El vino que toma Asunción en EEUU no es blanco, ni es tinto. Quizá sea azul. Y es que el llamado ‘vino azul’ de Gïk Live, la compañía española que provocó un dilema a la industria española y se vio obligada a vender su producto en la categoría de “otras bebidas alcohólicas”, no se va a enfrentar a los mismos problemas en su desembarco en EEUU, donde ya ha comenzado a vender, tanto por Internet como mediante importadores que ya están comprando desde Florida, Massachusetts, Texas y Nueva York.

Gïk Live surge de la iniciativa de un grupo de veinteañeros sin experiencia en vinos y con apoyo de la Universidad del País Vasco. Su brillante color azul procede de mezclar uvas blancas y tintas de distintas regiones y sumarle pigmentos vegetales, entre ellos la antocianina que se encuentra en la piel de la uva

La polémica de lo que sus creadores llaman antivino se desató a principios de este año, cuando se descubrió que el producto no podía ser vendido como 'vino' al no formar parte de los colores aceptados por la regulación: blanco, blanco de uva blanca, blanco de uva tinta, rosado, clarete y tinto.

"Teníamos miles de reservas de EEUU y tuvimos que explicar a los clientes que no podía ser. Pero ya les estamos atendiendo online y tenemos más de 120 pedidos, además de los que recibimos de los importadores", explica a EL ESPAÑOL Taig Mac Carthy, uno de los cofundadores de la compañía.

Explica además que la joven empresa va a abrir oficina en Boston para trabajar la atención al cliente. Aprovechará un acuerdo entre la Diputación de Vizcaya y el MIT estadounidense para instalarse en una de sus incubadoras.

"Blasfemos"

“Nos llamaron blasfemos por jugar con la sangre de cristo. Finalmente el lobby del vino, ayudado por las instituciones gubernamentales, paralizó nuestra pequeña revolución a base de sanciones y prohibiciones. Para seguir adelante, nos hemos visto obligados a dejar de llamar 'vino' a Gïk. En su lugar, hemos tenido que encajar en la categoría bastarda "Otras bebidas alcohólicas". ¿La razón? No existe una categoría para 'vino azul', ya que no hay antecedentes en la historia para algo similar”, señalaba la compañía en una petición en Change.org en la que reclamaban su propia categoría y en la que indicaban que se cambió la composición a "99% vino y 1% mosto" para adaptarlo a la legislación vigente.

En EEUU, empero, Gïk llegará como 'vino azul' de pleno derecho. Para lograrlo, la start-up ha tenido que trabajar con importadores de diversos estados que les representan ante la Oficina de Comercio e Impuestos de Alcohol y Tabaco para conseguir el certificado de etiquetado (COLA) y todas las licencias relacionadas con su proceso de fabricación e ingredientes.

Diferencias locales

"Cada país es un mundo. En Japón piden muchísima documentación pero va muy deprisa. En EEUU son dos trámites pero es más lento", explica Mac Carthy. Además de Japón, la compañía vende su producto como vino también en Corea del Sur y en India

La situación española les impide vender como "vino" en ningún país de Europa, donde tienen que recurrir a la misma fórmula de "otras bebidas alcohólicas".

El joven directivo señala que hay otros mercados peculiares. En los países de Europa del Este, por ejemplo, tiene que venderlo como 'bebida a base de vino'. Y en otros, como Brasil, "no entra en la legislación de ninguna forma y no puede comercializarse".

Tras el lanzamiento inicial, la compañía espera llegar a California, Michigan, Nevada, Nueva Jersey y Washington

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