El fabricante nipón registró un beneficio neto de 37.242 millones de yenes (237,16 millones de euros) en su primer trimestre fiscal (entre abril y junio de este año), lo que se traduce en un resultado de más del doble (+148%) de lo que consiguió en el mismo periodo del año pasado.
El beneficio neto por acción, por otro lado, ha sido de 59,11 yenes (0,38 céntimos de euro), según ha informado la compañía. Mazda ha achacado estos resultados al volumen de ventas global durante los tres primeros meses del año fiscal, el cual fue de 309.000 unidades, con un aumento del 32,4% respecto al año anterior.
Por otro lado, el fabricante apunta que la recuperación por el levantamiento de las restricciones de suministro el año pasado y los modelos de productos grandes introducidos en el año fiscal anterior, impulsaron el aumento en el volumen de ventas.
De esta manera, las ventas globales en este primer trimestre de su año fiscal fueron de 1.090.791 millones de yenes (6.946,28 millones de euros), un 76% más de lo que logró la multinacional en el mismo periodo del año fiscal anterior.
Asimismo, la firma logró un beneficio operativo de 30.025 millones de yenes (191,2 millones de euros) frente a las pérdidas que sufrieron en el mismo periodo del año fiscal anterior cuando registró pérdidas por 19.528 millones de yenes (124,36 millones de euros).
El beneficio neto atribuible a intereses no controladores fue de 402 millones de yenes (2,56 millones de euros).
Por último, Mazda espera para el resto de su año fiscal un crecimiento de ventas en Estados Unidos, Europa, Japón, con una revisión del estudio para China y Asean (Asociación de Naciones de Asia Sudoriental) en el segundo trimestre fiscal.
También espera un aumento de la producción en el segundo turno en su planta de EE. UU. que comenzó en julio, así como de un yen sustancialmente más fuerte junto con mayores costes de materiales.