Las drásticas reducciones de personal que han llevado a cabo los bancos españoles no han llegado a su fin. En un entorno de "mucha presión" por los bajos tipos -e incluso tipos negativos- impuesto por el Banco Central Europeo (BCE) para tratar de impulsar el débil crecimiento de la Eurozona, las entidades tendrán que seguir reduciendo costes por la vía de recortes de plantilla, según ha augurado este viernes el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar.
"En un entorno difícil, los bancos debemos seguir buscando ahorros y nuevas fuentes de ingresos. Es inevitable que en el resto del sector bancario siga habiendo ajustes en entidades dentro y fuera de España, como ya lo estamos viendo. Hay presión en la actividad y hay que revisar los costes", ha explicado Gortázar en una rueda de prensa celebrada en su sede de Valencia.
El ejecutivo ha hecho estas declaraciones a la espera de que el próximo miércoles, 31 de julio, sea el último día de trabajo para 2.023 empleados que abandonarán CaixaBank tras firmar un acuerdo voluntario con el banco dentro del ERE.
Una decisión que se ha precipitado, adelantando la fecha de salida, precisamente para ahorrar costes y tratar de compensar así el revés de los tipos negativos que no se contemplaban cuando la entidad diseñó su Plan Estratégico 2019-2021 en noviembre del pasado año.
Con el adelanto de la salida de esas personas, el banco reducirá el incremento de costes en los próximos meses. En concreto, si el crecimiento de costes en 2019 iba a ser del 5%, "hoy creemos que crecerán el 3%" el próximo año, ha explicado el CEO. Un ahorro de 80 millones de euros para la entidad, pero que ha afectado a los resultados semestrales presentados este viernes. En concreto, la caída del beneficio ha sido del 52%, hasta los 685 millones de euros, debido a esos costes del ERE. Sin ellos, habría experimentado un ligero repunte.
"Mucha presión" del BCE
Gortázar ha reconocido que el banco está sometido a "mucha presión" por las políticas del BCE, pero ha señalado que por el momento no revisarán su Plan Estratégico elaborado con una estimación de los mercados de futuros del pasado noviembre, cuando se esperaba que los tipos estarían en positivo en 2021.
En su momento, el banco proyectó una rentabilidad del 12% en 2021 y explicó que sería del 10% si el escenario previsto de tipos no se cumplía. "Pero eso era una sensibilidad. Si no hacemos nada más, llegamos al 10%. Esa hipótesis de si no hacemos nada más, no es cierta porque en tres años tenemos que compensar esos efectos negativos con la gestión. Hay mucha presión porque los tipos han ido a la baja y como entidad, tenemos la obligación de buscar las maneras de ver cómo podemos compensarlo", ha explicado Gortázar, que pese a todo se mantiene optimista con llegar a ese 12%.
"En este momento, el desafío de alcanzar las metas del Plan Estratégico es aún mayor pero no toca revisarlas. Ahora es momento de ver qué podemos hacer", ha zanjado el debate.
Precisamente, ante ese escenario de tipos negativos que supone que el BCE cobre a las entidades a cambio de guardar sus depósitos, los bancos están empezando a trasladar a las grandes cuentas corporativas los costes de mantener sus depósitos. Sin embargo, esta decisión no llegará por el momento a los clientes particulares. Tampoco en el caso de CaixaBank, según ha confirmado su CEO, que ha acotado a las grandes cuentas el traslado de ese impacto.
Situación política
Sobre la situación política, Gortázar se ha mostrado confiado en que no se produzca una repetición de elecciones y se forme Gobierno a la vuelta de verano.
"La falta de Gobierno no es una buena noticia. Esperamos y confiamos en que los representantes legítimamente elegidos por los españoles trabajen en las próximas semanas para poner remedio a esa situación. Mientras, seguiremos haciendo nuestro trabajo y estamos a disposición para poder colaborar con el nuevo Gobierno y el Gobierno en funciones en lo que corresponde a nuestra actividad", ha afirmado el consejero delegado de CaixaBank.
Con la cuestión catalana en un momento decisivo ante la sentencia del próximo otoño por el procés, Gortázar ha descartado por el momento que el banco vuelva a trasladar su sede social a Cataluña. "Tomamos una decisión en su momento y no hay ningún cambio", ha afirmado.