La petrolera china CNPC, uno de los principales socios de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) paraliza este miércoles sus actividades locales con el régimen de Nicolás Maduro para no violar las sanciones impuestas por el Gobierno de Estados Unidos.
Así lo informa el diario venezolano El Estímulo, que cuenta que CNPC está enviando una carta a Pdvsa cumpliendo con el embargo y que quedan suspendidas todas las actividades de las empresas mixtas entre CNPC y Pdvsa.
Un anuncio que pone en evidencia las declaraciones del régimen de Maduro, que insisten en que los lazos comerciales y de negocios con los socios chinos son sólidos y capaces de desafiar las sanciones internacionales.
Así las cosas, este miércoles vence el plazo de una de las licencias establecidas por el Gobierno de Donald Trump para que las compañías internacionales vinculadas con Estados Unidos completen todas las transacciones necesarias para el cierre de sus operaciones en Venezuela, sin exponerse a costosas sanciones comerciales.
Tal y como apunta El Estímulo, Sinovensa, una sociedad entre Pdvsa y CNPC, opera en el campo de Morichal, en el estado Monagas, en la Faja Petrolífera del Orinoco, donde produce unos 105.000 barriles por día de crudo extra pesado que debe ser mejorado para convertirlo en un crudo menos denso, como "merey", comercializable en los mercados internacionales. Los planes entre Maduro y China eran elevar esa producción al menos hasta 165.000 barriles por día en el medio plazo.
Un fuerte golpe para Nicolás Maduro de sus socios chinos que llega apenas un mes después de que CNPC cancelara un embarque de cinco millones de barriles ese mes para acatar las sanciones impuestas por el Gobierno de Donald Trump.