Miembro del Consejo Asesor para la Transición Nacional (CATN) creado por Artur Mas, candidato a la lista de Eines de País que ha elevado a Joan Canadell a la presidencia de la Cámara de Comercio de Barcelona y presidente del grupo Bonpreu, los supermercados independentistas que no abrirán sus puertas este viernes.
Joan Font es una de las voces reconocidamente independentistas dentro del empresariado catalán. Asociado a la patronal FemCat, Bonpreu es una de las empresas que se ha vinculado al separatismo. Con un fuerte compromiso con los proveedores de la terra, no ha dudado en vender los kits de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) -que incluyen camisetas, bolsas y pañuelos- cada 11 de septiembre desde hace algunos años.
Bonpreu es uno de los mayores grupos de distribución de Cataluña. En 2018 facturó 1.347 millones de euros. Tiene repartidos por el territorio catalán 131 supermercados Bonpreu, 54 hipermercados Esclat y 49 gasolineras EsclatOil. Según los datos de la Memoria de 2018, el 86% de los proveedores de carne del Grupo son catalanes, el 52,6% de la fruta y verdura también es de territorio catalán.
Por si no quedara claro con las cifras, Bonpreu se describe como una compañía con “vocación de país”, una declaración de intenciones que recuerda a la “conciencia social” de la que presume Petrolis Independents, otra de las marcas declaradamente ‘indepes’ y propiedad de Joan Canadell.
Ambos empresarios empezaron a abogar por el movimiento independentista mucho antes del 1 de octubre de 2017. Font consideraba que los discursos que alertaban de los riesgos sociales y económicos de una separación de Cataluña eran demasiado alarmistas.
En 2014, dio una charla en Malla (Barcelona) en la que pidió que no se hiciera caso a los mensajes “apocalípticos”, según recoge Nació Digital. En la misma conferencia, Font declaró que “hasta el Sabadell y La Caixa se posicionarán a favor de la independencia, y asegurarán que en privado ya decían que quería la independencia, y querrán recuperar la confianza de los catalanes proclamándose entidades genuinamente catalanes, aunque tengan la sede en Londres”.
La independencia no ha llegado, el independentismo de los bancos tampoco, pero Font sigue convencido de sus ideales. Tanto es así que los trabajadores de Bonpreu recibirán un permiso remunerado este viernes para que puedan acudir a la huelga general convocada sin miedo al perjuicio económico. La compañía reconoció este jueves el esfuerzo que supone este ejercicio pero consideró que “el momento es excepcional, y así lo merece”.
Ruptura familiar
Como gran parte del tejido empresarial catalán, Bonpreu es un grupo familiar. Abrió su primera tienda en 1974 y en 1988 el primer hipermercado Esclat. A día de hoy, su enseña se ha extendido por todo el territorio.
Pero como en todas las familias, también hay disputas. De hecho, la más importante para el grupo terminó a principios de este año. Joan y su hermano Josep Font llevaron a los tribunales su falta de consenso a la hora de gestionar la compañía. Según publica El País, el enfrentamiento empezó porque Joan no quería abonar dividendos pese a los resultados de la compañía.
Josep decidió ofrecer a su hermano la mitad del Grupo pero cuantificar esa mitad fue una operación complicada. Ambos hermanos encargaron sendas valoraciones a consultoras externas, pero las cifras cada vez eran más dispares. Finalmente, Joan compró la mitad del grupo a su hermano por alrededor de 350 millones de euros.
A las puertas de la Cámara
Varios medios aseguran que Canadell ocupa la presidencia de la Cámara de Comercio de Barcelona porque Font decidió no presentarse. El actual presidente de Bonpreu es también consejero de la central de compras IFA.
Aunque no diera el salto a la primera línea de la política empresarial, Font sigue al mando del Grupo Bonpreu. “Somos una organización comprometida con los ciudadanos y con el territorio. Hemos orientado nuestra actividad al mercado catalán, con el anhelo de ser útiles y ofrecer el mejor servicio, precio y calidad de producto a los ciudadanos”, reza la misión del Grupo.