El plan marcha según lo previsto. Este martes Zegona comunicó a la CNMV que ya controla el 21% del capital de Euskaltel, desbancando al histórico primer accionista Kutxabank y dando un duro varapalo a los actuales gestores de la compañía, en una operación que ya se barruntaba en el sector desde hace meses.
Después de este anuncio -sumado a otros acuerdos que la mantiene con pequeños accionistas- el fondo británico comienza su camino para conseguir el control de la gestión de la operadora de telecomunicaciones vasca. Como ya ha publicado este periódico la prioridad es encontrar los suficientes apoyos en el Consejo para desbancar al presidente, Alberto García-Erauzkin, y al consejero delegado, Francisco Arteche.
No será un camino fácil, porque los accionistas que sostienen al actual equipo directivo siguen reuniendo un importante peso en el accionariado: Kutxabank con un 19,8%, Corporación Financiera Alba, con un 11% del capital, y a Abanca, con 4,48%. Pero Zegona ya ha activado la segunda fase de su proyecto que incluye tener primero una participación relevante en el Consejo -actualmente solo tiene dos consejeros sumando el de Talomon- y luego buscar una salida pactada para García-Erauzkin y nombrar como nuevo CEO a José Miguel García.
Este periódico ya informó hace un mes que el ex directivo de Jazztel ya está trabajando en un equipo -que designará una vez que se haga oficial su propio nombramiento- y en la preparación de su nueva estrategia. Un plan que pasa por acelerar el desembarco de Euskaltel en todo el territorio nacional de la mano de la marca Virgin en próximas fechas y cuando el plan de desembarco se haya completado.
Financiación para la expansión de Virgin
Precisamente, tras aumentar su presencia en el capital de Euskaltel, Zegona también ha activado la llegada de Virgin a España. El proyecto está claro, pero todavía debe resolver algunos interrogantes para comenzar a desplegarse formalmente: la primera es asegurarse los apoyos necesarios para la llegada del nuevo equipo directivo, tarea todavía no resulta del todo y sujeta a la reacción de García-Erauzkin y de los accionistas que le apoyan.
En paralelo, Zegona deberá conseguir la financiación para el proyecto. El fondo británico se aseguró 114 millones de euros en su última ampliación de capital, más otros dos préstamos de 33 millones de euros cada uno. Un montante que en su mayoría invertirá en la compra de acciones de Euskaltel y que, según las fuentes consultadas, no sería suficiente para realizar el lanzamiento de Virgin.
En el mercado se cree que Zegona está en estos momentos sondeando el mercado para obtener los recursos necesarios para traer Virgin y desplegarla por todo el territorio español, por lo que su calendario de implantación está directamente relacionado con esta financiación. Del mismo modo, otro de las interrogantes es saber qué pasará con las actuales marcas de Euskaltel: la propia Euskaltel, R o Telecable, enseñas históricas en sus respectivos territorios de implantación.
Al respecto, una de las opciones que se plantean es que estas marcas se mantengan en la zona norte de España -País Vasco, Asturias o Galicia- para utilizar Virgin en el resto del territorio nacional. De hecho, mantener la marca y la identidad corporativa de Euskaltel sería un guiño al gobierno vasco que este martes pidió que el desembarco de Zegona no afectase "negativamente" al arraigo de la empresa en el País Vasco y al mantenimiento de la actividad y el empleo en la firma.
Nueva revolución en el sector
En cualquier caso, el desembarco de Virgin traerá una verdadera revolución en el actual terreno de juego de las operadoras españolas. El modelo que exportará Zegona es una apuesta por el bajo coste y por “reventar” el mercado con precios ajustados y con mayores servicios. Un modelo muy similar a lo que hace MásMóvil y hacia lo que está intentando migrar Vodafone.
No obstante, está por ver si el mercado español soportaría dos MásMóvil compitiendo al mismo tiempo. En privado, fuentes de las grandes telecos han manifestado su preocupación por la llegada de Virgin y por los efectos distorsionadores que podría traer al mercado. El caso de Vodafone y de su ERE a 1.000 empleados es ilustrativo y da cuenta de la disrupción que generó MásMóvil y que podría traer un segundo operador con similar estrategia.
No olvidemos que en la arremetida de MásMóvil hace tres años fue clave su acuerdo mayorista con Orange, un movimiento que desplomó de los márgenes del sector y aceleró la deflación de los precios, con descuentazos permanentes para evitar fuga de clientes a manos del operador amarillo.
De esta manera, la llegada de Virgin abre un nuevo debate en el sector respecto de qué red utilizará para su expansión nacional. Hasta el momento Euskaltel es socio preferente de Orange y toda la tímida expansión que ha realizado se apoya en la red de la operadora francesa. Pese a ello, Zegona deberá renegociar nuevas condiciones cuando se haga con el control de la operadora vasca, lo que abre la puerta a otras alternativas.
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