El Gobierno ha expresado a Ferrovial su "claro rechazo" a la decisión de trasladar su sede de España a Países Bajos, comunicada el martes por la multinacional española. No solo esto: la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha reclamado que se tomen medidas para evitar que la multinacional deje nuestro país.

La vicepresidenta Nadia Calviño ha mantenido una conversación con el presidente y primer accionista del grupo, Rafael del Pino, en la que le ha expresado que el Ministerio de Asuntos Económicos sigue de cerca "las posibles implicaciones de esta errónea decisión".

"Se trata de una empresa que debe todo a España", advierten fuentes de Economía. "No resulta aceptable que una empresa que ha nacido y crecido en España y gracias a la inversión pública de los ciudadanos españoles muestre esta falta de compromiso con su país", subrayan.

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"Es paradójico", añaden las mismas fuentes, "que se anuncie esta posible decisión en un momento de importante atracción de inversión extranjera y confianza de los inversores y empresas extranjeras en nuestro país, y con un proceso de inversión pública y modernización sin precedentes en marcha en los sectores en que está presente el grupo Ferrovial".

A estas críticas se ha sumado Yolanda Díaz, la ministra de Trabajo y Economía Social, que ha reclamado a Nadia Calviño que evite el traslado de la multinacional a Países Bajos. Concretamente, ha pedido a Asuntos Económicos que tome "las medidas que sean menester para evitar" que Ferrovial deje España. 

Así lo ha indicado la también ministra de Trabajo y Economía Social tras un acto celebrado este miércoles en Madrid. En declaraciones a los medios de comunicación, ha hecho un "llamamiento" a los accionistas de Ferrovial para que "reconsideren su posición". 

"Ferrovial es una empresa muy importante de nuestro país que ha crecido al albur de enormes contratos con la Administración Pública. Le pido compromiso con nuestro país, con España". Ha opinado que la decisión de la compañía, en este sentido, "no es de ser españoles. Esto no es compromiso con nuestro país". 

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Además, Díaz ha cargado contra las diferencias fiscales entre los países de la Unión Europea que, desde su punto de vista, auspician estos movimientos. "Tenemos que trabajar en una Europa en la que el dumping fiscal no exista".

Por su parte, la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, ha recordado que esta empresa tenía más de un 80% de sus beneficios fuera de España, por lo que ya no tributaba por ellos en el país.

"El porcentaje restante es el que permanece en España y según ha declarado la propia empresa seguirá estando en nuestro país. Es decir, no hay ningún riesgo de que la parte de inversión que ya estaba en España se vaya a desplazar y por tanto tributará en el país", ha señalado la ministra en declaraciones a los medios antes de participar en un evento.

Aun así, para Montero "es curioso" que la compañía haya anunciado este cambio de sede después de haber presentado el balance de sus cuentas, donde la empresa no ha tenido tan buenos resultados como en ejercicios anteriores. "Por tanto, habrá que estar atentos a otras motivaciones que lleven a la compañía a que haya querido trasladar su sede", ha señalado la titular de Hacienda, quien ha asegurado que se mantendrán los puestos de trabajo.

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Con todo, la multinacional española asegura que el traslado no tendrá implicaciones en el empleo ni prácticamente impacto fiscal, y que la operación se realiza para lograr mayor visibilidad en el mercado internacional y salir a cotizar en Estados Unidos.

En el encuentro con analistas mantenido el martes por la tarde, la compañía informó no obstante que con la decisión se busca "seguridad jurídica".

Expertos en materia fiscal y mercantil consultados por este diario consideran que el traslado obedece posiblemente también a motivaciones fiscales -Países Bajos es la mejor región de Europa para domiciliar una sociedad en términos fiscales, explican- y recuerdan que Rafael del Pino, con el 20,4% del capital de Ferrovial, una de las mayores fortunas del país, controla su participación a través de una sociedad holandesa, Rijn Capital.

Por otro lado, la incisiva política fiscal del Gobierno -impuestos a las energéticas, la banca, las grandes fortunas- así como los ataques a los empresarios desde los socios del Ejecutivo, también habrían impulsado la decisión de Ferrovial de trasladar su domicilio social, consideran las fuentes consultadas.