Endesa ha presentado este viernes la solicitud formal de cierre de las centrales térmicas de carbón importado ubicadas en As Pontes (A Coruña) y Carboneras (Almería), ante "la clara ausencia de perspectivas de mejora en el futuro" de las plantas por su falta de competitividad en la cobertura de la demanda por "la profunda modificación" de las condiciones de mercado, con un incremento sustancial en el precio de los derechos de CO2 y una caída significativa del precio del gas.
En un comunicado, la energética señaló que garantizará el puesto de trabajo de los casi 300 empleados de las dos plantas -174 de As Pontes y 113 de Carboneras-, mediante un proceso de recolocación, así como medidas formativas y participación en el desmantelamiento.
Asimismo, Endesa propone, dentro de los planes de acompañamientos presentados para cada emplazamiento, sustituir el cierre de estas dos centrales con el desarrollo de proyectos renovables por más de 3.000 megavatios (MW), con unas inversiones totales de casi 2.800 millones de euros.
Concretamente, la energética propone sustituir en Galicia los 1.468 MW térmicos de la central por 1.505 MW renovables en el periodo 2020-2026, con una inversión de unos 1.580 millones de euros y la generación de unos 1.250 empleos directos de media anual en los seis años de la fase de construcción y 125 en la de operación y mantenimiento.
Para Andalucía, contempla en el periodo 2020-2026 la construcción de unos 1.520 MW de potencia solar y eólica en Almería, donde se ubica la central, con unos 1.200 millones de euros de inversión y la creación de unos 700 empleos directos de media anual en los seis años de la fase de construcción y 110 en la de operación y mantenimiento, y 2.535 MW más para el resto de Andalucía.
El pasado mes de septiembre, la energética ya anunció la decisión de promover la discontinuidad de la actividad de estas centrales debido a las condiciones del mercado.
Desde ese momento, la compañía indica que ha venido analizando alternativas de funcionamiento de las plantas mediante el empleo de biomasa que, sin embargo, no ha resultado satisfactorias, tanto desde un punto de vista técnico y medioambiental como económico, lo que las hace inviables.
Así, Endesa, al igual que hizo con las centrales de Compostilla (León) y Andorra (Teruel), aunque en el caso de estas plantas estaban condenadas al cierre ya que no se habían abordado las inversiones necesarias para que cumplieran con los nuevos límites de emisiones establecidos por la Unión Europea que entrarán en vigor el 30 de junio de 2020, ha optado por el cese de la actividad en As Pontes y Carboneras.
Derecho de desistimiento
No obstante, el grupo se reserva el derecho de desistimiento de esta petición, en su conjunto o parcialmente, en el supuesto de que, como consecuencia de las pruebas adicionales de combustión con distintas mezclas de combustible, tanto en la central de As Pontes como en la de Carboneras, que se realizarán en los próximos meses, pudieran variar los resultados y garantizar la viabilidad de las plantas.
Endesa indicó que la solicitud es plenamente coherente con el objetivo de conseguir un sistema energético totalmente descarbonizado en el año 2050, "compromiso compartido y apoyado por la compañía y por todos los países que han firmado los acuerdos de la Cumbre de París COP21".
Antes de presentar la solicitud de cierre, la energética ha informado de ello a los representantes del Ministerio para la Transición Ecológica, a las autoridades autonómicas de Andalucía y de Galicia y a las de los municipios en los que se hallan ubicadas las plantas.
Planes 'Futur-e'
En paralelo a la solicitud, Endesa ha presentado para cada planta de manera voluntaria esos proyectos de actuaciones para atenuar el impacto provocado por la disminución de actividad, denominados 'Plan Futur-e', destinados a promover el desarrollo de actividades económicas y generación de empleo en las zonas en las que se encuentran ubicadas las dos centrales.
Endesa afirmó que estas propuestas "se hallan abiertas a incluir de manera flexible nuevas iniciativas viables que puedan proponerse en adelante para conseguir esos objetivos de desarrollo de las zonas de las centrales, sumando sus esfuerzos a las iniciativas y liderazgo de las Administraciones Públicas".
Además, el grupo energético destacó que hasta la autorización de cierre las plantas irán dando salida progresivamente al carbón que tienen almacenado.
Empresas Auxiliares
En lo que respecta a las empresas auxiliares que prestan actualmente servicio para las plantas de As Pontes y Carboneras, Endesa afirmó que "priorizará la contratación de personas del entorno" para acometer los trabajos de desmantelamiento de ambas plantas una vez aprobada la solicitud, así como en el desarrollo de las nuevas instalaciones renovables que se propone llevar a cabo en las zonas de las dos centrales.
Para esas personas están previstos programas adicionales de formación que se implantarán para la generación de empleo local. Asimismo, la compañía fomentará para la ejecución de sus nuevos proyectos renovables la compra de materiales a proveedores locales que impulsen el desarrollo industrial verde de la zona.
El desmantelamiento
Para el desmantelamiento de las instalaciones de As Pontes (que cuenta con cuatro grupos de generación) se estima una duración de alrededor de cuatro años, más las tareas previas, que generarán en torno a 130 empleos directos con puntas de trabajo de hasta 200 personas.
En el caso de la central de Carboneras, que cuenta con dos grupos, para el desmantelamiento de las instalaciones se contempla una duración de tres años, tras unos 18 meses de trabajos de preparación, que generarán unos 110 empleos directos con picos de trabajo de hasta 160 personas.