Tras una etapa algo turbulenta, Ezentis abrió un nuevo capítulo en su historia en 2014. En ese nuevo camino, la compañía ha reducido su deuda, ha replegado velas en mercados como el argentino, para centrarse más en España y ha dejado atrás las pérdidas. En sus últimos resultados, Ezentis anunció un beneficio de cuatro millones de euros en 2019 y presentó una nueva hoja de ruta con la que pretenden crecer en Europa aprovechando la transformación en la que están inmersos sus dos sectores clave: telecomunicaciones y energía.
El consejero delegado de Ezentis, Fernando González, avanza a Invertia importantes claves que marcarán su rumbo en los próximos tres años. Un periodo en el que buscarán oportunidades en Alemania y en el que Ericsson seguirá como socio si su acuerdo comercial sigue funcionando. Si todo marcha bien, cuando acabe ese plan, sorprenderán al mercado con la primera retribución al accionista de su historia.
Acaban de presentar unos resultados buenos, pero la acción de Ezentis no remonta. ¿Les preocupa?
Nos ocupa y más de lo que nos preocupa. No ayuda el pánico que se ha desatado en los mercados por el coronavirus. El contexto no acompaña a los fundamentales de la compañía. Lo que nos ocupa es trasladar lo que hemos ido haciendo entre 2014 y 2019 para tener ahora unas perspectivas que nos posicionan estratégicamente para el futuro. Nos hemos puesto como objetivo llegar a una facturación de 1.000 millones de euros y queremos que se reconozca el valor fundamental de Ezentis.
Con el crash de las últimas semanas, el momento de mercado no les acompaña.
El momento del mercado es diabólico. Pero es muy complejo adivinar su evolución y nuestro trabajo es contar los fundamentales de la compañía, que no van a cambiar por el coronavirus.
¿Puede afectar el coronavirus a su negocio?
Donde podemos tener incidencia es en la plantilla por el riesgo de contagio de los trabajadores. Hay que tener una prevención. Intentamos insistir en los protocolos internos, pero el foco es la comunidad. En cuanto a proveedores, hasta la fecha y con la previsión de los clientes, no tenemos ausencia de demanda, ni de equipamientos para instalación.
Como decía, su nuevo plan estratégico se marca como objetivo multiplicar por dos los ingresos, hasta 1.000 millones de euros. ¿Cómo lo van a hacer?
Más que plan estratégico, lo llamaría perspectivas porque nuestra estrategia está definida hace tiempo, cuando decidimos centrarnos en operación y mantenimiento en los sectores telco y energético. Esos 1.000 millones de euros los vamos a buscar en Europa, donde tenemos una posición privilegiada. Europa es una oportunidad para nosotros. Por un lado, hay una densidad en España, Portugal y Alemania, que está apalancada en los crecimientos tecnológicos. En fibra, por ejemplo, España tiene una situación privilegiada respecto al mundo, pero hay países como Alemania, donde la cuota de penetración de la fibra es de entre el 10 y el 15%. En España, además, el líder del mercado, Telefónica, ha adelantado el despliegue para tener 100% de fibra en 2022. Esta es una realidad que queremos capturar. Dentro de dos, tres o cinco años no habrá telco que pueda sobrevivir sin el 5G. En el mundo de los servicios, también hay nuevas oportunidades. Por ejemplo, Telefónica acaba de lanzar una campaña comercial con las alarmas y ahí estamos nosotros instalándolas para sus clientes.
Telefónica, ha adelantado su despliegue para tener 100% de fibra en 2022. Esta es una realidad que queremos capturar
Y, ¿en energía?
Es parecido. Hay un plan de electrificación a 10 años marcado por la Unión Europea en el que España no es una excepción. Afecta a la red de distribución, que es donde estamos nosotros. Este plan de electrificación viene asociado también al cambio climático. Lo que antes era una compañía eléctrica ahora es una compañía de energía. Nosotros acompañamos a nuestros clientes, nos encargamos de la conectividad punto a punto de la casa y nos encargaremos también de la instalación de placas de autoconsumo para el hogar. Lo mismo ocurre con las electrolineras. Son actividades que vamos a ir ampliando y sobre todo en Europa.
Aún así, 1.000 millones es una cifra ambiciosa...
Sí, pero tanto por la densidad, como por la deriva del mercado, donde cada vez hay más concentración con menos jugadores, tenemos palancas de crecimiento. Venimos de unos ingresos de 257 millones en 2014, de los que 70 millones procedían de Argentina. Ahora, tenemos, ya sin Argentina, 455 millones de euros y lo hemos conseguido con crecimiento orgánico e inorgánico. La compañía ha sabido adaptarse.
En energía, nos encargamos de la conectividad de la casa y estaremos en la instalación de placas de autoconsumo y de electrolineras
¿Se plantean nuevas compras?
Sí.
¿Pero de instalaciones puntuales, como la que compraron a Telefónica el pasado verano, o compras de compañías?
Ambas. Tenemos un porfolio de nicho, como la de esa operación, y otro con más diversificación como cuando compramos con EFF [Excellence Field Factory]. Ya sea por catálogo y servicio o porque nos incremente la presencia geográfica en los países que nos interesa.
Teniendo en cuenta que Alemania es clave, ¿se va a buscar allí alguna oportunidad o algún socio?
Como hemos hecho siempre, buscaremos el formato de crecimiento que permita a la compañía entrar comercialmente asegurando una cartera. Alguna fórmula con la que nos podamos desarrollar de la mano de algún experto en mercado. Al ser un mercado nuevo, nunca hemos entrado solos en nuestra historia, siempre lo hemos hecho de la mano de alguien y muchas veces, era de la mano del propietario de la compañía que se adquiría. Eso lo vamos a ir repitiendo porque entrar en un mercado tiene muchos componentes. Lo que hace falta son ingresos, carteras y contratos, para entrar en un país.
La guerra declarada por EEUU a Huawei beneficia a uno de sus socios, Ericsson. ¿Es una oportunidad para Ezentis?
Con Ericsson, tenemos un acuerdo comercial hasta 2021 y es una oportunidad que nos está acompañando. Juntos somos una buena pareja de juego y ya el pasado año, facturamos 20 millones de euros cuando veníamos de cero. Nuestro acuerdo comercial con Ericsson está dando sus réditos.
Y, ¿como accionista? La segunda cláusula de permanencia de Ericsson acaba este verano... ¿venderán?
El acuerdo comercial es la clave. Ericsson es un accionista de estar vinculado a un acuerdo comercial. Tienen un lock up ya vencido y otro en julio. Pero su objetivo con nosotros es el acuerdo comercial y si se desarrolla de forma óptima, su presencia en el accionariado seguirá. No es un tema financiero, es una alianza industrial y comercial. El año pasado ganamos con Ericsson en España un contrato con Orange en el que ellos aportan la tecnología y nosotros la mano de obra.
Entonces, ¿Ericsson permanecerá más allá de este verano en el accionariado?
Entiendo que la vocación de Ericsson es el desarrollo del acuerdo comercial y que sea una palanca para explotarla al máximo.
Ericsson es un accionista vinculado al acuerdo comercial. Ese acuerdo es la clave
¿Buscan de forma paralela otro socio financiero?
Los socios vendrán por la pauta de las operaciones inorgánicas que puedan aparecer. No veo aquí un Huawei como socio. En energía, por ejemplo, iremos viendo si hay alguien que nos pueda acompañar y nosotros a él. En la parte financiera, estamos en contacto con inversores. Nuestro objetivo es que haya una mayor capilaridad de nuestra presencia contando los fundamentales en la compañía y que entren nuevos inversores para que tomen protagonismo los fundamentales porque ahora la compañía está infravalorada.
Planean crecer más en Europa, ¿veremos un repliegue en Latinoamérica?
Esa palabra no me gusta, es un tema de prioridades y la prioridad de inversión está en Europa por los clientes y sus gobiernos que quieren que se desarrollen esas infraestructuras. Latinoamérica es la prioridad número dos. Pero no es un repliegue porque no pensamos retirarnos. Es un componente más del grupo y forma parte de la estrategia global del grupo.
¿Están contentos en Brasil? ¿Cómo afrontan los problemas del tipo de cambio?
Empezando por el negocio tenemos una actividad por encima de los 150 millones de euros en 12 Estados. Tenemos una posición muy diversificada en sector eléctrico y en las telecomunicaciones. Trabajamos para American Power, y en la parte eléctrica estamos en tres Estados con Iberdrola. Es un negocio que crece muchísimo y el objetivo es mantener un crecimiento de doble dígito en moneda local. El tipo de cambio es una realidad. Tenemos toda la operación en moneda local, cobramos y pagamos en reales. Pero en el reflejo final, es cierto que tiene un impacto en cuentas y patrimonio ajeno a la gestión.
No nos replegamos de Latinoamérica. Pero Europa es la prioridad
¿Están cómodos con la deuda actual?
La deuda para Ezentis nunca fue un problema. Esta compañía siempre ha pagado todas sus deudas y estructuras en su historia reciente. Pero la deuda actual es el reflejo de una historia. Hubo una deuda con Highbridge, que entró a financiar la empresa cuando era un 30% argentina y se cubrió esa etapa. Se ha cambiado el perfil de riesgo. Ahora, trabajamos con el Banco Santander y BBVA. La confianza de la banca es alta. En términos relativos, la empresa venía de una deuda 10 veces Ebitda en 2013 y ahora estamos en un ratio de 2,7.
¿Pondrán sobre la mesa algún plan para retribuir al accionista?
Actualmente no lo tenemos, nunca lo ha habido. Pero este plan vendrá a lo largo de los próximos años cuando materialice su perspectiva de consolidar unos ratios de deuda, creo que será el momento. Forma parte de la hoja de ruta para pasados los años 2021 o 22, encajarlo con las perspectivas de 2022 y 2023.
Ezentis es una de las pocas empresas que cumple con los objetivos de la CNMV sobre el número de consejeras...
Más allá de la diversidad, la compañía cumple el 100% todas las recomendaciones de Buen Gobierno de la CNMV. Somos una de las cinco únicas compañías del mercado español que cumple.