Pedro Sánchez ha llegado a Davos con ganas de despejar las dudas sobre el futuro de la economía española. Para ello, en las últimas horas, ha desplegado una intensa agenda que le permitan dejar claras cuáles son las prioridades del nuevo Ejecutivo.
Durante este miércoles se ha reunido con Tim Cook, CEO de Apple, con quien ha hablado sobre las oportunidades que presenta la digitalización para el crecimiento económico. Aunque también para el desarrollo de la formación de los trabajadores.
También se ha sentado con Matt Brittin, CEO de Google Europa y África, con quien ha encontrado "grandes oportunidades de trabajar en Inteligencia Artificial, digitalización y formación", según ha dicho en su cuenta de Twitter el presidente del Gobierno.
Colaborar con Google
Según él mismo ha explicado, con Google existe la posibilidad de "aprovechar su desarrollo para luchar contra la despoblación y hacer frente al reto demográfico".
Unos encuentros que se han producido horas antes de su intervención frente al plenario del Foro Económico Mundial, en el que ha destacado el "compromiso" del Ejecutivo con la reducción del déficit.
“Ejercemos el rigor fiscal y estamos comprometidos con la reducción de la deuda y el déficit público para crear confianza”, ha dicho, para insistir ante los inversores que no se va a apartar de la ortodoxia pese a que Podemos "está más a la izquierda que el Psoe".
Una intervención que ha llegado después de un encuentro con el máximo responsable de la alianza Renault-Nissan, Jean-Dominique Senard, a quien ha trasladado el "apoyo" del Ejecutivo a su apuesta por la producción de vehículos eléctricos en Barcelona.
Unas citas que llegan tras la cena del martes en el que el equipo de Moncloa consiguió que Sánchez pudiera reunirse con responsables de Bank of America, Zurich Insurance Group, Citi Group y Morgan Stanley.
Spain Investors Day
El objetivo del equipo económico de Sánchez es despejar dudas entre los inversores internacionales. Unas dudas que salieron a relucir en el Spain Investors Day que se celebró en Madrid la pasada semana, con el Gobierno recién nombrado, y en el que el secretario del Tesoro tuvo que responder a dudas sobre el futuro de la reforma laboral, del SMI o de las previsiones de crecimiento de la economía española.
En esa cita, más de 150 inversores nacionales y extranjeros tuvieron ocasión de escuchar a Nadia Calviño, pero se quedaron con las ganas de conocer de primera mano los planes de Ribera en un sector que está siendo destino de grandes inversiones. La ministra tendrá la ocasión ahora de acercarse a muchas de esas firmas presentes en Davos.
Por su parte, para Sánchez parece prioritario aclarar ante el mundo de las inversión cuál será su política económica frente a las presiones de su socio de Gobierno, Unidas Podemos, que no genera devoción en el mundo financiero.
Tanto es así que este viaje es el primero que hace el presidente en esta legislatura, priorizando así los contactos con el mundo de la banca y la empresa frente a otros viajes más políticos, como hubiera sido la tradicional visita a Marruecos en el estreno de las agendas internacionales de los presidentes españoles.