En un mundo transformado por la digitalización estar conectado es inevitable, pero también imprescindible. Más aún cuando se trata de sacar adelante una empresa. Sin embargo, un tercio de la población mundial -2.600 millones de personas- aún no tienen acceso a la red, según datos de la UIT (Unión Internacional de Telecomunicaciones, organismo especializado de las Naciones Unidas). Detrás de esa desconexión hay millones de personas que están sujetas a un menor nivel educativo e ingresos más bajos. Personas que viven generalmente en zonas rurales y son, en su mayoría, mujeres.
Emprendedores digitales: la tecnología cierra brechas en América Latina
Gracias a la digitalización millones de emprendedores de América Latina están logrando reducir la desigualdad que los separa del resto del mundo combatiendo la pobreza, mejorando sus vidas y haciendo prosperar sus negocios.
Un proyecto de EL ESPAÑOL yAcabar con esta brecha se ha convertido en todo un desafío para las entidades sociales que trabajan por una sociedad más inclusiva e igualitaria. La Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA) apuesta por la transformación digital en América Latina con el objetivo de “promover el desarrollo económico y social de las capas más vulnerables de la población. Apoyamos a los emprendedores para que sus negocios prosperen y redunde en el bienestar de sus familias”, asegura Javier M. Flores, director general de la FMBBVA.
En América Latina, donde el 70% de las personas emprenden debido a la falta de trabajo, acaba resultando evidente la brecha digital con otras partes del mundo. Entre las causas principales de esta división está la dificultad para acceder a la red, ya que el 32% de la población de América Latina y el Caribe (244 millones de personas) no tiene acceso a servicios de Internet, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y, aunque el acceso a Internet móvil es algo más amplio, este no siempre es de calidad.
La labor de la FMBBVA en América Latina
La labor de la Fundación Microfinanzas BBVA para suavizar las desigualdades se basa fundamentalmente en la concesión de microcréditos para apoyar los pequeños negocios, cuya contribución al PIB de estos países es muy relevante y acompañar a los emprendedores para que puedan progresar gracias los excedentes que generan sus empresas. Les apoya, además, con educación financiera y otros productos, como seguros o ahorro.
En este camino, la tecnología es una herramienta que permite mejorar su inclusión financiera y social. Esto se logra mediante formación gratuita en habilidades digitales y herramientas que facilitan la digitalización de sus negocios. Otra parte importante de esta atención personal es que los emprendedores cuentan con la ayuda de un asesor que se desplaza hasta su emprendimiento. Los asesores llevan una tablet que funciona sin conexión a internet, algo relevante teniendo en cuenta que muchos microempresarios viven en zonas rurales apartadas sin conectividad. Además, enseñan a los emprendedores el uso de las apps de banca móvil, diseñadas para ellos de manera fácil; así desde sus teléfonos móviles pueden hacer todo tipo de trámites y verificar el estado de sus créditos sin tener que abandonar su trabajo.
A medida que evolucionan los negocios también avanzan los productos y servicios de la FMBBVA en estos países, para continuar ofreciendo a los emprendedores herramientas destinadas a facilitar la gestión de sus operaciones, así como ayudarles a proteger sus negocios ante los efectos del cambio climático, ya que muchos de ellos se encuentran en zonas especialmente vulnerables a catástrofes naturales.
Herramientas digitales que facilitan la vida de los emprendedores
Biometría facial y de voz
Permite acceder a la banca móvil, realizar operaciones y autenticar transacciones como transferencias y retiro de dinero. Se reconoce el patrón vocal individual para realizar la autenticación y funciona en cualquier dialecto. Más de 30.000 emprendedores se han registrado ya en sus apps de banca móvil utilizando la biometría.
Esquina digital
Un espacio en las oficinas especializado en ofrecer a los emprendedores formación en habilidades digitales con la ayuda de los asesores de la FMBBVA.
Mapa de vulnerabilidad climática
Utilizando tecnología innovadora, y cruzando datos de la NASA o de Copérnicus, se analizan las zonas de mayor riesgo climático. La información que ofrecen estos mapas se cruza con los datos de geolocalización y de situación económica y social de los emprendedores para diseñar y ofrecer soluciones ajustadas a sus necesidades. Ya son más de 165.000 emprendedores los que cuentan con productos de mitigación y adaptación.
Seguros climáticos
En un mundo donde solo el 7% de las pérdidas por desastres están aseguradas en países de ingresos medios y bajos, las entidades de FMBBVA están ofreciendo seguros climáticos agrícolas que protegen a los emprendedores contra daños en cosechas o locales comerciales causados por eventos climáticos, como lluvias intensas, vientos fuertes o granizo. La iniciativa busca mitigar los impactos económicos y sociales de estos eventos, permitiendo que los emprendedores afectados continúen con sus actividades comerciales. Hasta ahora, más de 150.000 personas han sido aseguradas, marcando un paso significativo hacia la protección financiera y la resiliencia en comunidades vulnerables.
Seguros paramétricos
Se trata de una solución innovadora para luchar contra el devastador impacto de los fenómenos climáticos extremos a través de la cual se utilizan datos de fuentes satelitales para establecer índices y umbrales de daños en cosechas, negocios y viviendas, activando automáticamente pagos a los asegurados cuando se registra un evento que supera dichos umbrales, ofreciéndoles apoyo inmediato y directo.
Con la puesta en marcha de estas herramientas digitales, la FMBBVA refuerza su apuesta por la sostenibilidad medioambiental. A día de hoy, el 90% de los microcréditos que conceden sus entidades se formalizan a través de una aplicación móvil que utiliza la geolocalización para llegar a las personas que viven en zonas rurales y que funciona incluso sin conexión a Internet: “Llevamos la conectividad a sitios remotos para que nuestros emprendedores puedan engancharse a los avances del siglo XXI, al mismo tiempo que desarrollamos productos y servicios adaptados a sus necesidades, que van desde capacitación en habilidades digitales, educación financiera o medidas de adaptación al cambio climático”, añade Flores.
Historias de vida
A través de sus herramientas digitales la FMBBVA hace prosperar negocios, detrás de los cuales hay personas con historias inspiradoras de superación y crecimiento ante las dificultades.
Vender miel por Internet desde el desierto de Atacama
Edith Elgueta es una apicultora chilena que, gracias a Internet, puede vender sus productos por todo el mundo.
Leer másDirigir un negocio desde la selva peruana
María Jorge Álvarez, fábrica artesanía indígena y utiliza la tecnología para llevar su negocio desde la selva peruana.
Leer másAlcanzar una nueva vida como migrante gracias al emprendimiento
Se trasladó desde Venezuela para montar una escuela en Colombia. La tecnología le ha permitido mejorar el alcance de su negocio.
Leer másCosmética natural para recuperar la cultura indígena
Celia Mosquera es una emprendedora colombiana que elabora cosméticos naturales y los vende a través de redes sociales.
Leer másMujeres rurales que rompen barreras con tecnología y esfuerzo
La agricultora Luz Nelsy Rodríguez puede evitarse los largos traslados hasta su sucursal gracias a una app de banca móvil.
Leer másUna emprendedora panameña que ofrece trabajo a madres solteras
Julia Sandoval puede dedicar todo su tiempo a su restaurante, ya que es su asesor quien se desplaza para realizar cualquier gestión.
Leer másCultivar flores a 1.200 metros de altitud
El asesor financiero de Rumaldo Álvarez llega en moto hasta su cultivo para ofrecer los servicios más adecuados para su negocio de venta de flores.
Leer másOrfebrería mapuche que triunfa en redes sociales
Jessica Quipainao usa las redes sociales para vender sus productos tradicionales de orferbería mapuche, una etnia chilena.
Leer másUna microempresa que da Internet a todo un pueblo
Ceneris Espitia montó un punto de conexión a Internet en su pueblo para que los jóvenes tuvieran un mejor acceso a la educación.
Leer másVender miel por Internet desde el desierto de Atacama
El desierto de Atacama es el lugar más árido de la tierra. Pero en Arica, muy cerca de la frontera con Perú, Edith Elgueta ha logrado que florezca su negocio de apicultura. En un paisaje casi lunar, con colmenas acomodadas entre enormes dunas de arena, recoge la miel y el propóleo que sus abejas extraen de la escasa flora nativa que crece gracias a acuíferos subterráneos. Y pese a tener su negocio en pleno desierto, vende sus productos en todo el mundo gracias a Internet. Vivir en un ecosistema como este le ha hecho renunciar a muchas cosas, pero la tecnología permite reducir la distancia entre Edith y el resto del planeta. Esta emprendedora también hace, de manera online, cursos de gestión administrativa, control de stock o contabilidad que le ofrece Fondo Esperanza, la entidad chilena de la Fundación Microfinanzas BBVA, y que le permiten que su negocio siga creciendo.
Dirigir un negocio desde la selva peruana
María Jorge Álvarez, orgullosa de su herencia Asháninka, ha construido una vida y un negocio en la selva amazónica peruana. Como madre soltera de cuatro hijos ha superado grandes desafíos, siendo uno de ellos la creación de su negocio de artesanía indígena y alimentación, que puso en marcha hace más de una década. Durante este tiempo, ha tenido el respaldo de Financiera Confianza que, con el apoyo de la FMBBVA ha facilitado su digitalización. Gracias a la tecnología y al uso de la banca móvil para gestionar su pequeña empresa, ahora María ha podido transformar su día a día sin tener que abandonar su comunidad para hacer gestiones financieras.
Alcanzar una nueva vida como migrante gracias al emprendimiento
Andrés Hernández y su mujer Carolina, migrante venezolanos, buscaron y encontraron la estabilidad económica en Colombia. Después de trabajar como taxista, en una discoteca y hasta en un grupo de mariachis, el matrimonió halló su lugar al fundar una academia de apoyo para estudiantes. Y hace más de dos años, Bancamía, la entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA en Colombia, empezó a apoyar su negocio. Además de crédito, les ofrecen formación empresarial esencial y de uso de nuevas tecnologías para que puedan seguir potenciando y hacer crecer su escuela.
Cosmética natural para recuperar la cultura indígena
La emprendedora colombiana Celia Mosquera ha encontrado en su negocio de cosmética natural una vía para reconstruir su vida después del desplazamiento forzoso que vivió con su familia. Rescató recetas y fórmulas ancestrales de la etnia Awá, a la que pertenece su madre, y también los sobanderos (masajes) de la comunidad afro a la que pertenece su padre. Con esta herencia cultural, Celia ha creado productos como pomadas y aceites utilizando plantas medicinales y frutas de la región. Además, con el respaldo de Bancamía y el programa Emprendimientos Productivos para la Paz (EMPROPAZ), Celia ha recibido un crédito semilla que le ha permitido renovar la imagen de su marca y adquirir materiales esenciales.
Mujeres rurales que rompen barreras con tecnología y esfuerzo
Una app ha permitido a Luz Nelsy Rodríguez, emprendedora colombiana, superar las barreras geográficas y económicas a las que se enfrentaba viviendo a más de 350 kilómetros de Bogotá. Desde la aplicación de banca móvil de Bancamía puede hacer transferencias y pagar las cuotas de su crédito sin tener que desplazarse hasta la sucursal, por lo que puede dedicarse enteramente al negocio que regenta junto a su hermano, cultivando árboles frutales, frijol y cacao.
Una emprendedora panameña que ofrece trabajo a madres solteras
Con 40 años de experiencia en gastronomía, Julia Sandoval ha dirigido su restaurante de comida criolla desde 2012, en el que ha brindado empleo a diez madres solteras, creando una pequeña familia en Doña Julia. Desde que puso en marcha el negocio se ha beneficiado de los créditos de Microserfin, la entidad panameña de la Fundación Microfinanzas BBVA, y ha podido mejorar y expandir su restaurante, adaptándose incluso durante la pandemia al aceptar pedidos a domicilio, convirtiéndose así en toda una referencia culinaria para los vecinos del municipio panameño de Chitré.
Cultivar flores a 1.200 metros de altitud
Hace tres años que Rumaldo Álvarez dejó su trabajo en la construcción para embarcarse en la industria de la floricultura en la localidad dominicana de Constanza. Con el apoyo de Banco Adopem, entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA), ha logrado que su negocio de venta de flores y árboles evolucione: emplea ya a 12 personas y reparte sus productos por todo el país. A pesar de la distancia con la sucursal, su asesor lo visita regularmente para ofrecerle financiación y asesoramiento personalizado.
Orfebrería mapuche que triunfa en redes sociales
Jessica Quipainao González, una artesana del pueblo indígena mapuche, en Chile, ha convertido la orfebrería en su forma de vida. Para preservar su herencia cultural y brindar sustento a sus hijos, aprendió de sus abuelos las técnicas tradicionales de tallado del metal y el uso de la plata y ahora crea joyas como chaway, trapelacuchas, trariloncos y hasta elementos rituales. Fondo Esperanza, entidad chilena de la Fundación Microfinanzas BBVA, ha proporcionado a Jessica financiación y formación en gestión empresarial que le han permitido expandir su negocio. Gracias a esta formación, esta emprendedora ha empezado a utilizar las redes sociales como herramienta de marketing para hacer llegar sus joyas y su cultura a todo el mundo.
Una microempresa que da Internet a todo un pueblo
Motivada por el deseo de mejorar el acceso a la educación de los jóvenes de su vereda a través de la tecnología, Ceneris Espitia creó una microempresa que ofrece un punto de conexión a Internet. En poco tiempo este negocio se ha convertido en un punto de encuentro donde los estudiantes pueden realizar tareas escolares y utilizar servicios de Internet, ya que se trata de una zona rural con poca accesibilidad a la red. Para poner en marcha el proyecto, Ceneris recibió la formación empresarial y el apoyo financiero que le permitieron adquirir los ordenadores e impresoras por parte del programa Emprendimientos Productivos para la Paz (EMPROPAZ) de Bancamía. Gracias a este apoyo su pequeña empresa ahora contribuye con el desarrollo local y la inclusión de las zonas rurales de Colombia.