Un skincare a medida creado con IA: el proyecto sevillano para agitar el mercado con el liderazgo de una ex de Bayer
KI LABS diagnostica con solo una foto y envía una crema personalizada en cinco días. En un mes han disparado un 400% los pedidos.
17 septiembre, 2024 02:23Sacarse el máximo partido a la piel con una sola crema diseñada precisamente para ello. Es el giro al skincare que propone KI LABS, una empresa sevillana que utiliza la IA para hacer un diagnóstico del cliente a partir de una foto en la que se analizará qué principios activos son precisos para cuidarse la piel. El sistema, aseguran, mejora hasta en doce veces los resultados de las cremas de mercado.
El proyecto, que llega en un momento de alta demanda dentro de la personalización en la cosmética, nació este año y en sus primeros meses de vida registra una "avalancha" de solicitudes.
"De julio a agosto ha habido un incremento de ventas del 400%", apunta en entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia la CEO de KI LABS, Lara Manteca, que con estudios de Farmacia y Marketing y a punto de cumplir 30 años, acumula experiencia en grandes compañías del sector, como Bayer, Bristol Myers Squibb o AstraZeneca.
De esta última pidió una excedencia para embarcarse en esta aventura desde Sevilla, donde quiere abrir un camino poco explorado, el de la cosmética a medida, por ahora bajo el lema "Tu piel es única, tu crema también". El eslogan está llamado a ampliarse: antes de final de año sacarán también un sérum, un contorno de ojos y un booster.
"La idea no es solo lanzar un producto, sino convertirnos en un referente de cosmética personalizada real", advierte Manteca.
Diagnóstico con una foto
¿Cómo funciona la propuesta? Basta subir una foto del rostro, tomada simplemente con el móvil, en la web de KI LABS para desencadenar el proceso. Una inteligencia artificial desarrollada por el equipo, compuesto por expertos farmacéuticos, cosmetólogos y profesionales del sector tech, estudia la información y emite un diagnóstico.
El análisis detecta las necesidades de la piel y además coteja otra información relevante para decidir la fórmula exacta de la crema. Por ejemplo, dónde vive el cliente. "La ciudad en la que vives impacta en cuanto a la polución, la humedad, o la radiación ultravioleta", razona Manteca.
También se analiza el género por cuestiones hormonales, la edad y finalmente las preocupaciones del cliente. ¿Quiere atender primero los brillos, las rojeces, la grasa? Con todos los datos el algoritmo desarrollado formular una crema con una serie de principios activos especialmente indicados en cada caso.
El resultado final, que es 100% vegano y con un 98% de ingredientes de origen natural, son 50 mililitros de crema para aplicar dos veces al día por algo más de 50 euros. Llega al domicilio en un plazo de entre tres y cinco días.
Unas 2.000 personas ya han probado este diagnóstico desde el verano, una respuesta que tiene entusiasmada a una compañía que no se atreve a marcarse por ahora metas comerciales y que confía ciegamente en su producto.
"Somos doce veces más eficaces que cualquier otro producto cosmético. Los principios activos que nosotros formulamos, el hecho de que sean los que tu piel necesita, ya está dando un plus de eficacia", explica la CEO.
Auge del skincare
La propuesta de KI LABS llega en un momento de auge a nivel global del skincare. Un reciente informe de la consultora McKinsey remarca que el skincare ya es la mayor categoría dentro del sector de la belleza, representando actualmente el 44% del mercado, que facturó en total 446.000 millones de dólares en 2023.
Las ventas de la categoría skincare creceron un 6% en 2023 y la previsión es que ese ritmo se mantenga durante los próximos cuatro años, gracias a la demanda de la generación Z (nacidos entre mediados o finales de la década de 1990 y los 2000) y Gen Alfa (nacidos del 2010 en adelante).
No es el único aviso del informe. McKinsey apunta a las innovaciones como clave para que el mercado no se estanque, algo que pasa, sugiere, por la apuesta por productos naturales. No menciona la personalización, un asunto en el que la gran industria observa con timidez. Por ahora, los avances se han referido a personalizar el envase, no el contenido.
Esto deja un camino que quiere explorar KI LABS, que tiene a favor su pequeño tamaño. "Para las empresas que son muy grandes hacer un producto personalizado conlleva complejidades. No puedes fabricar en masa, y han entendido que van a perder mucho margen por tener que personalizar un producto cuando ya lo ganan. Pero nosotros, por ejemplo, no tenemos un stock", indica Manteca.