Hablemos de Bankia. Aunque siete años después de destaparse el agujero a alguno le resulte cansino, la memoria siempre es buena. Lo decía el jueves el presiente del Frob -fondo que atesora nuestra participación en Bankia-, Jaime Ponce, en un corrillo con periodistas en Santander: “El rescate fueron 60.000 millones y los que trabajamos por recuperar lo que se pueda, no podemos olvidar”.

Un día antes, en la Audiencia Nacional se celebraba el tercer día de la fase pericial del juicio por la salida a Bolsa de Bankia. De nuevo, la cita servía para airear las vergüenzas del Banco de España de los tiempos de MAFO. Esta vez con unos correos  que evidencian que en la calle de Alcalá conocían que las cuentas con las que salió a Bolsa no eran correctas.

A más de 400 kilómetros, en la ciudad cántabra, el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, aprovechaba una presentación para explicar, una vez más, por qué en su opinión fue bueno dedicar 54.000 millones de euros al rescate bancario en 2012.

La sede de Bankia y su presidente, José Ignacio Goirigolzarri.

La sede de Bankia y su presidente, José Ignacio Goirigolzarri.

En aquel entonces, Goirigolzarri era para el imaginario colectivo -no digamos para sindicatos y PSOE- ese ejecutivo agresivo que había abandonado BBVA con 68,7 millones en concepto de pensión vitalicia y acciones.

Hoy, el banquero de Bilbao es visto como una suerte de superhéroe financiero que cumple con el contribuyente con un dividendo aceptable -dadas las circunstancias- y le regala frases del tipo “sufro más por el dinero del rescate que por la cotización” de Bankia. Prueba de lo que Goiri es para el establishment es que fue el único ejecutivo al frente de una empresa con peso público que no se tambaleó con el cambio de Gobierno con Pedro Sánchez.

Goirigolzarri es aceptado por el 'establishment' hasta el punto de que el cambio de Gobierno no tambaleó su sitio en Bankia.

Por no hablar de sus fotos como banquero ‘amigo’ de Carmena. Y es que Goiri, como le llaman sus colaboradores, es sencillo y cercano. Un gestor hecho a sí mismo. "Su familia es de Caserío, con lo que el mérito de su carrera es aún mayor", dicen desde su tierra.

Seguidor del Atlethic, jugador de balonmano, amante de las caminatas... Me cuentan que cuando ejercía como número dos de FG, acudía a menudo al Club Deportivo Bilbao en Alameda Rekalde. Allí, se subía a la cinta de runner y mientras sudaba la gota gorda, contaba cosas del banco azul... y de su exjefe.

Desde hace ya algunos años, Goiri dedica también su tiempo a Kant y Spinoza. Y es que los lunes es puntual a las clases particulares de Filosofía con un profesor amigo suyo.

Sobre su gestión, habrá opiniones para todo. La general es positiva. Ahí están los beneficios de la quebrada Bankia. Aunque hay voces (la más sonora, la de Rodrigo Rato) que apostillan “faltaría más, con los fondos que recibió en su recapitalizacion”.

Antes de que Mario Draghi, Luis de Guindos & cía en el BCE aguaran la fiesta a los bancos con el escenario de tipos bajos y negativos que han dibujado en Sintra (Portugal), Goirigolzarri estaba convencido de distribuir en tres años entre sus accionistas 2.500 millones de dividendo. Es decir, el contribuyente (con su 60%) recibirá unos 500 millones al año. Se sumarán a los ya devueltos 3.083 millones. Multipliquen hasta 22.500 millones.

Así que, volviendo a lo que nos ocupa, más que preguntarse si fue bueno el rescate, quizás sea mejor preguntarse cómo llegamos al rescate. Y por culpa de quién. Y esto es lo que trata de dirimir la juez Ángela Murillo en la sala de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares, donde el juicio por la salida a Bolsa de Bankia ha entrado en fase pericial.

La fiscal del caso Bankia parece allanar con sus preguntas el camino para endurecer la acusación con el delito por falsedad contable.

La semana pasada dejó algunas claves. La primera es que la guerra interna que padeció el Banco de España ha dejado heridas abiertas. Y si no, escuchen a los dos peritos judiciales procedentes de la institución, Antonio Busquets y Víctor Sánchez Nogueras.

La segunda es que el argumento de Rato y su perito, Juan Zornoza, de que el agujero de Bankia fue culpa del entorno económico fue fácilmente rebatible por un Sánchez Nogueras, cuyo tono algo chulesco fue cortado por Murillo.

Y la más importante: que la fiscal, Carmen Launa, parece allanar con sus preguntas el camino para endurecer su acusación e incluir un delito de falsedad documental en las conclusiones del juicio. Podría ampliar así su acusación a todo el consejo de la entidad. Ahora sólo cuatro exdirectivos se enfrentan al presunto delito de estafa (Rato, Olivas, Francisco Verdú y José Manuel Fernández Norniella).

Rodrigo Rato y Fernández Ordóñez, en el centro; José Luis Olivas, Francisco Verdú y Fernández Norniella (a la izquierda); Luis de Guindos, Jaime Ponce y Hernández de Cos (a la derecha).

Rodrigo Rato y Fernández Ordóñez, en el centro; José Luis Olivas, Francisco Verdú y Fernández Norniella (a la izquierda); Luis de Guindos, Jaime Ponce y Hernández de Cos (a la derecha).

A este último, se le pudo ver en la sala siguiendo el careo entre peritos. Algo desmejorado, Fernández Norniella no perdió la sonrisa y el gesto irónico ante los argumentos de Busquets y Sánchez -como si eso de ir a la cárcel no fuera con él-.

Quizás con su actitud el expolítico y exconsejero de Bankia se esté preparando para la nueva regulación financiera que, además de preparar un colchón anticíclico para anticiparse a la próxima crisis, podría empezar a exigir a los banqueros que vengan llorados, como interpretaron algunos de las palabras que pronunció el pasado lunes el gobernador, Pablo Hernández de Cos, en la frase más comentada de los últimos días en los corrillos financieros.

ATENTOS A...

MásMóvil se estrena este lunes en el Ibex 35. Se convertirá así en la primera compañía que se estrenó en el MAB (el mercado para pymes) y logra colarse entre los grandes tras lograr una base de ocho millones de clientes. Sin embargo, su presidente, Meinrad Spencer, tendrá que seguir de cerca los pasos de un viejo conocido, José Miguel García, artífice del éxito de Jazztel, que ha sido fichado por los fondos de Euskaltel para romper la baraja del mercado de telefonía con un quinto operador que pise fuerte a nivel nacional. Una operación que gusta a la CNMC porque presionará a la baja el precio del móvil e internet, pero que horroriza a sus competidores inmediatos pues consideran que el mercado está saturado y ya no hay espacio para más competidores. "¡Destrozará el mercado!", advierte alguno de los grandes.