Grifols registró un beneficio neto de 423,4 millones de euros en los nueve primeros meses del ejercicio, lo que supone un descenso del 9,6% respecto al mismo periodo de un año antes, según ha informado la compañía este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La firma ha achacado este resultado, principalmente, al impacto de la evolución de los tipos de interés y al cambio de normativa contable relacionada con el nuevo tratamiento de los arrendamientos (IFRS 16), que asciende a 20,2 millones de euros hasta septiembre de 2019.
En 2018, el resultado neto incluía el impacto financiero positivo de la desinversión en TiGenix por 32 millones de euros.
Entre enero y septiembre, la cifra de negocio se situó en 3.737,8 millones de euros en los nueve primeros meses de 2019 con un crecimiento del 14,5% y del 9,7% a tipo de cambio constante del periodo.
Asimismo, el resultado bruto de explotación (Ebitda) reportado en los nueve primeros meses del ejercicio alcanzó los 1.066,1 millones de euros con un aumento del 13,5%, que representa un margen del 28,5%. El Ebitda subyacente se sitúa en el 29%.