La solvencia de la banca europea se ha mantenido estable en un año, de junio de 2018 a junio de 2019, pero la rentabilidad sigue baja y ha caído, indicó hoy la Autoridad Bancaria Europea (ABE), que insta a efectuar una gestión proactiva de los gastos operativos para afrontar ese descenso.
La ABE publicó su informe anual de riesgos y vulnerabilidades en el sector bancario europeo y su ejercicio de transparencia 2019, evaluado a partir de los datos de 131 entidades de 27 países del Espacio Económico Europeo. En el documento, el organismo advierte de que "apenas hay catalizadores claros para una mejora de la rentabilidad de los bancos que aparezcan en el horizonte". "La baja rentabilidad limita la capacidad de los bancos para generar capital orgánicamente y financiar el crecimiento de los préstamos, así como para pagar dividendos", considera el organismo según informa Reuters.
El ratio de capital frente a activos de riesgo (CET1) se ha mantenido prácticamente estable: en junio de 2019 se situó en el 14,41 %, apenas una décima más que en el mismo periodo del año anterior. Por países, los ratios más altos estuvieron en manos de Islandia (20,86 %) y Luxemburgo (20,36 %), mientras que en el otro extremo aparecen España (11,57 %) y Bulgaria (11,99 %).
El informe recalcó que la rentabilidad bancaria europea no solo sigue baja, sino que ha caído: el rendimiento de capital (RoE) pasó del 7,2% al 7%, y en muchos bancos está por debajo de su coste del capital.
BAJOS TIPOS
Los bajos tipos de interés y una competencia intensa por parte tanto de otros bancos, como de firmas de tecnología financiera y otros actores financieros se espera que añada presión a dicha rentabilidad.
Al mismo tiempo, según su previsión, un creciente número de casos de blanqueamiento de dinero y operaciones de financiación de terrorismo se suman como elementos destacados en el aumento de los riesgos operativos.
En este entorno, "racionalizar" los gastos operativos, por ejemplo con cierres o reducción de personal, se erige como medida prioritaria para mejorar la rentabilidad.
Entre los puntos positivos, los activos de los bancos se incrementaron un 3 %, principalmente por el crecimiento en los préstamos y títulos de deuda.
El organismo recalcó que su calidad ha mejorado, aunque a menor ritmo que en años anteriores: el ratio de acumulación de préstamos morosos (NPL) pasó del 3,6 % en junio del año pasado al 2,99 % este junio. Es el nivel más bajo desde que los países europeos armonizaron su definición de la tasa de morosidad en 2014, año en el que en diciembre alcanzó el 6,5 %, pero el deterioro de las perspectivas macroeconómicas podría cambiar esa tendencia.
EJERCICIO DE TRANSPARENCIA
Sus ejercicios de transparencia, con los que la ABE mide la posición financiera de los bancos europeos, son diferentes de los test de resistencia, que evalúan la resistencia de la banca ante escenarios adversos.
En esta ocasión hay 12 entidades españolas analizadas: Abanca Holding Financiero; Banco Bilbao Vizcaya Argentaria; Banco de Crédito Social Corporativo; Banco de Sabadell; Banco Santander; Bankinter; BFA Tenedora de Acciones; Caixabank; Ibercaja Banco; Kutxabank; Liberbank y Unicaja Banco. Figuran también, entre otros, los británicos Barclays, HSBC, Lloyds o RBC; los alemanes Deutsche Bank o Commerzbank; el italiano Banca Monte dei Paschi di Siena y los franceses BNP Paribas, Crédit Agricole o Société Générale.
El organismo añadió que el ratio de cobertura, o nivel de protección ante los préstamos impagados de los clientes, ha pasado del 46% en el segundo trimestre de 2018 al 44,9% en el de 2019, porcentaje que oscila del 26 % en bancos de Finlandia y Malta al 66 % en los de Hungría y Rumanía.
El grado de apalancamiento (deuda sobre fondos propios) ha permanecido casi estable, con un avance interanual de una décima, hasta el 5,2%, concluyó la organización, que se instaló en París el pasado junio.
El porcentaje más alto en este último caso lo anotaron Islandia (14,04 %) y Eslovenia (10,57 %), en contraste con Suecia (4,41 %) y Holanda (4,51 %).