O2 continúa en fase beta tras los problemas de lanzamiento que tuvo a mediados del verano. La segunda marca de Telefónica -que apuesta por un trato ético y cercano con sus clientes- avanza lenta, pero sostenidamente para comenzar oficialmente su campaña de captación de clientes en septiembre.
O2 no habla de metas ni de cifras de crecimiento, pero en el mercado todos coinciden en señalar que bajo sus espaldas tiene la responsabilidad de hacer crecer unas cifras de Movistar estancadas durante las guerras comerciales de los últimos años contra Orange y Vodafone y en especial tras la arremetida de MásMóvil en el mercado.
La segunda marca de Telefónica solo ofrece dos productos: banda ancha fija (fibra óptica) y línea móvil con datos, los dos segmentos en los que Movistar precisamente ha mostrado síntomas de agotamiento.
Líneas móviles de Movistar
Telefónica ha resistido el agresivo envite de sus competidores, pero no ha crecido. Y la primera operadora necesita crecer, en especial en el segmento al que va dirigido O2: gente más joven que quiera un buen servicio, pero también un buen precio y que no esté dispuesta a pagar por productos convergentes con televisión.
La semana pasada se publicaron los datos de la CNMC de mayo, los únicos armonizados del mercado, y en ellos se puede apreciar que desde la arremetida de MásMóvil en octubre de 2016, Telefónica ha crecido más lentamente en líneas móviles.
En este periodo ha pasado de las 15,3 millones a las 15,7 millones, una mejora de 400.000 que contrasta con la ganancia neta de 1,6 millones de clientes de MásMóvil en este periodo, tras pasar de los 4,2 a los 5,8 millones.
Estancamiento en banda ancha
No estamos hablando de una competencia directa, porque las 5,8 millones de líneas del cuarto operador están lejos todavía del liderazgo de Telefónica, pero si es verdad que sin la competencia de esta operadora Movistar podría haber ganado mucho más terreno en estos últimos 20 meses.
Lo mismo pasa con la banda ancha. Movistar ha podido contener a la competencia gracias a su despliegue de fibra, pero en la suma total de todas las líneas de banda ancha, el estancamiento es una realidad. En octubre de 2016 tenían 5.913.000 abonados y en mayo los últimos datos demuestran que ha llegado a los 5.936.000 solo 20.000 abonados más.
De hecho, Movistar tiene menos abonados que en enero de 2017 cuando llegó a los 5.946.000 clientes. Nuevamente la culpa no es de MásMóvil ya que en este periodo la lucha con Orange y Vodafone también ha sido muy dura, pero también en 20 meses se aprecia que el cuarto operador ha pasado de 95.000 líneas a las actuales 722.000, un buen botín para cualquiera de las tres grandes.
Objetivos de O2
El objetivo de O2 no es ser la operadora más barata, como ha dicho Pedro Serrahima, director de desarrollo de negocio multimarca en Telefónica, pero sí que busca atacar este segmento que hasta ahora estaba huérfano en la gran operadora: el que demanda pocos servicios y que quiere simplicidad en dos productos en los que Movistar está estancada: banda ancha y móviles.
En septiembre comprobaremos la agresividad -o tranquilidad- con que Movistar y O2 quieren tomarse este reto, pero -de momento- mantienen la calma para no cometer los errores de su lanzamiento en que se detectaron envíos que nunca fueron entregados provocando la cancelación de las portabilidades y clientes que recibieron tarjetas SIM que no eran las suyas y que correspondían a otros abonados.
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