La incertidumbre sobre el futuro de Técnicas Reunidas -la ingeniería controlada por la familia Lladó- se ha acrecentado de manera notable tras reconocer una rebaja inesperada de la previsión de beneficios. Un brutal ‘profit warning’, motivado por la demora en iniciar nuevos proyectos y el retraso excesivo de otros en curso, que ha abierto la caja de los truenos.
Este reconocimiento de menores previsiones ha provocado, de manera inmediata, que uno de los principales inversores institucionales -Norges Bank, el mayor fondo soberano del mundo con 850.000 millones de euros bajo gestión, el 73% del PIB español- vendiera 958.000 acciones, para rebajar un 40% su presencia. Menos del 3%, con tan solo el 1,12% en derechos de voto reales y el restante 1,84% prestado a inversores bajistas, que controlan el 15% de la empresa de la familia Lladó.
Las ventas del último trimestre caerán un 30%
A grandes rasgos, la rebaja de las previsiones de Técnicas contempla que las ventas llegarán, a duras penas, a los 5.000 millones al cierre de 2017. Esto supone que, en el último trimestre, el volumen de facturación alcanzaría los 1.000 millones de euros, un 30% por debajo de la media registrada en los tres primeros trimestres del año. Y, lo que es peor, que en 2018 caerá todavía más, con ventas en torno a 4.500 millones, con una caída adicional del 10%.
Reducción de ingresos que, automáticamente, se dejará sentir sobre el beneficio de explotación (ebit) y el margen operativo. Ya hasta septiembre, este beneficio se deterioraba casi un 37%, hasta 88 millones, y reducía el margen operativo al 2,3%, un 42,5% menos que hace un año. Y la empresa reconoce que este margen acabará 2017 en el 2%, que seguirá cayendo hasta el 1,5% a principios de 2018 y que, si la situación mejora, se recuperaría hasta el 2,5% a finales del próximo ejercicio.
Desconcierto entre los analistas
Con este cuadro, los analistas no saben muy bien a qué atenerse. Los hay que siguen confiando a pies juntillas en una empresa sólida, y piensan que la crisis se debe a una puntual coyuntura externa negativa. Otros, en cambio, no dudan de esa solidez de la ingeniería española, pero creen que la situación coyuntural pudiera prolongarse más de lo que se piensa.
Y en esa duración de la crisis puntual está la clave de todo para decantarse por una opción u otra. La mayoría de esos analistas optan por dar un margen de confianza a las nuevas previsiones de la empresa, y también creen que, a pesar de las dificultades, Técnicas Reunidas podrá, entre enero y julio de 2018, afrontar el pago de los 75 millones de euros de dividendos por los beneficios de 2017. Aunque estos se reduzcan a la mitad, como poco.
Ya el tercer trimestre se saldaba con un beneficio de 55,7 millones, 11 menos que el registrado al finalizar el primer semestre, y podrían ser todavía menores si se requiere de más provisiones.
El Sabadell duda de las previsiones de Técnicas Reunidas
No obstante, en ese consenso más o menos relativo entre los analistas, una nota discordante. La del Banco Sabadell, que duda de las nuevas previsiones de la empresa de los Lladó y recomienda reducir su precio objetivo a poco más de 20 euros, lo que supondría un recorte adicional del 20% sobre los 24 euros a que cerraba Técnicas Reunidas este miércoles.
Tampoco ven claro desde el Sabadell que, con estos mimbres, Técnicas Reunidas pueda asegurar, como dice, volver a retribuir con 75 millones a sus accionistas sobre el ejercicio 2017. Una cantidad que supone mantener el generoso dividendo, de 1,4 euros por acción, con una rentabilidad por dividendo del 6%.
Imprevistas salidas de caja y riesgo de que aumenten
"Implica un payout en 2017 y 2018 de 165% que, a priori no parece sostenible, pues supone 78 millones de euros de caja", explican los analistas del Sabadell en su informe. Sobre todo, cuando esa posición de caja se ha reducido en 200 millones entre marzo y septiembre, de 413 a 218 millones.
Brutal descenso de liquidez por el incremento del fondo de maniobra en proyectos de Oriente Medio, un mayor control de la tesorería por parte de los clientes y menores adjudicaciones que han llevado a un menor saldo en anticipos recibidos.
De mantenerse los pagos habituales a sus accionistas, a mediados de enero de 2018 Técnicas Reunidas debería desembolsar 37,3 millones (0,667 euros brutos por acción) por el dividendo a cuenta ordinario del ejercicio 2017, y otros 40,7 millones en julio del próximo año por la retribución complementaria.
En este contexto, Norges -el mayor fondo soberano del mundo que se embolsaba 1,55 millones en 2017 por su participación en la ingeniería española- ha decidido diluir sobremanera su participación en la empresa de los Lladó.
Norges vende acciones y presta a los bajistas
Llevaba más de tres meses, desde el 1 de agosto, sin mover un dedo y, de golpe y porrazo, decidía vender 958.000 acciones tras los negativos resultados de la ingeniería especializada en la construcción de plataformas petrolíferas y gasistas.
El movimiento ha dejado al fondo soberano noruego con tan solo 627.234 acciones reales (el 1,122%), el número más bajo de títulos en propiedad desde que irrumpiera, en septiembre de 2016, en el capital de Técnicas Reunidas. Además, admite contar con algo más de un millón de acciones prestadas, con las que los bajistas han hecho este año el agosto y el propio fondo se ha beneficiado al cobrar a los fondos a corto a preceptiva comisión por el arriendo de los títulos.