Según ha podido saber EL ESPAÑOL-Invertia, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, está extremadamente "preocupado, e incluso enojado", por la situación, indican varias fuentes de la cúpula de la patronal. 

Entre sus miembros, el sentimiento es compartido. Más allá de los cambios económicos que entrañan los acuerdos alcanzados por los socialistas con nacionalistas e independentistas, lamentan el "daño institucional" que medidas como la amnistía de los vinculados el referéndum del 1-O pueden ocasionar. 

De hecho, principalmente consideran que esto puede conducir a la citada inseguridad jurídica. "Los inversores van a huir ante esta situación", indican voces entre los primeras espadas de la CEOE. 

No es el único problema. Hay mucha preocupación por el plan que pueda desplegar el Gobierno, una vez investido Sánchez, para promocionar el retorno de las compañías que dejaron Cataluña por la inestabilidad política.

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi (1i); el presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri (2i), y el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre . Europa Press.

Pese a que volver a la región no está en los planes de las empresas que tomaron esta determinación (como ya ha contado este periódico), estas fuentes temen "coacción" por parte del Gobierno central para ello. 

Y si lo que se plantean son incentivos para estas compañías vuelvan a Cataluña, hablan de "discriminación". "Tiene que haber igualdad de condiciones y libertad empresarial", avisan. 

Tampoco ha gustado el contenido del acuerdo con el PNV, que incluye cambios en el Estatuto de los Trabajadores para establecer que los convenios regionales tengan prevalencia sobre los sectoriales estatales cuando haya mejoras para los empleados. 

Aquí, dentro de la cúpula de la patronal hay dos visiones encontradas. Por un lado, hay quienes consideran que esto dificulta la negociación colectiva. Por otro, otras voces consideran que los convenios regionales, y de empresa, pueden adaptarse mejor a condiciones específicas de determinadas entidades. 

Reunión tensa

La CEOE determinará su posición respecto a todo esto este lunes, en una reunión que se llegó a barajar que se celebrara este mismo viernes. 

Se prevé que en la cita pueda haber cierta tensión, dado que no hay homogeneidad en la valoración de las patronales territoriales sobre los acuerdos del PSOE con nacionalistas e independentistas vascos y catalanes. 

Por ejemplo, Foment del Treball no ve con malos ojos el plan para el retorno de las empresas que dejaron Cataluña a partir del 1-O. Con todo, para ello es necesario la seguridad jurídica. 

Sin embargo, patronales como la madrileña CEIM o la valenciana CEV no comparten este punto de vista. "Las empresas no salieron por falta de estímulos, salieron por el mal clima generado y han tenido oportunidad de establecerse en otras comunidades que ofrecen mayor estabilidad", opinan en la entidad presidida por Salvador Navarro, también vicepresidente de la CEOE y compañero en la junta de la CEOE de Josep Sánchez-Llibre, presidente de Foment.

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En CEV consideran que el acuerdo alcanzado "no frena el anhelo soberanista de Junts", de modo que persiste el riesgo por el que abandonaron Cataluña. En cualquier caso, agregan, "que las empresas que huyeron de Cataluña vuelvan no es una decisión que pueda tomar el Gobierno. Depende única y exclusivamente de cada empresa".

Por otro lado, en la cúpula de la CEOE admiten que existe la incógnita de cuál va a ser la valoración de Confebask, la empresarial vasca. Esta patronal fue uno de los principales apoyos de Garamendi para presidir CEOE, pero a día de hoy se desconoce su posición respecto al acuerdo entre PSOE y PNV. 

Cabe recordar que determinados aspectos del pacto vasco, en particular, tampoco son bien vistos por los sindicatos. CCOO y UGT, en un comunicado, han considerado que tanto la medida relativa a los convenios como un futuro traspaso de la gestión de la Seguridad Social a País Vasco se deberían discutir en el Diálogo Social y en el Congreso de los Diputados, respectivamente.