Ángel Escribano, presidente de Indra, en su última comparecencia en el Congreso.

Ángel Escribano, presidente de Indra, en su última comparecencia en el Congreso. Europa Press

Empresas

La negativa de General Dynamics a vender sus patentes bloquea la compra de Santa Bárbara por Indra

Ambas partes están condenadas a entenderse para realizar el programa del 8x8 Dragón a pesar de las dudas jurídicas que han surgido sobre Tess Defence

Más información: Indra pone en su foco a Santa Bárbara de General Dynamics ante el "anhelo" de Sánchez de un gigante de la Defensa

Publicada
Actualizada

El presidente de Indra, Ángel Escribano, dejó muy claro la semana pasada en el Congreso que la compra de Santa Bárbara, propiedad de la norteamericana General Dynamics, se debe hacer con las patentes tecnológicas que el grupo ha desarrollado en nuestro país en los últimos años que, a su entender, son "de todos los españoles".

Esas intenciones, tras acusar a la multinacional de EEUU de haber dejado de invertir en la filial española desde que la compró, hace casi dos décadas y media, se han convertido en el verdadero escollo para poner en marcha la operación.

Desde ambas organizaciones aseguran que no hay conversaciones oficiales en marcha, pero unos y otros han puesto en marcha a sus equipos directivos para analizar todos los recovecos legales que puedan surgir en un más que probable proceso de venta.

El malestar que se ha generado en General Dynamics ha llegado a la sede de Estados Unidos y se han puesto en marcha todas las alertas en la filial española, que se encuentra revisando todos los acuerdos a los que ha llegado con Indra, siempre de cara a preservar su tecnología de cualquier operación.

Este enconamiento de la situación se produce cuando más necesitadas están las dos partes de entenderse en el seno de Tess Defence, el consorcio encargado de la realización del 8x8 Dragón, el carro de combate que lleva años de retraso y que es el proyecto estrella del Ejército español.

La última operación sobre Tess Defence se realizó en octubre pasado y le dio la mayoría a la empresa española controlada por el Estado, con la intención de que liderase el proyecto en su recta final.

El Ministerio de Defensa, que paga el contrato de más de 2.400 millones, ha puesto incluso a uno de sus militares de mayor rango para 'controlar' que las cosas vayan bien.

La casa matriz de Santa Bárbara examina si se ha llegado a completar la eficacia legal de esa compra parcial que se hizo o persiste alguna de las "causas suspensivas" que se estipularon, como la autorización definitiva del Ministerio de Defensa a la operación o realizar el pago completo.

Tampoco parece que haya cambiado la composición del consejo de Tess Defence (Santa Bárbara sigue teniendo dos sillones).

Dentro de la empresa española se muestran muy tranquilos con las dudas sobre el contrato de Tess Defence y aseguran que está en vigor y funcionando, de forma que se garantiza el liderazgo de Indra en la realización del blindado del Gobierno, justo ahora, que es cuando más hay que demostrar a Europa que estamos en la carrera por mejorar la industria de defensa.

Cascada de fichajes

Sea como fuere, fuentes cercanas a la compañía aseguran que desde el otro lado del Atlántico se ha descartado de plano cualquier cesión o venta de patentes, sobre todo ahora, con un mercado europeo que, a pesar de intentar recortar el papel de la tecnología americana, ofrecerá buenas oportunidades de negocio a las filiales europeas.

Por lo pronto, Indra sigue haciendo fichajes en la filial española de General Dynamics. Esta misma semana se ha conocido el paso a la empresa que preside Ángel Escribano del director de comunicación, que llevaba 22 años en la compañía, Rafael Moreno.

Junto a él, también pasará a Indra la directora de operaciones, Beatriz Gómez. Dos traspasos que vienen a completar el que se hizo recientemente del secretario general de Santa Bárbara, Ángel de Álvaro, que ya es de hecho el nuevo jefe del área jurídica de Indra.