Bajan revueltas las aguas de la CEOE en plena canícula. Aunque quien más quien menos ya está pensando en el descanso veraniego, algunos de los miembros de la cúpula directiva se irán de vacaciones bastante mosqueados. ¿El motivo? Temen que en la junta directiva del mes de septiembre el presidente, Antonio Garamendi, anuncie su nuevo fichaje para la patronal: la exministra de Empleo, Fátima Báñez.
Desde la patronal aseguran desconocer que el nombramiento se vaya a producir; sin embargo, algunos de los cercanos a Garamendi en la junta directiva dan por hecho su llegada. Al parecer, la idea es que no ocupe ningún puesto dentro de la patronal, si no que se convierta en asesora personal del presidente en materia de Trabajo. Un cargo que sería remunerado, por supuesto.
Si se confirma su llegada, sería la primera vez que un exministro pasa a engrosar las filas de la patronal. Un movimiento que, además, no acaba de entenderse entre los principales líderes empresariales y que se considera una especie de “traición” a los principios de la organización empresarial. Tanto es así que muchos de sus miembros comentaron este tema la pasada semana durante el desayuno que protagonizó en Madrid el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, al que presentó Garamendi.
Fernández de Mesa en CEOE
En ese entorno, algunos de los asistentes comentaban en petit comité su preocupación por la excesiva cercanía al Partido Popular de Garamendi. No se trata sólo de que haya ‘echado el ojo’ a Báñez, es que en los últimos meses se ha incorporado a CEOE Iñigo Fernández Mesa, el que fuera secretario de Estado de Economía con Luis de Guindos como presidente de la Comisión de Economía. Las fuentes consultadas creen que debería haber algo más de neutralidad en CEOE.
Habrá que esperar a ver cómo transcurren los acontecimientos. De momento ni el equipo de Garamendi ni la exministra Báñez dicen esta boca es mía. De hecho, la propia exministra aseguró hace unas semanas que todo era una fake news. Unas palabras que pronunció tras publicarse en La Información el interés de CEOE en hacerse con sus servicios. Ahora, sin embargo, los rumores vuelven.
La relación entre Báñez y Garamendi es bastante buena. Ambos se conocieron durante el Gobierno de Mariano Rajoy cuando el ahora presidente de CEOE lideraba Cepyme. Un cargo desde el que pilotó junto a Juan Rosell los contactos durante las negociaciones para conseguir los acuerdos para el empleo y la negociación colectiva (AENC) de los años 2015 y 2018.
Aunque hubo varios desencuentros en todo ese proceso, ambos se llevan bastante bien. Además, para Garamendi la incorporación de una persona como Báñez sería clave para las negociaciones que tendrá que abordar con el próximo Gobierno. Se da por descontado que Sánchez, si logra la investidura, impulsará una reforma del Estatuto de los Trabajadores, así como distintos cambios en la legislación laboral.
Será en ese proceso en el que Garamendi pueda aprovechar al 100% la experiencia de la exministra. No hay que olvidar que fue ella la impulsora de la reforma laboral aprobada en 2012 por el Gobierno de Mariano Rajoy.
La llegada de Báñez a la CEOE como asesora de Garamendi supondría su vuelta a la primera línea tras abandonar la clase política el pasado mes de marzo.