Querían que fuera la mayor salida a Bolsa de las dos últimas décadas pero, de momento, se queda en una bonita intención. La incertidumbre global ha frenado en seco los planes de Cepsa de volver al parqué español después de siete años fuera y, por el momento, no hay un horizonte claro para volver a intentarlo.
Según la compañía, “los acontecimientos económicos internacionales más recientes han sembrado una gran incertidumbre en los mercados de capitales”.
Este toque de retirada ha sido visto como una decisión de prudencia ante la volatilidad que se ha vivido en los últimos días, pero también se ve con cierta suspicacia porque el sector petrolero cuenta con buenas perspectivas dentro de la incertidumbre que sacude a los mercados globales.
“Si hace unas semanas el momento parecía óptimo -con el crudo en máximos de 4 años-, en unos días han aparecido importantes nubarrones en el escenario económico”, apunta a este periódico Victoria Torre, analista de Selfbank.
Las negociaciones del brexit están atascadas, Italia está siendo un dolor de cabeza en Europa y la postura proteccionista de Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, ha marcado la economía global este año. Según el Fondo Monetario Internacional, en el peor escenario, la ‘guerra comercial’ desatada por Trump hará que el comercio internacional caiga en un 17%. Aunque ya ha hecho que bajen las importaciones por por parte de China a nivel mundial y ha tensado la cuerda a nivel global, el golpe se notará en 2019, cuando entren en vigor todos los aranceles, estima el FMI.
¿Y ha afectado la incertidumbre local? Para la analista de CMC Markets, el principio de acuerdo firmado para los Presupuestos de 2019 firmado entre el Gobierno y Unidos Podemos “podría” haber afectado también, “aunque con menor peso”.
Para Torres, de Selfbank, este componente tampoco entra en el abanico de motivos por el que Cepsa ha optado por aplazar la oferta pública de venta (OPV), aunque “sin duda, es un factor añadido de incertidumbre” que la semana pasada golpeó a las empresas del sector eléctrico.
Falta de atractivo
Y aunque es cierto que la tensión geopolítica ha elevado la volatilidad en los últimos días, para los analistas hay otro factor que habría pesado más en la decisión de Cepsa: no levantar el capital esperado. Aunque la petrolera contaba con demanda suficiente para sacar adelante la OPV en la parte baja de su horquilla de precios, ha sido “menos fuerte de lo estimado y se ha juntado con las dudas del mercado”, señala la analista de Selfbank.
La petrolera española, controlada al 100% por Mubadala, tenía previsto debutar este jueves y colocar un 25% del capital entre inversores cualificados y empleados. La oferta pública de venta tenía una horquilla de entre 13,1 y 15,1 euros con intención de captar hasta 2.019 millones, según el folleto presentado al regulador. A este precio, el valor total de la compañía se situaba entre los 7.000 y los casi 8.100 millones de euros.
“El análisis que se hace es que posiblemente el precio de salida de Cepsa no ha sido lo suficientemente atractivo y eso que ya estaba alejado de las valoraciones iniciales que se hicieron de la compañía”, afirma Torre, de Selfbank, en referencia a los más de 10.000 millones en que se valoró la petrolera antes de que lanzara el folleto.
Según los expertos, este precio caro combinado con las debilidades de la petrolera habrían enfriado las posibilidades de Cepsa de volver al parqué pese a la prometida lluvia de dividendos.
“Hay que tener en cuenta su ratio de endeudamiento (1,8 veces), por encima del de otras compañías, ahora que estamos a las puertas de un proceso de subida de tipos de interés”, apunta Torres. “Su intención de pagar un alto dividendo tiene su cara y su cruz: es una buena noticia para el cliente de dividendos, pero genera dudas sobre la razón por la que se destinan cantidades elevadas a retribución, ya que eso supone menos fondos para invertir”, añade.
Oferta sin margen de revalorización
“La versión oficial de Cepsa apunta a la tensión del mercado, pero me choca porque el sector petrolero es el único que se está comportando al alza”, afirma Sara Carbonell, analista de CMC Markets. “El mercado está complicado, pero justo para una petrolera es el propicio”.
Bajo su punto de vista, al barril de petróleo aún le queda recorrido -aunque no se espera que llegue a los 100 dólares por unidad por el momento-, por lo que la clave en el freno de Cepsa estaría en esa “falta de apetito inversor” en la que se respalda la petrolera.
Concuerda con esto Ángel Pérez, de Renta4. “(La inestabilidad del mercado) no es un mensaje con mucho sentido. Con el repunte del petróleo vemos a Repsol en máximos históricos. Es posible que su oferta estuviera muy cara o que los potenciales inversores ya tienen en sus carteras la exposición que desean a petroleras”, indica a este periódico.
En el análisis que hizo Bankinter antes de que la petrolera publicara su folleto estimaba una valoración de 8.900 millones, es decir un 10% más respecto al valor más alto de su horquilla de precios. “Algunos analistas habían manifestado su intención de no acudir a la OPV, considerando que no dejaba margen para un potencial de revalorización atractivo”, corrobora Torres.
Mercado prudente
El regreso de Cepsa era uno de los grandes eventos de un año en sólo Metrovacesa ha animado el parqué. Las preocupaciones geopolíticas están pesando sobre los inversores, como ya advertía un estudio del despacho de abogados Baker McKenzie en el que aseguraban que en el primer semestre de 2018, el volumen y el valor de las transacciones ha caído un 67% respecto a 2017.
A nivel mundial, el número de operaciones bajó entre enero y junio en un 19%, con 676 salidas, con una valoración total de 90.000 millones de dólares (unos 76.000 millones de euros). Y aunque el despacho de abogados auguraba un segundo semestre menos turbulento, parece que la tensión geopolítica no va a dar tregua a los mercados.
¿Está el mercado frío para OPV? “Depende de cuál sea el motivo de la empresa para abrirse a Bolsa”, señala el experto. “Si el objetivo es obtener liquidez para seguir creciendo, las compañías suelen tener buenas salidas y es mejor hacerlo cuando el mercado está bajo”, agrega, pero en el caso de Cepsa, “no estaba claro el destino de esos fondos, por lo que es posible que no dejara recorrido al inversor y que su oferta pareciera cara en el mercado”.
Aun así, "las turbulencias de los mercados pueden complicar cualquier salida a Bolsa próximamente, debido a estos motivos", apunta Torres. En la agenda de los inversores está la salida a Bolsa de AmRest, el gigante de la restauración y dueño de la Tagliatella, por ejemplo.
Cepsa no es la única que ha pisado el freno. Ya pasó con Cortefiel en junio, que tampoco sintió el "apetito inversor" deseado entre socios institucionales y optó por aplazar la operación. O Haya Real Estate, propiedad de Cerberus, que también pretendía abrirse hueco en la Bolsa española este año pero está pendiente del mercado y de sus contratos con Sareb y BBVA, siendo posible que la operación llegue en el primer trimestre del próximo año.
En un contexto como el actual, "los inversores pueden abstenerse, o el accionista verse obligado a aceptar un precio inferior al de su valoración inicial. Por esta razón, en ocasiones puede ser buena idea esperar hasta que el contexto sea más benigno", considera. Eso espera, precisamente, Cepsa. Tiempos mejores para volver a cotizar en España.