Paso atrás en la nueva política de comisiones de CaixaBank. La entidad ha comenzado esta tarde a remitir a sus clientes las notificaciones para informarles de que retrasará su nueva política de comisiones hasta el 1 de octubre.
La decisión se encuadra en la grave crisis sanitaria que tanto está afectando a familias y empresas. "Ahora estamos centrados en las ayudas y no corresponde iniciar una estrategia comercial como esta", indican fuentes de la entidad, que ya habían explicado a Invertia que llevaban semanas analizando la posibilidad de poner en cuarentena la nueva medida.
CaixaBank iba a ser la última de las grandes entidades en aplicar una nueva estrategia de comisiones centrada en hacer más rentables a sus actuales clientes por medio de la vinculación. Sin embargo, la crisis se ha interpuesto en unos planes que desde hace semanas ya aplican otros como Bankia, Sabadell o Banco Santander.
En concreto, y si todo hubiera salido según lo previsto, la idea era que a partir de este mismo miércoles 1 de abril los clientes más vinculados serían los que se librasen de las comisiones. Aquellos que mantengan una nómina de más de 600 euros domiciliada, o si cuentan con más de 20.000 euros invertidos en fondos, planes de pensiones o seguros de ahorro comercializados por la entidad.
La segunda condición para mantener los servicios sin mayor coste para el cliente, y que se impondrá a partir del 1 de octubre, será domiciliar tres recibos o realizar tres compras al trimestre con la tarjeta.
Aquellos clientes que no tengan la nómina domiciliada pasarán a pagar a partir del 1 de octubre 60 euros trimestrales (240 euros al año). La comisión será de 15 euros trimestrales (60 al año) si se domicilia la nómina, pero no se cumple con el segundo bloque de condiciones (invertir 20.000 euros en productos de la entidad).
Desde la entidad recuerdan que la mayoría de sus clientes ya son vinculados, por lo que los requisitos no variarán notablemente para ellos. Los clientes de imagingBank tampoco forman parte de este nuevo programa.