Enrique Palomino ha decidido abandonar el barco en aguas turbias. Fue el último en incorporarse al consejo de Abenewco, la filial que agrupa los activos más importantes de Abengoa S.A., y ha dimitido de su cargo como consejero.
Hace una semana decidió presentar su dimisión, según han confirmado fuentes de la compañía a EL ESPAÑOL-Invertia. Abenewco solicitó unas semanas atrás el preconcurso para sí misma y para otras 26 filiales después de que la SEPI le denegase los 249 millones. Con esta fórmula, consigue cuatro meses de margen frente a los acreedores de una deuda que podría oscilar entre 4.900 millones y 6.000 millones.
Palomino se incorporó hace unos seis meses a Abenewco y era una figura con experiencia en el sector de la energía. En 2015 fundó Babcock Energy, dedicada al suministro de productos relacionados con la energía y la generación de vapor para las industrias.
Ha pasado a lo largo de su carrera profesional por Naturgas Energía, edp Energía, Aeroblade y Aernnova Aerospace, entre otros. También presidió durante un año Gerg, el grupo europeo de investigación gasística.
Este movimiento agrava aún más la división interna de Abenewco y deja, por el momento, más peso para los consejeros a favor de la oferta recientemente presentada para el grupo, aunque es el juez quien debe tomar la decisión definitiva.
En el pasado, Palomino había votado a favor de la oferta de Terramar, junto al presidente, Juan Pablo López-Bravo, y el director de Recursos Humanos, Álvaro López.
Por el contrario, los otros tres consejeros, representantes de los intereses de los accionistas minoritarios, votaron en contra. El resto del equipo lo forman el presidente de Abengoa S. A., Clemente Fernández; el expresidente de Cantabria, José Joaquín Martínez Sieso, y el presidente de Sayme, Alfonso Murat.
Hasta ahora el desempate en las votaciones había llegado con el voto de valor del presidente no ejecutivo de Abenewco 1, Juan Pablo López-Bravo. Ahora han perdido a un hombre de sus filas.
En cuanto a López-Bravo, antes de capitanear Abenewco había sido presidente de Abengoa S.A. desde diciembre de 2020, cuando tomó el relevo a Gonzalo Urquijo, hasta el 1 de octubre de 2021, cuando dimitió y pasó a ocupar el cargo Clemente Fernández.
El aliado que le queda a López-Bravo es Álvaro Polo, director de Recursos Humanos desde el año 2000 y un hombre muy vinculado a Sevilla. Se graduó de la Universidad en la capital andaluza y ha pertenecido a la Confederación de Empresarios de la comunidad, llegando a ostentar diversos cargos en el Consejo Andaluz de Relaciones Laborales.
Los dos consejeros restantes son el cántabro Alfonso Murat, que figura como independiente y no tiene acciones en Abengoa, y José Joaquín Martínez Sieso, expresidente de Cantabria (1995-2003).
La multinacional andaluza atraviesa momentos de gran incertidumbre. Mientras Abenewco y 26 filiales solicitaron el preconcurso, el juez abrió la fase de liquidación para la matriz.
Poco más tarde, los representantes de los minoritarios presentaron un recurso de reposición frente al auto de liquidación y una propuesta de convenio con una oferta de Sinclair y RCP por la que se comprometen a invertir en el grupo más de 200 millones de euros. Por tanto, es el juez quien tiene la última palabra.