El flujo del crédito empieza a fluir por el grifo bancario, aunque todavía queda mucho camino para restaurar la normalidad. Sobre todo porque, aunque empiezan a conceder créditos con algo más de ligereza que en los años duros de la crisis, la borrachera anterior todavía nos pasa factura. Es decir, que en muchos casos la nueva producción todavía no ha logrado acabar con la amortización de préstamos antiguos. Algo que se da, especialmente, en el caso de las hipotecas.
Los resultados del primer trimestre sí nos dejan un dato llamativo. Y es que el crédito al consumo aumenta considerablemente, pero también lo hace el crédito a las Administraciones Públicas. Es decir, el que reciben el Estado, las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos. Ha sido el Santander en el que más se ha incrementado este tipo de préstamos. Analizando sus cuentas en España, se observa que pasa de algo más de 14.000 millones el año pasado a algo más de 17.000 millones este curso; una cifra que supone un incremento del 23,6%.
Le sigue en aumento Bankia. Pasa de 4.619 millones de euros a 5.303 millones. Un incremento del 16,8%. También Caixabank aumenta este tipo de préstamos hasta alcanzar los 12.960 millones, un incremento del 8%; mientras que Bankinter tan sólo ha concedido un 0,68% más hasta los 1.534 millones.
No hay cambio de tendencia
¿Significa esto que los bancos han levantado la mano con las Administraciones Públicas? Pues todavía es pronto para decirlo. Esa pregunta se le trasladaba al consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, durante los resultados del primer trimestre.
A su juicio no existe “cambio de tendencia” en el sector público. Recordaba, además, que la mejora de las cuentas hace que -poco a poco- el Fondo de Liquidez Autonómico y la ayuda del Tesoro vaya desapareciendo. Así que “pueden producirse subidas, sin marcar una tendencia de fondo”.
Habrá que prestar, por tanto, vigilancia a la evolución en los próximos trimestres. Sobre todo porque otras entidades todavía mantienen a las Administraciones Públicas a raya. Es el caso de BBVA, que ha seguido recortando su exposición en un 16% hasta los 15.500 millones de euros, y el de Sabadell que disminuye un 4% hasta los 4.052 millones.
Hay que tener en cuenta, además, que en el caso de la entidad que preside Josep Oliu lo mantiene en línea con el de hace un año, y representa el 4% del crédito total concedido durante este primer trimestre.
Ojo a las hipotecas
Lo que también conviene vigilar es la evolución de las hipotecas. La banca se ha lanzado a una carrera por lograr captar nuevos clientes. Y aunque todas las entidades niegan estar tomando riesgos excesivos, la realidad parece ir por otro camino.
Muestra de ello es que el propio Banco de España lanzaba hace unos días una advertencia muy clara. "Los criterios de aprobación de los créditos a los hogares para adquisición de vivienda volvieron a relajarse en cierta medida durante el primer trimestre de 2018", señalaba en un documento en el que analizaba la evolución del crédito hipotecario en nuestro país.
Un tirón de orejas que coincidía, además, con una de las últimas campañas de BBVA en este mercado, en el que pone a disposición de sus clientes las hipotecas más baratas del mercado y que financian hasta el 100% de la vivienda. Algo que para su consejero delegado, Carlos Torres Vila, no es un problema porque "están adaptadas a cada cliente", por lo que no existe riesgo de prestar cantidades excesivas.