Desde el año 2017, la percepción económica de las empresas familiares en España ha venido empeorando. Sin embargo, la inesperada llegada de la pandemia ha hecho que estas corporaciones suspendan su valoración de la situación económica con la peor nota desde 2013, año posterior al dramático 2012 en el que España solicitó un rescate financiero.
Más de la mitad de las empresas familiares en España no espera recuperar los ingresos previos a la crisis sanitaria de la Covid-19 hasta el año 2022 o más allá. La gran mayoría de ellas, el 68%, considera que el crecimiento será frágil en España y no permitirá crear empleo a corto y medio plazo. Solo el 1% espera un aumento rápido de la actividad económica con una traslación intensa al mercado laboral.
Estas son algunas de las principales conclusiones de la encuesta a estas corporaciones presentada por el periodista, Vicente Vallés, en el XXIII Congreso de la Empresa Familiar que patrocinan KPMG y Santander.
El acto ha sido inaugurado este lunes por el presidente del Instituto de la Empresa Familiar, Marc Puig, y el rey Felipe VI, que ha pedido a los empresarios "no caer en el pesimismo" en un momento en el que España y el resto de los países de la Unión Europea afrontan un "reto histórico" por el virus.
Efectivamente, el evento se celebra este año de forma telemática con un millón de asistentes virtuales acreditados y arranca marcado por un escenario de pesimismo económico. El 85% de las empresas familiares reconoce haber sufrido una caída en su facturación por el coronavirus.
Cuatro de cada 10 empresas cree que el próximo año será igual que este y casi tres de cada 10 espera que sea aún peor. Las tres de cada 10 empresas restantes sí son optimistas y consideran que sus ventas crecerán el próximo año.
En este contexto, solo el 10% de las empresas familiares encuestadas espera incrementar plantilla el próximo año, mientras que el 63% plantea mantener el nivel de empleo actual. Sin embargo, el 27% espera contar con menos trabajadores el próximo año.
Todo ello, después de que casi siete de cada 10 corporaciones haya tenido que reducir empleo en 2020 por el coronavirus y más de la mitad (56%) reconozca haberse acogido a la figura de los ERTE.
Acuerdo para las reformas
Para poder impulsar la recuperación y conseguir generar confianza, los empresarios reclaman en este panel, implementar reformas estructurales de calado y acuerdos políticos. Además, piden también mejorar las soluciones sanitarias para hacer frente a la Covid-19.
Las empresas también esperan que los fondos europeos sirvan para la recuperación y consideran que su inversión debería centrarse en las infraestructuras, la digitalización, la transición energética, la Educación y formación o la modernización de la Administración, por este orden.
El presidente del Instituto de la Empresa Familiar, Marc Puig, ha subrayado que serán los empresarios los que tengan que hacer un esfuerzo transformador para acelerar la recuperación económica en España.
"Las empresas familiares somos imprescindibles para llevar adelante el proceso de relanzamiento, recuperación y transformación que tiene que abordar nuestro país", ha afirmado.
Además, ha apelado a la responsabilidad social de las empresas dentro de un "capitalismo inclusivo" en el que estas corporaciones tienen que afrontar el reto de la transición generacional.
En el acto han estado presentes el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, o el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, entre otros. Además, participará en las sesiones el líder del PP, Pablo Casado, y la vicepresidenta económica, Nadia Calviño.