Verano empieza a ser sinónimo de ‘caos aéreo’ para los miles de pasajeros que se han vuelto a ver afectados por retrasos y cancelaciones en los aeropuertos europeos. A las huelgas de los controladores en Marsella, Francia, que han afectado a la operación de aerolíneas como Vueling, se han sumado en las últimas semanas las de los tripulantes de cabina y pilotos de Ryanair. El cóctel no deja a nadie contento y las autoridades están tomando cartas en el asunto.
La autoridad de aviación civil de Italia (ENAC) está investigando a cuatro aerolíneas para comprobar si son capaces de dar el servicio comprometido de acuerdo a su calendario de vuelos. Entre las cuatro compañías investigadas hay dos españolas, Vueling y Volotea, la irlandesa Ryanair y la italiana Blue Panorama.
“La verificación busca comprobar la programación de las aerolíneas en relación con la flota disponible y la tripulación, con el objetivo de evaluar la eventual necesidad de una reducción de operaciones o una limitación de servicios”, explica la ENAC poniendo en duda que, ante nuevas huelgas, las aerolíneas puedan hacer frente a los servicios comprometidos.
Apenas dos semanas después de la huelga de tripulantes de Ryanair en España, Portugal, Bélgica e Italia y con otra de sus pilotos en el horizonte, la autoridad italiana busca algo de luz sobre la programación de la low cost para intentar que no se repita el caos vivido en sus aeropuertos a finales de junio.
Durante la huelga del 25 de julio, jornada a la que se sumaron los tripulantes italianos en el paro de dos días que se convocó esa semana, más de 160 vuelos con origen o destino en Italia fueron cancelados. Varias de las conexiones con el país transalpino desde España fueron canceladas también ese día al margen de las 600 cancelaciones que Ryanair realizó para afrontar la huelga.
Para este procedimiento, la autoridad italiana ha requerido la colaboración de sus homólogos y, en particular la de las autoridades de España e Irlanda, respecto a Vueling, Volotea y Ryanair.
La Dirección General de Aviación Civil (DGAC) no ha recibido por el momento el requerimiento formal pero, por vía oficiosa, saben que pronto les llegará una solicitud de colaboración. En esta petición, la autoridad italiana pedirá que desde España se evalúe si Vueling y Volotea cuentan con la flota y tripulación necesarias para cumplir el nivel de operación que tienen previsto conforme a su programación de vuelos, confirman fuentes del Ministerio de Fomento a este periódico.
Aunque la ENAC no ha detallado las causas de inspección a estas aerolíneas, en el caso de Ryanair se debe a las cancelaciones y retrasos derivados por huelga de tripulación y pilotos, mientras que en el de Volotea la causa estaría en los retrasos injustificados -de más de 30 horas en uno de los casos- en los vuelos entre Milán y Lampedusa, según recogen medios locales.
Otro verano negro para Vueling
No es la primera vez que la ENAC italiana abre un procedimiento contra Ryanair o contra Vueling. En el caso de la compañía irlandesa, la autoridad italiana la tiene también en el punto de mira por su respeto al derecho de los viajeros en las última huelga. Pero la ENAC ya le impuso una multa de tres millones de euros en 2010 por no asistir a los pasajeros que se vieron afectados por la nube de ceniza que causó el volcán islandés Eyjafjalla.
En el de Vueling, la autoridad italiana multó a la aerolínea hace tres años, después de un incendio en las pistas de Roma-Fiumicino, debido a los retrasos y cancelaciones y por la falta de atención a los afectados.
Para Vueling también está siendo un año complicado. La aerolínea del holding IAG (British Airways, Iberia) ha sido una de las grandes perjudicadas por las huelga de controladores en Francia. Los controladores de Marsella vigilan los cielos de todo el sureste de Francia y el abanico del Mediterráneo que llega hasta Cerdeña.
En el caso de la aerolínea española, la mayoría de los vuelos que opera desde Barcelona-El Prat han sufrido grandes retrasos o cancelaciones por no poder cruzar el espacio aéreo francés. Willie Walsh, CEO de IAG, lo dejó claro en junio: “si la huelga afecta al espacio aéreo en torno a Marsella, más del 50% de los vuelos de Vueling se ven impactados. La repercusión sobre la aerolínea y sus clientes es inmensa, afectando al mismo tiempo a la economía y al turismo de España”.
IAG presentó sus resultados del primer semestre el pasado viernes y en ellos ya pone cifra al golpe que suponen estas huelgas: 20 millones de euros en el segundo trimestre del año.
“Vueling se vio particularmente afectada e incurrió en un coste adicional de incidencias de 20 millones de euros en el trimestre. Estas huelgas también están teniendo un impacto negativo significativo en la economía y el turismo en España”, explica el grupo en su informe semestral. La aerolínea cerró el semestre con pérdidas de 11 millones de euros, frente al beneficio de 1.115 millones -antes de extraordinarios- que registró IAG.
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