados por la compañía se ha elevado hasta los 3,18 millones, un 1,5% más que en 2019.
Números de fortaleza que contrastan con las provisiones para el negocio bancario que han contribuido a que la rentabilidad sobre fondos propios (ROE) de la entidad caiga por primera vez en años por debajo del 10%, hasta el 7,56%.
Los analistas coinciden en que la segregación de su joya de la corona presionará aún más esta ratio, por lo que podría no ser el mejor momento para la separación. La fortaleza de la entidad frente a la crisis está en juego.
El mercado vigila
Bankinter anunció a finales de 2019 su intención de convertir a Línea Directa en una compañía independiente y cotizada. La decisión no sentó nada bien al mercado en un principio, al considerar que el banco se deshacía de su principal palanca de crecimiento de los últimos años.
Pero poco a poco han ido aceptando la operación, sobre todo después de que desde la entidad se trasladara el mensaje de que en dos o tres años se lograría recuperar la aportación de la aseguradora al beneficio total.
Por si quedaban dudas, la consejera delegada de la entidad, María Dolores Dancausa, dejó claro el jueves que la operación sigue adelante. “No han cambiado ninguna de las razones por la que pensamos que es una magnífica operación”, aseguró durante la presentación de resultados del primer semestre. Eso sí, también reconoció que las aprobaciones regulatorias pueden retrasarse como consecuencia de la crisis.
Un retraso que no sería mal visto ni por los inversores, ni por los propios directivos de la entidad, conscientes también de que el movimiento choca en cierto sentido con el veto que el Banco Central Europeo (BCE) ha impuesto al sector en materia de dividendos.
En concreto, la idea de Bankinter es distribuir la totalidad de la prima de emisión (1.184 millones de euros) en dividendo, para que los accionistas tengan el 82,6% de Línea Directa antes de que esas acciones sean admitidas a negociación. El 17,4% restante pasaría a ser una inversión financiera en la cartera de Bankinter.
“Sacaremos Línea Directa a bolsa cuando llegue el momento, que espero que sea muy pronto”, insistió Dancausa. La directiva, por cierto, está íntimamente ligada a esta línea de negocio que tantas alegrías ha dado en la cuenta de resultados, ya que participó en su creación en 1994 y allí trabajó como consejera delegada hasta que en 2010 asumió su actual cargo de número dos en el banco.