La integración conlleva el cese de la actividad de la fábrica de Esteiro, en la que actualmente, según explica el grupo en un comunicado de prensa, solo se realizaban actividades de limpieza de pescado y cuya capacidad y competitividad se había visto mermada en los últimos años.
Grupo Calvo se compromete a mantener la totalidad del empleo y ofrecerá a la plantilla actual de la planta de Esteiro, en torno a 100 empleados, la posibilidad de continuar su labor en la planta de Carballo así como ayudas para los desplazamientos.
La planta en Carballo se convertirá así en el centro principal de operaciones del grupo en Europa y, reivindica la empresa, en un "referente de eficiencia, innovación tecnológica, competitividad y sostenibilidad" en el sector.
Para hacerlo posible, la compañía asegura estar desarrollando un "ambicioso plan" de transformación industrial que se llevará a cabo en los próximos cuatro años.
Con esta operación, destaca, sigue dando pasos en el desarrollo de su plan "de excelencia operacional" y "de mejora continua" en todos los aspectos relativos al negocio con el fin de asegurar un crecimiento sostenible y rentable como compañía global de alimentación.