Sería un sinsentido negar el cambio climático. Por eso, convencidos de que es necesaria una transición energética para minimizarlo, actores del sector público y privado demandan una regulación que dé seguridad para, entre otras cosas, acometer inversiones.
Así lo expresaron los ponentes en el II Foro EL ESPAÑOL de Lucha Contra el Cambio Climático y Transición Energética, organizado por este periódico y Acciona. "Para las empresas esto no es nuevo, llevamos en energías renovables más de 20 años. Pero en ocasiones, no basta con el esfuerzo empresarial. Es necesario que toda la sociedad se movilice en la misma dirección", explicó José López-Tafall, director de Regulación de Acciona.
Un reto que abre, además, una oportunidad económica y para la generación de empleo. En este sentido se pronunció Valvanera María Ulargui, directora general de la Oficina Española de Cambio Climático del Ministerio para la Transición Ecológica, encargada de abrir la jornada: "Tenemos que ser capaces de cruzar todas las agendas para que el resultado sea al que nos comprometimos en París: descarbonizar nuestra economía a mediados de siglo", insistió Ulargui.
Para esta experta, el paquete de energía y clima aprobado por el Gobierno marca las líneas a seguir y da confianza a los actores implicados: "Los gobiernos no tenemos otra obligación más que facilitar marcos certeros, para ser corresponsables y coherentes", apuntó.
En ese marco certero insistió López-Tafall: "El plan de Bruselas se tiene que traducir a nivel nacional en una ley de cambio climático, porque moviliza a las instituciones y cristaliza un consenso político que permite una estabilidad a futuro para invertir".
Una inversión en la que, por supuesto, la banca tiene mucho que decir. Así lo reseñó durante su intervención Juan Andrés Casals, responsable global de Finanzas Sostenibles y Riesgo Reputacional de BBVA: "Tenemos una responsabilidad añadida que no es sólo la de financiar proyectos viables, sino proyectos que contribuyan a la mitigación de los grandes problemas sociales, incluyendo el cambio climático".
Casals recalcó que "hay liquidez" suficiente: "Financiación hay, estamos encantados de liderar ese movimiento e invitamos a que empresas, clientes y familias nos demanden ese tipo de financiación", insistió.
El papel de la ciudad... y su transporte
En este camino a la transición ecológica, las ciudades son protagonistas. En ellas, sobre todo en grandes urbes como Madrid o Barcelona, reinan ya los coches eléctricos o los patinetes. "Tenemos que reconocer nuestra importancia como ciudadanos y la capacidad que tiene una ciudad para influir", apuntó Ezequiel Domínguez Lucena, coordinador general de Planeamiento, Desarrollo Sostenible y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, haciendo hincapié en la necesidad de que se tomen medidas desde los consistorios.
"Las medidas que se han tomado desde el Ayuntamiento de Madrid no han desincentivado la compra de vehículos, han crecido los híbridos y eléctricos", aseguró Domínguez, apelando al papel individual del ciudadano: "Hay que buscar huecos en la agenda para salvar el mundo: ir en transporte público, enterarse de qué es eso de los paneles fotovoltaicos...", enumeró.
Antonio Ruíz de Elvira, catedrático de la Universidad de Alcalá de Henares y bloguero especializado en cambio climático, insistía en la responsabilidad del ciudadano, y se mostraba claro: "No vamos a parar el cambio climático, pero podemos reducir su velocidad. El problema no es técnico, es humano", recalcó.
Con la vista puesta en las elecciones del 28-A, todos los ponentes insistieron en que la transición energética tiene que ir más allá de quien gobierne. "Es necesaria la independencia del cambio político respecto a las necesidades que se ha visto técnicamente que hay que adaptar", dijo Domínguez, que señaló el cortoplacismo como uno de los problemas a la hora de tratar estos cambios. También Casals se pronunció en esta línea: "La resolución de estos problemas necesariamente tiene que ser a largo plazo".
Convencidos de que es el momento de actuar en todas las áreas, buscando el apoyo de la administración, López-Tafall concluyó: "No podemos perder la oportunidad que supone la nueva revolución económica" y dejó claro que, aunque el cambio climático es un hecho, incluso si no lo fuera habría que aprovechar la oportunidad que supone para la competitividad de las empresas.
El evento, organizado por El ESPAÑOL junto con Acciona, contó con la difusión de ASEGRE, ASELIP, FER y REPACAR.
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