Casi tres semanas después de que comenzase la huelga indefinida de los trabajadores de Acerinox en la planta de Los Barrios (Cádiz), la situación entra en una fase de bloqueo total.
La planta lleva sin actividad desde el pasado día 5 por desavenencias con respecto al convenio colectivo, y actualmente no parece haber canal de comunicación para desatascar la situación. Según sostiene Acerinox, entienden que no hay "un interlocutor válido".
¿Por qué? Dice la empresa que después de las cuatro convocatorias de huelga en paralelo -de los sindicatos Asociación de Trabajadores del Acero (ATA), CC.OO., UGT y USO- lanzadas por el mismo motivo, el comité de huelga constituido no garantiza la "representatividad y proporcionalidad del Comité de Empresa para poder alcanzar pactos válidos".
Según explican fuentes de ese comité a EL ESPAÑOL-Invertia, el problema reside en que dentro de ese grupo, compuesto por doce personas, hay un número de integrantes de ATA mayor al que, a juicio de la compañía, le correspondería teniendo en cuenta el reparto de asientos de los diferentes sindicatos en el comité de empresa.
"En todo caso, Acerinox Europa considera que hay margen para alcanzar un acuerdo y reitera su voluntad negociadora", remacha la compañía, que registra unas pérdidas de 180.000 euros por cada día de huelga.
El convenio
El origen del conflicto está en las discrepancias con varios puntos del convenio propuesto. Por ejemplo en subida salarial: el comité demanda una subida del 3% anual con revisión del IPC real cada año hasta 2027, mientras que la empresa ha ofrecido un 1,75 % de subida para los próximos tres ejercicios sin revisión al IPC y con una mejora de 0,5 % por cada 35 millones de beneficios.
Otro punto importante de desacuerdo tiene que ver con la flexibilidad horaria. En aras de aumentar la productividad, la empresa propone enviar a casa al trabajador durante el tiempo que la máquina no esté operativa, lo que implica, señalan los trabajadores, un grave trastorno cuando esas horas tratan de recuperarse alargando la jornada.
La empresa, por su parte, remarca que la planta es deficitaria y que, para volver a la rentabilidad y a la competitividad, "es imprescindible adoptar un nuevo modelo organizativo que se adapte a la verdadera realidad del mercado del acero inoxidable", que está "afectado por la caída de la demanda y de los precios y el alza de los costes
energéticos".
En ese contexto, las instalaciones gaditanas, continúa Acerinox, han registrado pérdidas en tres de los últimos cuatro ejercicios. "En el tercer trimestre de 2023, las ventas de esta división cayeron un 36%", expone la compañía, que propone "medidas comúnmente adoptadas por nuestra competencia y la industria en general".
Se refieren así a la flexibilidad laboral ya mencionada. También a la "reducción de horas extras, formación en polivalencia, reducción del nivel de absentismo y una prima de producción que promueve la producción y calidad de productos de mayor valor añadido".
Asimismo, insiste en que su propuesta de convenio colectivo "respeta tanto el Estatuto de los trabajadores como cualquier otra normativa legal vigente" y "conlleva importantes ventajas para los trabajadores de las que antes no disponían".