Tortas de Inés Rosales.

Tortas de Inés Rosales. Cedida.

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Inés Rosales regresa al sudeste asiático tras la Covid: volverá a vender en Taiwán y se lanzará a potenciar Corea

En España, que supone el 80% de su negocio, ultima acuerdos con grandes supermercados para desplegar su línea de 'crackers'.

22 mayo, 2024 02:13

Inés Rosales da por finalizados los efectos comerciales de la pandemia en el sudeste asiático, que restringieron durante un tiempo su negocio, y coge carrerilla este 2024. Mirará este año con especial interés al sudeste asiático para regresar con fuerza en Taiwán, donde no vende desde la aparición de la Covid, y también potenciará Corea, donde su facturación "bajó muchísimo".

Los dos países son punta de lanza del objetivo de la compañía sevillana: volver a expandir "su mancha de aceite", expone a EL ESPAÑOL-Invertia su director general, Juan Carlos Espinosa. La ventana de oportunidad que identifican con mayor claridad es Asia, con China a la cabeza y también Japón, donde esa mancha está lista para ampliarse.

Esta zona es uno de sus dos grandes núcleos para la expansión internacional prevista este año. El otro es Estados Unidos, donde quieren llegar a "más territorio y más cadenas", ampliando sus acuerdos con, entre otras, Costco, una "cadena objetivo" para la empresa andaluza con la que avanzan en negociaciones. 

[Las exportaciones fuera de la UE salvan las ventas al exterior de las grandes empresas españolas en enero]

"Hacemos con ellos algunas acciones puntuales, pero estamos trabajando para que tengamos un surtido más regular y más asiduo", explica Espinosa. Tras llegar a 35 países, se centran ahora en reforzar lo que tienen. No queda mucho más mercado por conquistar -ven complejo el norte de África- y aún se les resiste asentarse en su particular "espinita": Italia, un país de hercúlea defensa del producto local.

Así las cosas, apostar por Estados Unidos y el sudeste asiático se les antoja un camino seguro para incrementar la facturación en el exterior, que supone el 20% de su total de negocio. De ese porcentaje, en torno al 70% corresponde a ventas en Estados Unidos y el bloque del sudeste asiático, un 4%.

Elaboración de las tortas de Inés Rosales, que sigue siendo manual.

Elaboración de las tortas de Inés Rosales, que sigue siendo manual. Cedida.

No es mucho, pero recuperar el músculo en este área es, no obstante, fundamental para la diversificación. "Lo que nos da son alegrías", asegura, porque con ella han descubierto que la versatilidad de un producto que durante décadas fue visto como sólo encajable "en el desayuno o la merienda".

En paralelo, el equipo trabaja en lanzar en España su nuevo producto de galletas saladas, crackers, que comenzaron vendiendo en Estados Unidos únicamente. "La experiencia nos ha animado a lanzarlo aquí a nivel nacional", apunta. 

Una alerta alimentaria olvidada

Bajo la marca 'crujío', quieren expandir la galleta con sésamo y albahaca a modo de snack. Actualmente negocian con grandes distribuidoras para que llegue a supermercados de todo el territorio nacional, expandiendo así las actuales barreras de un producto que apenas se vende en Andalucía y en El Corte Inglés en el resto del país.

Todos los planes para 2024 se afrontan en la compañía con un renovado optimismo tras desestimar una alerta alimentaria que, estima, le ha llevado a perder en diferentes distribuidores entre el 2% y el 6% de su facturación mensual.

Tortas de Inés Rosales.

Tortas de Inés Rosales. Cedida.

Todo sucedió a primeros de mayo. Las autoridades sanitarias de la Comunidad Valenciana detectaron presencia de proteínas de la leche no incluidas en el etiquetado en las tortas y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) emitió una alerta para las personas alérgicas a esa proteína.

Es una situación que quedó desestimada con ulteriores análisis que probaron que no había presencia de tal proteína en esas muestras, pero la sospecha ya se había lanzado. "Hubo precipitación", lamenta Espinosa. 

"Hay una cierta alarma que nosotros tenemos que asumir, pasar página, y salir reforzados, porque estamos más tranquilos incluso que antes", asegura.

Ha sido el segundo bache superado en el último año. El primero fue la tensión por la escalada de precios del aceite de oliva, que supone el 24% de la composición de las tortas, y el 65% de su coste de producción. 

Instalaciones de la compañía en la provincia de Sevilla.

Instalaciones de la compañía en la provincia de Sevilla. Cedida.

"Son condicionantes que hacen que pesen mucho frente a la competencia", admite el director general. Algo más del 50% del incremento de costes se trasladó al producto, y hubo que contener el aliento un tiempo para ver qué impacto generaba eso en el mercado.

La incertidumbre se resuelve con un aumento de venta de unidades. Venden en torno a 12 millones de paquetes -es decir, más de 70 millones de tortas- cada año y en 2023, mientras el aceite se disparaba, vendieron medio millón de paquetes más que el año anterior. O dicho de otra forma, un 4,5% más. 

Así las cosas, y confiando en que los precios del 'oro líquido' no vuelvan a complicar sus previsiones, sostienen que sobrepasarán los 18 millones de facturación este año. Son dos millones más que el año precedente, aupados en el aumento de unidades, y de valor teniendo en cuenta el mayor precio al que las han vendido.