Jorge Pena (Innoliva), proveedor de Deoleo y Acesur: "Decir cuándo va a bajar el aceite es muy atrevido"
La empresa sevillana, que guardó los que fueron los olivares de la familia Del Pino, ultima el proceso de venta al fondo canadiense Fiera.
10 noviembre, 2023 02:49Es uno de los mayores quebraderos de cabeza de la economía doméstica. El aceite de oliva está un 67% más caro que hace un año y con el litro rondando los 10 euros, la gran pregunta es cuándo empezará a bajar. La respuesta breve es que -al menos en el sector- nadie lo sabe, sentencia Jorge Pena, CEO de Innoliva, empresa sevillana suministradora de grandes firmas como Deoleo y Acesur.
Y todo porque, asegura, no está en manos de los productores, sino del consumidor. De hasta dónde esté dispuesto a pagar y cuándo desista en favor de un sustitutivo. Con un desplome del consumo del 15%, Pena señala que los precios están empezando a bajar, pero seguramente sea algo temporal: la conciencia sobre lo saludable del aceite de oliva es tal que es imposible estimar caídas.
Es algo que preocupa a toda la cadena. También a Innoliva, uno de los primeros proyectos agrícolas participados por un fondo de inversión en España y que hace un mes anunció que cambiaba de manos: de Cibus, que compró los olivares a la familia Del Pino en 2017, al fondo canadiense Fiera. En juego hay 7.000 hectáreas de olivar.
De todo eso habla en esta entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia. También de los movimientos que pueden sacudir el sector, como la búsqueda de comprador de Deoleo. Ve más posible que el sondeo de pretendientes acabe en una "consolidación endogámica". Queda ahí el recado a amigos y competidores.
Hace un mes se anunció que Innoliva se vendía al fondo canadiense Fiera Comox Partners. ¿Qué va a cambiar con el nuevo dueño?
Efectivamente, se anunció un acuerdo que aún se está cerrando. Esto es como cuando firmas un contrato de arras y luego vas a notaría y firmas: el contrato de arras está hecho, pero falta formalizarlo. Es normal que estos procesos duren dos o tres meses y, como estamos en proceso, aún no ha habido ningún cambio. Lo que sí es verdad es que el perfil del nuevo accionista es más de largo plazo; el anterior era un fondo de inversión más tipo capital riesgo, con un horizonte de inversión a unos ocho o diez años. Y este no tiene una necesidad de salida en un tiempo concreto, con lo cual eso podrá ayudarnos a tomar decisiones con una visión mucho más a largo plazo.
Y mientras eso se concreta, ¿os han adelantado algo de sus intenciones, de por dónde se pretende reforzar la apuesta?
Yo creo que la apuesta es clara por la Península Ibérica. Por los cultivos en los que estamos nosotros presentes, principalmente aceite de oliva, pero también almendro, y probablemente la estrategia continuará por ahí.
"El precio del aceite de oliva lo decide el consumidor"
¿Qué tiene Innoliva que interese tanto a los fondos de inversión? ¿En qué se diferencia de otras compañías del sector?
Yo creo que el primer elemento diferencial es el tamaño. Es muy difícil para un proyecto que quiera llegar aquí, a la Península Ibérica, establecerse y empezar de cero. Es mucho más fácil comprar algo pequeñito y a partir de ahí utilizarlo como plataforma y crecer. Nuestro segundo punto diferencial es que tenemos un acceso de alta calidad al agua. Y, en tercer lugar, creo que también es una empresa que es 100% profesional, con un equipo gestor altamente cualificado. Cuando vas a otros proyectos te encuentras algo más personal, proyectos familiares y aquí lo que hay es un equipo gestor que ha doblado el tamaño de la compañía. Sin olvidar la gestión de las hectáreas que tenemos ahora; no es solo crecer.
El agroalimentario está siendo objeto de interés por parte de los fondos de inversión ahora. Vosotros protagonizasteis uno de los primeros casos destacados. ¿Por qué está en auge?
Es verdad que Cibus lo hizo un poco antes de esta moda o tendencia que tenemos ahora, de que hay mucho fondo de inversión. Hay más de 2.000 fondos de inversión que están especializados en el sector de la agricultura. Han estado muy enfocados en California o en Estados Unidos para cultivos permanentes. Hay otro núcleo importante que es Australia, e Iberia tiene todo el potencial para convertirse en el tercer hub o incluso el africano, pero África tiene otras connotaciones de riesgo país, etc. Iberia a nivel riesgo país está dentro de la UE y tiene un nivel de seguridad importante y tiene las condiciones climáticas, de suelo, que hace que tenga todos los ingredientes necesarios. Hay fondos que lo están viendo y están viniendo aquí. Está claro que el que se posicione ahora tendrá una ventaja respecto a los que vienen más tarde.
Llama la atención esa apuesta en el caso del aceite teniendo en cuenta la coyuntura. ¿Cómo veis la situación? ¿Cuándo podrán llegar bajadas de precio?
Estamos ante una situación excepcional, con unos precios históricamente altos, pero venimos de una situación donde la demanda estaba también en unos niveles de récord. Estaban a niveles de 3,3 millones de toneladas y nos hemos encontrado dos años con unas producciones en torno a 2,5 millones de toneladas. Ante esta situación excepcional, hacer cualquier predicción sobre cuándo bajarán los precios resulta muy, muy atrevido, porque nadie sabe qué va a pasar. Y, en este contexto, yo creo que es bueno volver a lo básico de cómo funciona cualquier mercado, que es la oferta, la demanda y el precio. El precio es una consecuencia de ese ajuste entre oferta y demanda.
¿Y que tenemos? Por el lado de la demanda, la pandemia hizo que hubiera mucha más gente probando el aceite y los mercados menos tradicionales, como Estados Unidos, Brasil o Japón han crecido. Son mercados dispuestos a pagar un precio mucho más alto que nosotros. Por el lado de la oferta hay una sequía y un acceso al agua que se cree será cada vez más difícil.
Hay otro punto que me parece muy importante y me gustaría remarcar: con la subida de precios se ha escuchado muchas veces "es que los agricultores han subido el precio", o los distribuidores o los envasadores. [Suspira] El precio lo define el consumidor, que es el que va a la tienda y coge la botella de aceite de oliva virgen extra, o coge una botella de girasol, o coge una tarrina de mantequilla o no coge nada.
Si no hay oferta y la demanda está muy alta, el consumidor va a ser quien decida hasta dónde llega el precio. Y, a día de hoy, en un mercado global, el consumidor español, en una situación de escasez -porque nos guste o no, estamos en una situación de escasez de disponibilidad de aceite- va a tener que competir contra un americano, o contra un japonés o contra un brasileño para ver quién se queda o quién va a consumir aceite de oliva y quién va a tener que coger un producto sustitutivo.
"Nos guste o no, estamos en una situación de escasez de disponibilidad de aceite"
Las grandes aceiteras están preocupadas por esa caída de consumo...
Es una preocupación que tenemos todos. La pregunta es ¿está cayendo tanto como falta de oferta hay? ¿cuánto tiene que subir el precio para que equilibremos oferta y demanda? Y va a ser el consumidor quien nos lo diga. Tenemos datos que dicen que el consumo ha caído en torno al 15% o 20%. ¿Es suficiente? Porque si no cae el consumo en Estados Unidos, en Japón, en Brasil o en Alemania pues igual no es suficiente que caiga un 20% en España para lograr ese equilibrio. Y entonces el precio tendrá que volver a subir.
¿Y veis factible que eso pase?
No tengo ni idea. Depende de lo que haga el consumidor. Lo que estamos viendo es que se mantiene fuerte y le está costando mucho cambiar su aceite de oliva por otro sustitutivo. En anteriores momentos complicados veías que si el precio subía a cuatro euros, y seguía, se caía un montón el consumo. Y luego tenemos la mentalidad de que el aceite de oliva está muy caro.
¿Nos hemos malacostumbrado a un aceite barato?
Nos hemos muy malacostumbrado, por supuesto que sí.
¿Os preocupa que esta coyuntura pueda cambiar a los actores del sector?
Creo que aquí hay dos factores. Lo primero, las empresas industriales o los envasadores tienen una situación compleja. Son operadores industriales, donde el volumen es importante para diluir también sus costes fijos. Y cuando el consumo baja, ellos sufren. En segundo lugar, están sufriendo mucho estos tipos de interés al 4% o 5%. Ellos tienen que comprar, tienen que hacer acopio de aceite, tienen que tener un inventario y eso cuando el aceite está a 9 euros, pues directamente es que las necesidades de financiación se multiplican por tres y encima a un coste de financiación que está muy elevado. Entonces tampoco es bueno. El precio tan alto no es bueno para nadie. Así que claro que nos preocupa. Si ellos no venden, nosotros no vendemos.
Deoleo lleva meses buscando comprador, ¿esperáis próximamente un cambio de escenario?
Llevamos muchos años que está habiendo una consolidación, pero muy orgánica y muy dentro del sector que probablemente continuará. Creo que la consolidación seguirá ocurriendo, pero será más probablemente endogámica en el propio sector, entre nosotros, antes de que venga alguien externo y consolide.