La llegada de una inversión industrial de miles de millones de euros no se produce todos los días. Ni todos los años. Ni todas las décadas. Por ello, el presidente valenciano, Ximo Puig, calificó el desembarco de Volkwagen en Sagunto para fabricar baterías como "la mejor noticia empresarial en medio siglo". Aquello fue en marzo de 2022, cuando la compañía anunció su gigafactoría de 4.500 millones. Y, desde entonces, la Comunidad Valenciana ha sido agraciada por Ford y BP con otros dos proyectos que supondrán 4.000 millones más.
La confluencia de los tres proyectos supone un auténtico paso de gigante para la industrialización de una economía, la valenciana, altamente dependiente del turismo y del sector primario. Captar más actividad industrial, cuyo empleo cuenta con mejores condiciones, era su asignatura pendiente. Y el objetivo se está cumpliendo, además, con grandes proyectos de economía sostenible, como son la fabricación de baterías y coches eléctricos y el desarrollo de hidrógeno verde y biocombustibles.
La última alegría llegó de la mano de BP. La petrolera británica anunció el pasado martes una inversión inicial de 2.000 millones de euros en su refinería de Castellón para la producción de hidrógeno verde y biocombustibles. Así lo precisó el presidente de la compañía, Andrés Guevara, en un acto celebrado en las instalaciones al que asistió la ministra de Industria, Reyes Maroto.
La iniciativa se enmarcará en el denominado Clúster del hidrógeno de la Comunidad Valenciana (HyVal), que prevé "la producción de hidrógeno a gran escala con una capacidad de electrólisis de hasta 2GW para 2030". Para la misma fecha, la intención es alcanzar una producción de 650.000 toneladas de biocombustible, que supondrá triplicar la cantidad actual que BP produce en Castellón.
Los 2.000 millones anunciados permitirán la creación de una primera planta de electrólisis, operativa en 2027, con una producción de 200MW de hidrógeno verde y 400.000 toneladas de biocombustible. BP se ha aliado con Iberdrola como compañía eléctrica asociada para impulsar este proyecto.
El hidrógeno verde, que se genera por electrólisis de agua a partir de energía renovable, sustituirá el uso actual de hidrógeno gris en la refinería de BP, producido con el reformado de gas natural.
El hidrógeno renovable también se utilizará como materia prima en la producción de biocombustibles, concretamente combustible sostenible de aviación (SAF).
Descarbonizar la industria
Según precisó BP, además de ser utilizado en la refinería, el hidrógeno renovable también "se empleará en industrias clave de la Comunidad Valenciana difíciles de descarbonizar, como el sector cerámico, que podrá sustituir el gas natural utilizado en sus procesos por hidrógeno renovable". También en "la industria química, para la producción de amoníaco verde, y el transporte pesado".
La iniciativa, según la compañía, convertirá a la Comunidad Valenciana "en líder de la producción de hidrógeno verde en España". En el proyecto HyVal también participarán empresas de diversos sectores de la autonomía, instituciones públicas y centros de investigación y formación. Su desarrollo generará en su entorno hasta 5.000 empleos directos, indirectos e inducidos.
Como en el caso de BP, la gran inversión anunciada por Ford permitirá la completa renovación del mayor centro de empleo de la Comunidad Valenciana: la factoría de Almussafes.
Y en este caso, la decisión de la empresa no solo implicó lograr una gran inversión, sino evitar un desastre similar al de Nissan en Barcelona. Porque la compañía americana se debatía entre dos plantas europeas y la descartada, Saarlouis en este caso, quedó abocada al fin de su actividad o a su venta.
Ocurrió el pasado 22 de junio. Tras la noticia revelada por Invertia a primera hora de la mañana, El presidente de Ford Europa, Stuart Rowley, confirmó la buena nueva. Se trata de la adjudicación de una nueva plataforma para la fabricación de coches eléctricos, que supondrá la fabricación de dos nuevos modelos 100% eléctricos en la factoría valenciana.
Ford no ha proporcionado todavía cifras oficiales sobre esta gran inversión, si bien la misma no resulta difícil de calcular. En Colonia, donde Ford va a implantar una plataforma similar para fabricar también allí dos coches eléctricos, el desembolso va a ser de cerca de 2.000 millones de euros.
El presidente del comité de empresa de Ford Almussafes, Carlos Faubel, avanzó en una entrevista concedida a Levante-EMV que, en el caso de la planta española, la nueva inversión tendrá un volumen similar.
La decisión de la compañía permitirá mantener durante al menos una década la actividad del motor industrial de la Comunidad Valenciana, representado tanto por Ford como por una potente industria auxiliar presente en todo el mundo. La factoría, pese a que acaba de anunciar un ERE para ajustar su plantilla a una demanda menguante, cuenta en la actualidad con 6.000 empleados.
El gran desembarco
Ambas inversiones, la de Ford y la de BP, son noticias fabulosas. Pero la de Volkswagen es excelente, por tratarse de una industria que no se encontraba en la Comunidad Valenciana y que desembarca en la misma por todo lo alto.
Volkswagen buscaba emplazamiento para la creación de la segunda fábrica de baterías en Europa. Será la primera de España, y estará en Sagunto. "Las baterías siempre se han fabricado fuera de España, y esto empieza a cambiar hoy en Sagunto", presumió Pedro Sánchez el día de la presentación del proyecto.
La cantidad de inversión se había cifrado inicialmente en 3.000 millones de euros, pero este dato representaba solo la aportación inicial, según reveló el proyecto territorial estratégico (PTE) de la iniciativa.
"La inversión total estimada se sitúa en torno a los 4.500 millones de euros en 2023-2026 y en los sucesivos años (para la fase inicialmente proyectada se prevé una inversión de más de 3.000 millones de euros)", precisó el documento de consulta pública presentado por la sociedad del grupo Volkswagen Power Holdco SA ante la Generalitat Valenciana.
En materia de empleo, el proyecto prevé la creación de 19.100 puestos de trabajo -entre directos e indirectos- durante su construcción. La documentación presentada separa la generación de empleo durante la fase de la construcción de la planta, incluyendo el montaje de la maquinaria y puesta en marcha de la gigafactoría, y la fase posterior ligada con la producción.
"Por lo que respecta a la totalidad del empleo temporal, primera fase, se estima en una media anual de 8.900 puestos de trabajo directos y 10.200 indirectos durante el periodo 2023-2026", desglosa el proyecto de Volkswagen.
Una vez operativa, "la documentación presentada contrasta diferentes metodologías con resultados parejos" en materia de empleo.
"Así, para la Comunidad Valenciana, se estima una creación de empleos directos de casi 4.200 puestos de trabajo (únicamente en la fase de desarrollo del proyecto inicialmente proyectada el número estimado de empleos ascendería a más de 3.000), siendo el 92% personal de producción y el 8% de dirección y administración", reza el informe. "La empresa hace hincapié en la calidad y estabilidad de este empleo", agrega.
Por su parte, el empleo indirecto estimado "es de unos 27.000 puestos de trabajo, mientras que el inducido alcanza los 11.000". "Es de remarcar que, con independencia del personal directamente relacionado con la planta de baterías, los empleos indirectos tendrán más peso en los sectores de metalurgia y productos metálicos, productos químicos, maquinaria y equipo y reparación e instalación de maquinaria", precisa.