Philips ha comunicado este lunes que espera suprimir alrededor de 4.000 puestos de trabajo. Así, la compañía busca reestructurar su organización después de que su valor bursátil haya caído un 70% en el último año tras la retirada masiva de productos del mercado.

El fabricante holandés ha subrayado que los recortes previstos representan en torno al 5% de la plantilla, sobre una base de 78.000 empleados. También espera que la reorganización cueste unos 300 millones de euros en los próximos trimestres, según un comunicado recogido por la agencia Reuters.

El recién nombrado director general, Roy Jakobs, ha anunciado que su prioridad inmediata es "mejorar la ejecución para empezar a recuperar la confianza de los pacientes, los consumidores y los clientes". 

'Profit warning'

Cabe resaltar que la empresa sigue lidiando con las consecuencias de su costosa retirada de máquinas respiratorias. Concretamente, en junio del año pasado, la compañía retiró 5,5 millones de ventiladores médicos por la preocupación de que la espuma utilizada en las máquinas pudiera resultar tóxica.

Desde entonces, ha perdido alrededor de 30.000 millones de euros de su valor de mercado. Además, los continuos problemas de suministro llevaron a la empresa a revisar a la baja sus previsiones, lo que se conoce como emitir un profit warning, el mes pasado.

Philips comunicó que su Ebita se había desplomado un 60% en el tercer trimestre. Además, las ventas comparables cayeron un 6% hasta 4.300 millones de euros.