Telefónica ha alcanzado en el primer semestre del año las 1.000 centrales de cobre cerradas, lo que supone seguir avanzando en su plan de digitalización y transformación de la red para ofrecer la mejor conectividad, según la compañía.
El objetivo del plan de transformación de Telefónica es completar la cobertura de fibra con una red totalmente digital e impulsar que todos los clientes pasen a fibra para así mejorar su experiencia con los servicios y colocarlos en la mejor posición ante el futuro digital, además de consolidar el objetivo medioambiental de la compañía.
Desde el inicio de su plan de cierre, Telefónica ha desmontado 65.000 toneladas de cable, ha reciclado 7.140 toneladas de RAEEs (residuo de aparatos eléctricos y electrónicos) y otros elementos, ha reutilizado más de 128.000 tarjetas en su red y ha ahorrado alrededor de 1000 gigavatio-hora (Gwh), unas 355.000 toneladas de Co2 equivalente a plantar seis millones de árboles.
En cuanto a la reducción del espacio, una central de fibra da servicio al mismo número de accesos que se atiende desde cuatro centrales de cobre y la tecnología de acceso fibra ocupa solo el 15% del espacio del acceso de cobre. De este modo, el proceso de cierre de las centrales de cobre conlleva un impulso de la economía circular basándose en la reducción, reutilización y reciclaje, destaca la compañía.