Las renovables se consolidan en las zonas rurales: así se electrifica un país
En algunas zonas rurales de España se están logrando con éxito procesos de reindustrialización a través de proyectos de energía, al mismo tiempo que se contribuye a la transición energética del país.
La electrificación de las industrias, comercios, servicios y cualquier sector económico es ya ineludible. Esta transformación contempla cambios profundos que pasan, en primer lugar, por la sustitución de la energía obtenida con combustibles fósiles por fuentes de energía limpia para, en el futuro, reducir las emisiones de gases contaminantes y alcanzar la descarbonización.
Uno de los primeros sectores en dar el primer paso para alcanzar una actividad económica más verde fue el propio sector energético, protagonista y actor esencial en la transición energética. “Nosotros entendemos la electrificación como el único medio para garantizar la descarbonización de la economía y evitar los efectos dañinos que tiene sobre el clima. Es el medio más rentable, seguro y rápido para ello”, asegura Ignacio Mateo, director general de Compras de Endesa, compañía referente del sector eléctrico en España cuya actuación en materia de sostenibilidad resulta fundamental.
A través de los planes de electrificación propios de la compañía, una hoja de ruta constituida para abandonar toda actividad relacionada con el carbón e invertir en energías renovables para la producción de energía, Endesa prevé potenciar el cambio de modelo de producción en todas las regiones en las que opera. Lo hará, además, poniendo el foco en las zonas rurales, comunidades por lo general carentes de industrias. La digitalización y mejora de las redes de distribución o el fomento del vehículo eléctrico son otras de las políticas planteadas por la empresa en sus planes estratégicos.
Del carbón al viento
La historia de Endesa nace con el carbón, pero la compañía ha logrado orientar su futuro hacia uno más sostenible. Uno de los pilares de esta transformación está siendo el desmantelamiento de sus centrales de carbón. Se trata de una industria que históricamente ha sido un importante motor económico, de empleo y de arraigo social en zonas rurales. Es un lazo que la eléctrica no quiere romper, por lo que ahora se busca dar continuidad a la actividad industrial, promoviendo una más sostenible.
Así lo explica Mateo: “En una primera fase estamos desmantelando las centrales térmicas y aquí nos están ayudando las empresas que siempre han trabajado con nosotros. En paralelo lo que estamos haciendo es acompañarles para que su estrategia se oriente a actividades renovables, favoreciendo el paso de su actividad desde el carbón a la energía solar, eólica o hidráulica”.
Destaca el caso de la central térmica de As Pontes, la más grande de España, dado que cuando comience el proceso de desmantelamiento, está prevista la construcción de un parque eólico para sustituir cada kilovatio antes producido con carbón por la energía del viento. En este plan de futuro participan multitud de empresas locales como Armacon, contratista histórico de la central.
A esta pequeña compañía, que anteriormente gestionaba el almacenamiento y transporte del carbón, se le ha adjudicado un contrato para los próximos tres años para el mantenimiento de 200 kilómetros de viales de los parques eólicos de Endesa en Galicia.
De esta manera, podrán reorientar sus servicios a la energía eólica, lo que supone “una gran oportunidad porque va a haber trabajos para las empresas locales gracias a la puesta en marcha y el mantenimiento de parques eólicos”, cuenta Armando Castro, arquitecto técnico y jefe de obra de Armacon. Desde su empresa, además, apunta Castro, esperan “poder continuar en estos trabajos que la transición del carbón a las renovables está creando”.
Una cadena de producción sostenible
La sinergia que se crea con las empresas locales, que se encargan de levantar y mantener las infraestructuras de los parques eólicos y solares de Endesa es un pilar fundamental en el plan estratégico de sostenibilidad de la compañía, por lo que tiene cada vez más en cuenta el factor medioambiental a la hora de contratar los servicios externos de otras empresas.
Así ocurrió con Obras y Pavimentos MAN, una empresa local de Mallorca -con la que Endesa trabajaba desde hace una década en la central térmica de Alcudia y ahora en sus parques solares- que ya ha puesto en marcha sus propios planes de descarbonización con la utilización de vehículos eléctricos para los empleados. En un futuro no muy lejano prevén también el “uso de placas solares para el autoconsumo en oficinas”, asegura Miquel Cano, responsable de Obras y Pavimentos MAN.
“Para trabajar con nosotros resultan premiadas aquellas empresas que tienen un buen desempeño en descarbonización. Pero como sabemos que hay pymes que tienen dificultades estructurales para acometer este tipo de proyectos, durante los procesos de licitación hacemos una serie de talleres para orientarles en este sentido”, revela el director general de Compras de Endesa, Ignacio Mateo. Y también se ofrecen jornadas de formación técnica a los trabajadores, unas 1.000 a lo largo de todo este año.
El fin último de esta estrategia, concluye el directivo, es que “el 100% de las empresas que trabajan con nosotros cumplan requisitos de sostenibilidad, desempeño social y derechos humanos. Luego tenemos otro objetivo, para 2024, que el 95% de los procesos de licitación que lancemos tengan algún indicador medioambiental. Es decir, exigiremos a las compañías que ganen estos concursos que cumplan algún objetivo medioambiental específico”, afirma Mateo.
La de las renovables es una industria que Cano espera que continúe creciendo, porque es sinónimo de empleo. Además, en esta región tan dependiente del turismo, “las renovables son una oportunidad para las zonas que no son turísticas. Hay zonas que por condicionantes de infraestructura o terreno no se pueden aprovechar, así que el hecho de tener un parque fotovoltaico te permite crear riqueza en un sitio en el que no se puede hacer otra cosa”.
Electrificación, la visión de Endesa para España
Desde 2014, asegura Mateo, la compañía ha multiplicado por tres la inversión anual que realiza en España para contribuir a la electrificación del sistema. En los próximos años se contempla una inversión de hasta 31.000 millones de euros, de los que el 40% irá destinado a renovables, parque solares y eólicos mayoritariamente, “que por sus propias características se colocan en zonas rurales o que tienen un bajo desarrollo industrial”, afirma el director general de Compras de Endesa.
Además de las renovables, otro 40% de la inversión irá a la mejora y digitalización de las infraestructuras de su red de distribución y el restante -un 10%- será destinada a desarrollar la red de recarga de vehículos eléctricos, con 400.000 puntos previstos para 2030. El resultado es la capilarización de la inversión de la compañía por todo el territorio y “el apoyo al entorno rural, que en estos momentos está menos favorecido por las inversiones industriales”, concluye Mateo, conformando una visión de país basada en la electrificación de la economía y un modelo de producción de energías limpias.