El presidente de CaixaBank, Jordi Gual, ha defendido durante la junta de accionistas de la entidad la nueva política de dividendos del banco, asegurando que pese al reciente recorte en la retribución con cargo a 2019, "la retribución al accionista es y sigue siendo una prioridad para el banco".
Este ha sido, precisamente, uno de los puntos calientes de la junta, que se ha celebrado de forma telemática, después de que la entidad anunciara hace semanas una rebaja en su política de dividendos, apenas un día antes de que el BCE solicitase al sector bancario poner en cuarentena la retribución al accionista como consecuencia de la crisis.
En concreto, la entidad decidió reducir el pago correspondiente a 2019 de 15 céntimos a 7 céntimos por acción, lo que implica un pay-out del 24,6% y una rentabilidad por dividendo del 2,5%. Así mismo, modificó la política de 2020 con un dividendo en efectivo no superior al 30% del beneficio neto, frente al 50% que mantenía hasta ahora. “Una mayor retención del resultado permite reforzar la solvencia para seguir atendiendo las necesidades de financiación de los clientes y a la vez poder hacer frente al aumento del coste de crédito previsto”, indican desde CaixaBank. "La voluntad es devolver el capital a los accionistas cuando pase la crisis", insisten.
"Queremos insistir que la retribución al accionista es y sigue siendo una prioridad para el banco, pues es un compromiso que se mantiene desde la anterior crisis, aunque el entorno requiere la máxima prudencia", ha insistido Gual ante los accionistas que han seguido la junta a distancia.
Respecto a la caída de la cotización del banco en bolsa, algo que también preocupa a los accionistas, Gual ha recordado que CaixaBank es la entidad del Ibex que menos cae respecto a los otros cinco bancos cotizados en el selectivo español, aunque el descenso de este año supera el 40%.
"El comportamiento relativo de nuestra acción durante estos meses también refleja la resiliencia de nuestro modelo de negocio y la confianza en la capacidad de generar valor a largo plazo", ha asegurado Gual. "Nuestro objetivo también es proteger a los accionistas minoristas, vamos a seguir cuidándoles y haciendo lo posible para que ellos, que muchas veces son clientes, sigan siendo tan leales".
En este sentido, el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, ha repasado las actuaciones de la entidad para gestionar la crisis, con especial énfasis en el esfuerzo para hacer frente a la morosidad y al entorno de bajos tipos de interés que obliga a "buscar nuevas vías de ingresos".
Política fiscal común
Tal y como ya advirtió el jueves durante una sesión online organizada por el Cercle d'Economia, Jordi Gual ha insistido durante la junta en que “estamos ante un choque de enorme magnitud”, insistiendo en que “cuantificar de forma precisa cómo puede caer el PIB este año es todavía muy difícil ante la incertidumbre que existe sobre el ritmo en el alivio del distanciamiento social”. A su juicio, España se encuentra ante descensos de la actividad “muy superiores al de los peores años de la gran recesión”, anticipando que el escenario más adverso indica caídas del PIB e más de dos dígitos este año y una recuperación posterior “más lenta de lo que desearíamos”.
Desde la entidad consideran que esta recuperación dependerá del grado de contención del virus, del acceso a una vacuna o a tratamientos efectivos, pero también a la efectividad de las políticas económicas.
Durante su intervención en la junta, el presidente de CaixaBank ha valorado positivamente las medidas adoptados en España, recordando que sin actuaciones como la flexibilidad de los ERTE y las ayudas, "estaríamos hablando de tasas de desempleo de más del 30%". “Las medidas van en la dirección correcta, pero la situación merece un esfuerzo fiscal coordinado y sustancial a nivel europeo”, ha insistido Gual.
Según explica el banquero, “es necesario la compartición del gasto, no solo ayudar a través de préstamos, porque solo así todos los países podrán dar una respuesta a la crisis, evitando la distorsión del mercado único europeo”. En este sentido, Gual ha calificado como “muy positivo” el acuerdo entre Alemania y Francia, indicando que “sería deseable que saliera adelante”.
Después de reclamar una posición común en la UE para salir de la crisis, Gual ha destacado la mayor contundencia que se ha visto estos meses por parte del Banco Central Europeo (BCE), garantizando la abundancia de liquidez y el acceso a la financiación para empresas, familias y hogares.
“Es fundamental que el organismo siga garantizando que su política se transmite con efectividad a todos los rincones de la región, independientemente de la situación fiscal de los países miembros”, ha insistido Gual.
Moratorias y préstamos
“Trabajamos para ayudar a mitigar los efectos económicos y sociales de la pandemia”, insisten desde CaixaBank. Según las últimas cifras disponibles el banco ya ha gestionado 344.000 solicitudes de moratorias, 12.000 millones de euros en créditos ICO en 143.000 solicitudes, además de atender a 4.300 familias afectadas con la condonación de alquileres y a 3,2 millones de clientes con el adelanto en subsidios como la prestación por desempleo o las pensiones.
CaixaBank también ha querido destacar la fortaleza comercial y financiera con la que la entidad ha entrado en la crisis, después de realizar provisiones pro 400 millones para hacer frente al impacto del coronavirus en sus cuentas. “Esta ha sido una decisión coherente, responsable y de prudencia, como la que tomamos con el dividendo”, ha indicado el presidente de la entidad.