Neonergia, la filial brasileña de Iberdrola, sigue sumida en su salida a bolsa. Después de dar luz verde a la puesta en marcha de la operación, a finales de abril, la compañía registró hace algunos días el folleto preliminar en el regulador brasileño, en el que hace un repaso exhaustivo sobre cómo es la empresa.
En el Formulario de Referencia, de más de 700 páginas, la eléctrica explica de forma detallada varios aspectos de la compañía; entre ellos, su información financiera, los factores de riesgo a los que está sometida, la forma de gestionarlos y sus controles internos, negocios extraordinarios o valores mobiliarios.
Se trata de que, a partir de él, tengan lugar algunas semanas en las que los socios (Iberdrola, 52,45%; Previ, 38,21%; y Banco do Brasil; 9,35%) contacten con inversores, valoren la demanda y, después, estén en disposición de aportar un rango de precios de la operación, que, esperan en la eléctrica, llegue a principios de junio. Entonces, se conocerá el folleto definitivo de la operación y, si todo continúa en orden, la operación finalizaría antes de que termine el primer semestre del año.
Una operación que será liderada por Banco do Brasil (BB-Banco de Investimento), Bank of America Merrill Lynch (BofA Merrill Lynch) y JP Morgan. En concreto, Banco do Brasil, accionista también de Neoenergia, será el coordinador líder en la OPV, mientras que BofA Merril Lynch ejercerá de agente estabilizador y JP Morgan de coordinador adicional. Además, también participarán otras entidades como Credit Suisse, Citi o HSBC.
Los riesgos que hay que controlar
A la hora de valorar los riesgos a los que está sometido su negocio, Neoenergia separa los suyos propios de los que tienen más que ver con el mercado, así como procesos judiciales o administrativos relevantes.
La filial brasileña de Iberdrola enumera, por ejemplo, que restricciones en la disponibilidad de crédito afectarían a los altos niveles de inversión que precisa, o que las actividades vinculadas a la compañía (operación y procesos de mantenimiento de las redes de distribución y transmisión de energía) están expuestas a riesgos laborales, incluyendo riesgos de accidentes. La eléctrica señala que, en el mercado, son un riesgo los precios de la energía.
También reconoce Neoenergia en el folleto que la compañía puede verse afectada sustancialmente por violaciones a su Código de Ética, a la Ley Anticorrupción Brasileña y leyes de anticorrupción similares, o que la pérdida de miembros de la administración de la empresa o la incapacidad de atraer y retener personal cualificado puede tener un efecto adverso.
En lo que a economía se refiere, la eléctrica apunta, entre otras cosas, a que podría verse afectada si hay cambios en los incentivos del sector o en la legislación fiscal. Asimismo, señala que la intervención del gobierno brasileño en la economía nacional podría afectar a sus negocios. Además, recuerda, la inestabilidad política puede afectar a los negocios y a los resultados de la empresa, además de al precio de sus acciones y, en general, a su reputación.
En general, apunta Neoenergia, el deterioro de las condiciones económicas y del mercado, o la percepción de riesgo en otros países (sobre todo Estados Unidos y mercados emergentes) puede afectar negativamente a la economía brasileña.
Riesgos que, explica en el folleto la compañía, pasan por ser controlados a través de la Política General de Riesgo Corporativo. A través de ella, indica, se establecen las directrices, principios y responsabilidades para su gestión. Los principales riesgos que la compañía busca gestionar y mitigar son los de negocio, mercado, crédito, liquidez o reputacionales.
Pendientes del precio de la operación
De la valoración que hagan los inversores del negocio de Neoenergia, quedará fijado el precio de la operación. Cabe recordar que, en diciembre de 2017, el último intento de salida a bolsa de Neoenergia tuvo que anularse por el rechazo de Previ y Banco do Brasil a los precios que se estaban barajando en la operación. Entonces, la empresa estaba valorada entre 4.100 y 5.100 millones de euros.
Durante la operación, es probable que Banco do Brasil venda toda su participación e Iberdrola, aunque la apoye, no venda prácticamente nada, ya que pretende seguir teniendo más del 50% de la compañía. "Vamos a mantener nuestras acciones mayoritarias", explicó el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, durante una conferencia con analistas. Se desconoce, de momento, de cuánto se desprenderá Previ.
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