El presidente de la EBA, Andrea Enría, ha afirmado este viernes en un discurso pronunciado en Copenhague que, frente a la postura de que "los mismos riesgos deberían estar sujetos a la misma supervisión y mismas reglas", defendida por los bancos tradicionales, "las cosas no son tan simples".
"A pesar de que las FinTech pueden ofrecer productos similares a los bancarios y competir con las entidades por los mismos clientes, esto no necesariamente significa que deberían ser autorizados, regulados y supervisados como bancos", declaró Enría.
En este sentido, el banquero italiano ha expresado la importancia de distinguir entre el conjunto de servicios que representan la esencia bancaria, que deberían quedar reservados a bancos con licencia, y aquellos servicios adicionales que pueden ser ofrecidos, de manera autónoma, por intermediarios y en competencia con las entidades reguladas.
Entre estos, Enría apuntó que los servicios de pago o la emisión de dinero electrónico no forman parte de las funciones intrínsecamente esenciales de la banca y pueden ser ofrecidos por intermediarios en competencia con las entidades, quedando bajo una aproximación proporcional del regulador que puede ser menos intensa que la aplicada a la banca por sus menores riesgos sistémicos, aunque prestando especial atención a la protección de los consumidores.
Asimismo, el presidente de la EBA apuntó que una excesiva extensión del perímetro regulatorio, que colocase a más FinTech bajo el rango de una supervisión como la de la banca solo porque sean competidores de esta en algunos segmentos, "probablemente no es la mejor solución", puesto que limitaría en exceso la innovación.
"La competición en el espacio FinTech se está desarrollando a nivel global", recordó Enría, añadiendo que contar con un gran mercado doméstico ofrece ventajas de escala a estas firmas, por lo que las FinTech europeas, en el largo plazo, se encontrarían "en significativa desventaja" respecto de sus competidoras chinas y estadounidenses si los mercados europeos siguen estando segmentados en función de fronteras nacionales, con reglas diferentes y actuaciones descoordinadas de las autoridades locales.
De este modo, la EBA tratará de garantizar que los servicios ofrecidos por las FinTech recibirán un tratamiento regulatorio coherente en el conjunto de la UE.
"La EBA analizará en mayor detalle la naturaleza de los servicios ofrecidos y su tratamiento regulatorio con vistas a garantizar que servicios similares que conlleven riesgos comparables son regulados de manera coherente en la UE", afirmó.
LA BANCA DEBE ABSTENERSE DE NEGOCIAR CON CRIPTOMONEDAS
En cuanto a las criptomonedas, el presidente de la EBA se ha mostrado prudente a la hora de apoyar la necesidad de que estos activos sean regulados completamente, señalando que el marco necesario para ello supondría adentrarse en un "territorio inexplorado" que necesitaría años para su desarrollo.
"Aún me tienen que convencer", reconoció Enría, expresando las preferencias de la EBA por una estrategia "matizada" que incluya aplicar completamente la due diligence contemplada en las normas contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo, así como advertir a los consumidores de que se trata de activos sin protección por parte de los reguladores y evitando que las entidades financieras reguladas compren, acumulen o vendan estos productos.
"Esta estrategia evitaría dar ningún reconocimiento oficial a un sector todavía muy heterogéneo, cambiante y difícil de regular y supervisar", dijo el italiano.