Energías renovables, vertebración del territorio y protección de la biodiversidad. Estas son las claves de la economía verde para promover un entorno rural más competitivo y sostenible. Con el objetivo de promover un entorno rural más competitivo y sostenible, Iberdrola y ASAJA, han firmado una alianza que se traduce en un plan de trabajo conjunto basado en la preservación de la biodiversidad y la mejora de la eficiencia energética.

El acuerdo contempla iniciativas relacionadas con la sostenibilidad ambiental, como la captura de CO2 mediante la creación de espacios verdes que absorban este tipo de emisiones, la economía circular o la utilización de nuevos fertilizantes más ecológicos. Una alianza que también permitirá poner en marcha proyectos para mejorar la competitividad del campo español, a partir, por ejemplo, del uso de tecnología impulsada por energías renovables o la implantación  de soluciones de eficiencia energética, autoconsumo y movilidad sostenible. 

Espacios verdes, reforestación y mejora de los pastos 

Iberdrola integra la diversidad biológica de los ecosistemas como parte esencial de su estrategia, haciendo el suministro de energía competitiva, limpia y sostenible plenamente compatible con el equilibrio del medio ambiente. 

En este sentido, el convenio firmado con ASAJA contempla la puesta en marcha de mecanismos de captura del CO2 que se produce en otros sectores como la industria o el transporte, creando espacios verdes que lo absorban y compensen estas emisiones. Por un lado, se explorará la posibilidad de reforestar terrenos que no estén en uso y, por otro, se mejorarán los pastos que se encuentran en las plantas fotovoltaicas y eólicas y en su entorno, aumentando la retención de agua y la productividad de los pastizales.

En los últimos tres años Iberdrola ha realizado más de 1.450 acciones de protección de la biodiversidad, combinando el desarrollo de proyectos renovables con la conservación de la diversidad de la flora y la fauna y el cuidado del patrimonio natural. Asimismo, se ha marcado un objetivo de reforestación que alcanzará la plantación de 20 millones de árboles al final de la década, capaces de capturar aproximadamente seis millones de toneladas de CO2 en 30 años. La compañía habrá plantado ya 2,5 millones de árboles en el próximo año y 8 millones en 2025.

Soluciones para el autoconsumo con energías renovables

Tanto la tipología de construcción del medio rural (edificaciones bajas, viviendas unifamiliares e instalaciones en grandes extensiones) como la conciencia medioambiental de la población en el ámbito rural convierten el autoconsumo en una solución idónea para mejorar la productividad de las explotaciones agropecuarias en el entorno. 

En este contexto, Iberdrola lanzó hace ya años Smart Solar, una solución integral para la generación y autoconsumo de energía fotovoltaica que permite ahorrar en la factura eléctrica. Este plan de energía renovable, que incorpora todas las facilidades que ofrece la digitalización, se puede combinar con PPAs on-site, contratos de compra venta de energía a largo plazo para empresas y actividades agrarias. 

Movilidad eléctrica en el campo

La distancia media de los desplazamientos en el medio rural no suelen sobrepasar el rango de los 20-30km, lo que hace de la movilidad eléctrica una solución óptima para el campo. La electrificación del transporte se convierte así en un resorte esencial para reducir las emisiones y contaminación. 

Para fomentar el uso de los vehículos eléctricos, Iberdrola ha desarrollado un plan de movilidad sostenible, a través del cual instalará en los próximos años hasta 150.000 puntos de recarga en hogares, empresas, vías urbanas, y en las principales autovías. La apuesta por el despliegue de instalaciones de alta eficiencia se concretará en la puesta en marcha de estaciones ultra rápidas (350 kW), súper rápidas (150 kW) y rápidas (50 kW).

Consciente de que el impulso a la electromovilidad requiere una acción coordinada entre agentes de todos los sectores, Iberdrola ha completado ya más de 50 acuerdos de despliegue de infraestructura con administraciones, instituciones, estaciones de servicio, concesionarios y fabricantes de vehículos eléctricos.

Sumar fuerzas para la transición energética

Iberdrola emprendió su estrategia sostenible hace ya dos décadas, siendo una de las primeras compañías en apostar por las energías renovables. Una inversión que ahora le permitirá alcanzar la neutralidad en carbono en su actividad en Europa en 2030 y, a nivel global, en 2050.

Por su parte, ASAJA, en su objetivo por defender los intereses de las explotaciones familiares y empresas agrarias asesora a la industria agropecuaria a través de un tejido de 15 centros regionales, 40 oficinas provinciales y 810 oficinas locales repartidas por el territorio español. Con ello, busca mejorar las condiciones de acceso de los jóvenes al ejercicio de la actividad e impulsar la competitividad del campo. 

La reciente alianza entre ambas organizaciones permitirá combinar conocimientos y capacidades para la transformación y recuperación del sector primario del país. De este modo, Iberdrola incorpora a un socio de referencia por su implantación territorial y su conocimiento del ecosistema agrícola y ganadero, mientras que ASAJA se vincula con una de las empresas líderes en energías renovables.